19. Sebastian

195 32 140
                                    

30 de marzo del 2014

La alarma me despertó a las cinco de la mañana, me levanté de la cama e hice quince lagartijas para quitarme la pereza. Hice café instantáneo en el microondas que teníamos en la habitación y me senté con mi taza de café a leer los capítulos pendientes de historia, biología, física y literatura.

Los capítulos de historia se me hicieron algo pesados, no me interesaba saber porque se fundó un pueblo a varios kilómetros que según se rumorea es mágico, tampoco el día de los mártires que es el 9 de enero. Estoy cansado de leer que a unos estudiantes les dispararon tratando de izar la bandera panameña.

En física vimos la luna, bueno en realidad teorías de la luna porque el hombre todavía no ha puesto un pie en ella. Leí un capítulo breve de que la Luna influenciaba nuestras mareas y la rotación de nuestro eje terrestre. Unos pasajes del capítulo eran especulaciones del anillo negro que rodeaba a la luna.

De la poca información que se tiene es que tiene una gran fuerza de repulsión, que atrapa toda fuente de luz y que los objetos se desintegran al entrar en contacto. Se especula que tiene una composición similar a un agujero negro pero el agujero negro atrae objetos en lugar de repelerlos.

Los capítulos de biología eran cosas simples del funcionamiento del cuerpo humano en su mayoría, el último capítulo estaba dedicado al efecto de la radiación en los ecosistemas y vida cotidiana. Cómo ha afectado la sobrevivencia de las especies y nuestra alimentación ya que nuestra comida en su mayoría tiene altos niveles de radiación y mercurio. Por ejemplo, comer pescado ya no es seguro y se recomienda si acaso ingerirlo una vez por semana, si lo comieras dos veces te intoxicarías de gravedad.

Por último, en literatura el tema estaba algo relacionado con historia, teníamos que leer autores de Bryhollownt para el primer parcial de español. Los libros que tenía que leer era El verdadero fundador de Bryhollownt de Tiziano y ¿Qué es el ángel de Bryhollownt? De Rubén Deser que fue un hombre que vivió en Bryhollownt, pero fue expulsado de Bryhollownt en el 2008 por motivos desconocidos, si no mal recuerdo murió de vejez en el 2011.

«Si, fue famoso el Rubén Deser. Cuando falleció los profesores no paraban de hablar de ello, algunos decían que lo mataron y otros que le tenía tanto rencor al pueblo por su expulsión que de alguna manera desapareció a todos los habitantes»

Bebí el último sorbo de la taza de café y me dirigí al baño para darme una ducha. Al entrar al baño casi grito porque encontré a Juan de cuclillas al lado del lavamanos, tenía grandes ojeras y su cabello negro estaba desordenado.

—¿Otra vez no pudiste dormir? —Pregunté

—Así es...creo que solo dormí dos horas y me desperté—Replicó Juan ocultando algo detrás suyo

—¿Otra pesadilla? —Pregunté al mismo tiempo que encendía la luz del baño

En la oscuridad no se notaba, pero ahora con la luz encendida podía apreciar que la tez de Juan carecía de color, sus ojeras eran tan notables que parecían pintura bajo sus ojos y sus piernas temblaban de una manera no natural.

—¿Qué soñaste? Pudiste haberme despertado si la pesadilla te afecto tanto ¿Era de Juliana? ¿O fue de tu madre? Esos suelen ser los temas de tus sueños—Dije

Juan alzó la mirada y una lágrima bajó por su mejilla.

—No fue de ellas—replicó Juan Sheck mi compañero de habitación y uno de mis mejores amigos

—¿De quién fue? —

Juan me miro con sus ojos oscuros.

—¿Tuviste una pesadilla de mí? —Respondí señalándome con el dedo

Juan asintió con la cabeza y su cuerpo se estremeció.

—¿Qué ocurría en la pesadilla? ¿Me expulsaban del colegio? ¿Repruebo todas las asignaturas? —

—Morías—Respondió Juan con frialdad

—¿Cómo? Pero si estoy en una pieza y que sepa no tengo ninguna enfermedad terminal o alguien me quiere muerto—

—Estabas en una especie de cueva con nuestros compañeros de clase, Carolina Jouvet, Susana Jones, Alex Jones y Rodolfo. Una de las gemelas Belov ya estaba muerta...aplastada en el suelo—Dijo Juan

«Susana ¿Cómo olvidarla? Es la niña más bonita del instituto»

—¿De casualidad en tu sueño Susana no es mi novia? —Pregunté

Juan me fulminó con la mirada.

—Es en serio Sebastián—Replicó

—¿Qué ocurría conmigo? ¿Termino casándome con la bibliotecaria y ese es mi cruel final? —Pregunté sarcásticamente

—Una criatura que no pude identificar te asesina y mueres intentando mantener tus intestinos dentro de tu cuerpo—Replicó Juan

Hice una mueca de disgusto, esperaba que estuviera bromeando y me dijera que su sueño era tenía un buen empleo y que la chica nueva estaba a mis pies. Lastimosamente la realidad no funciona de esa manera.

Me acerqué a Juan, le tendí la mano la cual este estrecho y uso para impulsarse. Un ruido metálico sonó a las espaldas de mi compañero de habitación. Una lata de cerveza.

—Juan...No puedes seguir así mi bro—Me agaché a recoger la lata y la tiré al cesto—Si se enteran de que estas consumiendo alcohol te pueden expulsar, quedarás en un orfanato que sabemos que es el peor lugar donde puedes quedar, como nos dejó claro el caso Senniaf—

Juan abrió el grifo del lavamos y se echo agua en el rostro, sus ojeras no desparecieron ni el tono pálido de su piel. Se veía mal...muy mal.

«¿Debería decirle que mejor vaya a un doctor? ¿O sería un mejor un psicólogo?»

Juan salió del baño y agarro su mochila, comenzó a meter los libros y cuadernos de mala gana.

«Si le sugiero ir al psicólogo o al doctor se va a enojar conmigo...mejor espero otra oportunidad para sugerirlo»

—¿Lograste entregar la tarea de matemáticas que te ayude a hacer? —Pregunté mientras me ponía mi mochila en la espalda

—Si—Replicó casi susurrando Juan

—¿Cuánto sacaste? —Interrogue

—4,7 me serviría para salvar el promedio...—

—¡Casi un cinco! Me siento orgullo de que mi ayuda te haya servido para una nota casi perfecta. Juan recuerda que puedes pedirme ayuda con lo que quieras que aquí esta tu amigo—Repliqué mientras di largas zancadas a la puerta y la abrí

Juan no respondió, con pasos lentos y bostezando salió de la habitación. Antes de salir deje comida para aves en la ventana de nuestra habitación, siempre había un montón de palomas en la ventana. A veces un par me seguían por el patio y por ende siempre llevaba comida. Abrí la puerta de la habitación.

«¡Fue un desperdicio de dinero! ¡Igual murió!» Me había dicho mi compañero de habitación el año pasado 

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora