6 de junio del 2014
Los ronquidos de Elena me comenzaron a resultar incomodos cuando el sonido de la película era bajo. No le subía el volumen porque se escucharía hasta la recamara de mis padres y de seguro se despertarían. Me regañarían delante de mis amigos y pasaría pena.
Emily y Susana seguían despiertas viendo la película en silencio, Alex no estaba segura en donde estaba. Creo que es mejor irnos a dormir o hacer algo distinto. La cabeza de Elena sobre mi hombro me comenzaba a molestar, me quité con cuidado y dejé su cabeza reposando sobre una almohada.
"Desde el día que comenzó a decir cosas hirientes se la pasa agotada todo el tiempo, aun cuando duerme la mayoría del día"
—¿Quieren irse a dormir o quieren hacer otra cosa? —Pregunté en voz baja para no despertar a Elena
—Yo quiero dormir algo, la piscina en la mañana me ha dejado agotada—Dijo Emily bostezando
—Yo me quedaré un rato más despierta hasta que me de sueño—Respondió Susana
—Bueno me iré a la cama a descansar, buenas noches—Dijo Emily mientras se ponía de pie y caminaba hacia las escaleras
Le apagué el televisor a Elena para que pudiera descansar de manera apropiada. Miré como dormía en paz y deseé que cualquiera que fuera la causa de su comportamiento extraño aquel día no se volviera a repetir.
—¿Te sigue preocupando Elena? —Me preguntó Susana casi susurrando
Asentí con la cabeza y le hice un ademán para que nos fuéramos. Ya en mi habitación le pregunté con esperanza y en parte ansiedad lo que quería.
—¿Ya sabes que fue eso? ¿Si volverá a suceder? —
—Todavía no lo sé, no fue una posesión de ningún tipo o algo que yo haya visto con mis ojos con anterioridad—Respondió Susana sentándose en la silla que estaba cerca de mi ventana, vi el collar ese extraño que siempre llevaba puesto, parecía algo que llevaría una bruja
"Desde el día que llegó nunca se lo ha quitado, ni para educación física o salir al centro comercial"
Ella se percató que miraba su collar.
—¿Por qué miras tanto mi collar? —
—Es que nunca te lo he visto quitártelo y tiene un diseño muy raro—
—Es que tiene un gran valor para mí y no sorprende que te parezca extraño, pues solo existen dos en el mundo—Dijo mientras se lo quitaba del cuello y me lo daba
—¿Quieres que lo agarre? ¿Segura? Acabas de decir que es muy valioso para ti—
—Sí, es muy valioso, pero ahora mismo lo necesitas más que yo, tiene varias funciones que en caso de que yo fallé pueda ayudarte—
—¿Ayudarme? ¿Cómo lo haría? —Pregunté curiosa mientras sostenía el pesado collar en mis manos
—Si arde hay un demonio o mestizo cerca, si un demonio intenta usar alguno de sus poderes en ti no funcionara, si alguien te lanza algún tipo de magia te avisara con anticipación para que puedas quitarte, te hace inmune a las alucinaciones provocada por magia o demonios y por último hace que tu alma sea indetectable para los demonios—Terminó
—La verdad es que es muy útil—Dije mientras me lo ponía en el cuello y sentía como dejaba de ser tan pesado
—Me ha ayudado mucho a seguir con vida—
—Pero con todo lo que acabas de decir estarás muy indefensa ¿No crees que es mejor que lo sigas llevando tú? ¿O no sería mejor que lo lleve tu hermano? —
—Estaré bien, tengo experiencia y con mi arma es suficiente, mi hermano es capaz de cuidarse solo y siempre está conmigo así que estoy segura de que no le ocurrirá nada, además confió en ti y por eso te lo doy—
"Pero Jacobo murió de todas formas, estaba con ellos y a pesar de toda la experiencia no pudieron protegerlo, tal vez Susana se haya dado cuenta que sus habilidades no bastan para mantenernos a salvo"
—Muchas gracias, Susana—
"Al principio también sentí que si aprendíamos de ella y nos quedábamos cerca estaríamos bien, pero al parecer la vida funciona diferente. Dejando de lado ese pensamiento inquietante. Me llama la atención el hecho de que mencionó que solo hay dos ¿Cómo sabe que hay dos?"
—De nada amiga—
—¿Cómo sabes que solo hay dos de esos? —
—Sé que hay dos porque el otro era de mi hermana mayor, pero el de ella funcionaba distinto, ella nunca quiso decirme cual era la diferencia entre los dos. Le gustaba guardar demasiados secretos—Respondió al tiempo que ojeaba mi escritorio
—¿Cómo los obtuvieron? Es que entre todas las cosas sobrenaturales que he visto este año esta es la que más despierta mi curiosidad—
Susana sonrió levemente.
—¿De verdad? ¿Entre los demonios y el resto de las criaturas sobrenaturales te interesa más los collares? Bueno digamos que los encontramos por ahí...—Replicó vagamente
—¿Y si quiero mandarme hacer uno? —
Susana se rio inesperadamente.
—No podrías...no sé cómo encontrarlo—
—¿Por? —Pregunté curiosa
—No sé dónde está, hay muchas cosas que no sé—
—Y esa katana que usas ¿por qué es tan especial? El demonio creo que dijo que era un arma muy única—
—Si es muy única porque fue hecha por Lilith el segundo demonio después de Lucifer—
—Es vieja ¿pero por qué quedaría en nuestro mundo? ¿No acabas de decir que fue hecha por Lilith? —
—Si es vieja, pero no fue hecha para ella, fue parte de un pacto entre ella y una humana que quería vengarse de los demonios hace miles de años. Suena irónico, pero supongo que pensaba que era la única manera de llevar acabo su venganza—
—Según he leído los demonios hacían pactos con los humanos y estos terminaban muy mal—Respondí con la intriga de saber más
—Es lo único verdadero de ellos que encontraras en internet—
—Interesante—
—Si, por ejemplo, Niccoló Paganini hizo un pacto para tocar el violín, aunque no te puedo afirmar cual fue el precio porque suele depender del demonio...—
—¿No suelen vender el alma siempre? —
Susana negó con la cabeza.
—Depende del demonio y de la magnitud del deseo del humano, no es lo mismo desear millones de dólares que cualquier demonio sin importar su poder puede conseguir a por ejemplo ser rey de un gran reino o un arma para matar a un ángel o un dragón. Por lo tanto, el precio puede ser uno o varios sacrificios, tu alma o cuerpo, el demonio decide el precio—
—Pero entendería que el alma es lo más valioso que puedes tener—
—Correcto, pero hay cosas de igual o mayor valor dependiendo de la persona. Por ejemplo, hay un arma famosa en la mitología de los cazadores que se llama Deriva de la locura que le daba un poder muy grande al portador, pero ninguno de los portadores lograba retener su cordura hasta que el demonio finalmente devoraba todos los recuerdos del portador, algunos duraban semanas y otros algunos años, entre más pasaba el tiempo más cosas de su identidad perdían—
—Que escalofriante—
—Sí, pero depende de la fortaleza del humano que lleva el arma también, son muchos factores que tomar en cuenta—
—Pero significa...que tú—No terminé la oración
—Correcto, tengo que cumplir un precio por usar aquella arma y no te diré cuál es, a nadie se lo he dicho, ni a Jacobo o Alex—
—Pero—
—Nadie lo sabrá, me iré a dormir ya hablamos mucho, que descanses Carolina—Dijo mientras giraba el picaporte de mi puerta
—Buenas noches amiga—Respondí, pero ya había cerrado la puerta
Tenía mucho sueño así que me acosté en la cama con la ropa que tenía puesta. Apagué la luz de mi lámpara y puse mi alarma para levantarme temprano, tenía que aprovechar mi último día de la semana de vacaciones.
"Tengo una buena vida y personas que me quieran espero que siga así hasta que solucionemos todo lo que ocurre"
Cerré mis ojos dibujando una sonrisa en mis labios, todo iba a estar bien.
Sentí como me sacudían con fuerza, abrí los ojos soñolienta sin entender que estaba ocurriendo, oí pasos de personas corriendo en el pasillo.
—¡Carolina! —Gritó Mamá
Con torpeza y lentitud encendí mi lámpara.
—¿Qué sucede madre? —Pregunté al mismo tiempo que bostezaba
Mi madre se veía estresada, su cabello estaba todo desordenado y no se tomó la molestia de cambiarse el pijama aun habiendo invitados en casa.
—Hay un gran incendio en la barriada, ya llamaron a los bomberos, pero igual por cualquier cosa quiero que estés despierta, dicen que hay personas que están aprovechando para robar durante la conmoción—
—¿Pero qué pasó con la seguridad en la garita? —Pregunté haciendo un esfuerzo para no quedarme dormida
—Dicen que está durmiendo y no despierta, al principio pensaban que estaba borracho, pero no saben que le sucede—
Sentí un ardor intenso en el cuello, era el collar que me dio mi amiga.
"¿Eso significa que hay demonios cerca? ¿Ahora?"
Mamá me tomó del brazo y me hizo levantarme de la cama.
—Tú papá fue por su pistola...nunca fui fanática de tener un arma en casa, pero al menos debería ahuyentar a quien quiera entrar—
Me llevó de la mano como si fuese una niña pequeña hacia la puerta, salimos de mi cuarto y pude ver a las gemelas recién levantadas bajando por las escaleras, detrás de ellas venían las empleadas que susurraban cosas.
—Hija baja al primer piso, tengo que hablar algo con tu padre y tranca todas las puertas y ventanas de la casa, el incendio son en las casas que están más alejadas y los bomberos ya vienen en camino—
Asentí con la cabeza.
Bajé por las escaleras sintiendo la madera en mis pies descalzos, vi que Susana y su hermano discutían algo entre ellos. El collar seguía escociendo mi cuello, útil como dije ayer, pero Susana nunca advirtió que sería tan molesto.
Me acerqué a ellos y para que nadie más escuchara bajé mi tono.
—Hay demonios cerca—
—¿El collar te arde? Es raro, los demonios no provocarían un incendio de tal magnitud—respondió Susana
Me acerqué a las enormes ventanas que estaban cerca de la puerta de entrada, al asomarme pude ver el fuego arder a varias cuadras, había casas que ya se habían perdido y el humo impedía distinguir los coches y personas que corrían de algún lado a otro. Nunca había visto tanto humo.
De reojo vi como una luz iluminó resplandeció en la oscuridad sin previo aviso, escuché como si varias cosas se cayeran al suelo. Me di la vuelta y vi como las empleadas estaban en el suelo con los ojos cerrados.
—¿Alex que has hecho? —Preguntó Susana alterada por la repentina acción de su hermano
—Dijo que había demonios cerca, si ellas seguían despiertas podían estorbarnos— Respondió mientras tiraba al piso lo que era una piedra resplandeciente que poco a poco se apagaba
—Ni sabemos si vienen por nosotros o si están involucrados en el incendio—
—Vale se me fue la mano, ya sé para la próxima—
—Vamos a moverlas a otro lado para que los padres de Carolina no se asusten, no lo haré sola Alex—Dijo Susana con un tono autoritario
Entre los dos hermanos acomodaron a las empleadas en los sillones y sillas para hacerlas parecer que se quedaron dormidas.
Escuché las sirenas de los bomberos, ya habían llegado a apagar el fuego. Eso soluciona un problema.
—¿Acaban de decir demonios? ¿Qué tienen contra nosotros? Si solo iban por el niño que estaba en el hospital y ya está muerto—Dijo Emily
—Eso es lo que le digo a mi hermano, tal vez no estén causando estragos y solo estén cerca—Respondió Susana
El sonido de unas pisadas bajando las escaleras hizo que nos calláramos, era mi padre con el revolver en mano, estaba sudando y llevaba sus anteojos puestos.
—Excelente ya llegaron los bomberos, acabo de llamar a la policía por si acaso. Iré a fuera para preguntarle a los vecinos si saben la causa del incendio y si han visto a los ladrones, quédense con la madre de Carolina— Dijo mientras iba a la puerta
Iba a decirle que no fuera porque tal vez hay demonios, pero contuve mi lengua, mi padre pensaría que es algo de una niña que lee muchas historias de fantasía.
"No debí dejar que dejé la casa, no está a salvo a fuera"
Iba a correr detrás de él, pero una mano me detuvo agarrándome del hombro. Era mamá.
—Te tienes que quedar mi cielo papá ya regresará—
"Mamá tampoco sabe, no entienden lo peligroso que podría ser esto"
Sentí un ardor intenso en el cuello, solté un quejido de dolor. La intensidad del ardor había incrementado al instante.
Escuché el sonido de una ventana romperse, mamá se sobresaltó al escuchar el ruido. Creo que provenía de la cocina. Se escucharon unas pisadas lentas, alguien había entrado a la casa.
Mamá tomó un jarrón con sus manos alterada por el repentino intruso.
—¿Quién anda ahí? —Preguntó mamá sosteniendo el jarrón
Un hombre de estatura mediana, con un cabello castaño y ojos rojos salió de la cocina, intentaba vocalizar, pero no se le entendía nada.
Emily y Elena se quedaron petrificadas de miedo al ver al hombre parado a unos metros de nosotras.
"¡Mierda! ¡Es un demonio!"
—¿Qué mierda eres? —Preguntó mi madre mientras retrocedía con pasos lentos
Corrí hacia mamá, ella no entendía que era un demonio que la podía matar y que el jarrón no le haría nada, la agarré del pijama y jalé de esta.
—¿Qué haces Carolina? —
—¡Mamá no entiendes! ¡Tienes que alejarte! —Grité
El demonio se abalanzó hacia nosotras, Susana intervino empujando al demonio con todas sus fuerzas, pero este casi no se movió de su posición, el demonio intentó darle un puñetazo a Susana, pero esta lo esquivo a duras penas, el golpe del demonio impacto en la pared dejando un agujero.
—¿Qué mierda? —Susurró mi madre
Alex tomó la mano de mi madre repentinamente, ella intentó zafarse, pero él apretó con fuerza, dijo unas palabras en un idioma que desconozco al mismo tiempo que algo en su mano brillaba con intensidad. Mi madre al igual que las empleadas se desplomó de golpe, la sostuve a tiempo para que no se diera con el suelo.
—Es necesario Carolina, el nerviosismo de tu madre podría hacernos tomar una mala decisión—
Asentí con la cabeza.
Un estruendo hizo que dejara de prestarle atención al niño Jones, Susana se había estrellado contra los jarrones de colección de mamá rompiéndolos todos.
—¿Hermana? ¿Qué sucede? —Preguntó Alex preocupado
—El demonio es muy fuerte, está casi a la par con el del hospital, bueno es más débil que el del hospital—Respondió mientras se reincorporaba
Alex sacó un cuchillo de su bolsillo, era de un tono gris y tenía unas escrituras extrañas, corrió hacia el demonio haciendo tajos rápidos, el demonio intentaba esquivar, pero no reaccionaba a tiempo, el cuchillo de Alex ya le había hecho varios cortes, pero nada que pudiera eliminarlo.
Susana se unió a su hermano, pero sin armas, le dio una patada en la sien al demonio, pero este ni se inmuto, empujo a Alex con el hombro y este salió desprendido hasta estrellarse con los muebles, este se sentó en el suelo tambaleándose, su boca tenía sangre.
"Ellos dos no pueden solos, el demonio es demasiado para ambos"
El demonio tomó de la camiseta a Susana y la arrojo hacia la ventana, esta se hizo añicos cuando mi amiga impacto en el cristal.
"Tengo que poner de mi parte, si no esto terminara mal"
Tomé un fragmento puntiagudo del jarrón que se había roto y corrí hacia el demonio aprovechando que estaba distraído. Con todas mis fuerzas intenté clavarle el fragmento puntiagudo en la nuca, pero este se hizo pedazos en mi mano provocándome cortadas. El demonio se dio la vuelta con lentitud, alzó su puño con lentitud y me lancé al otro lado antes que pudiera darme. El suelo se resquebrajo al recibir el puño del demonio.
Una flecha se clavó en el brazo del demonio, era Alex que desde el piso había disparado con una ballesta. A su lado tenía su bolsa sin fondo abierta, sacó otra flecha que tenía algo raro en la punta.
—¡Quítate del camino Carolina! —Gritó mientras preparaba la ballesta
Rodé hacia el otro lado como pude y Alex disparo la flecha que se clavó en la frente del demonio, la flecha comenzó a brillar y el cráneo del demonio estalló. Finalmente estaba muerto.
—Hasta que al fin murió ese idiota, dios como odio las ballestas—Dijo Alex mientras la arrojaba a un lado
—¿Tenemos que quemar los restos de la cabeza cierto? —Dijo Emily escondida detrás de un sillón
Alex asintió con la cabeza.
—Iré por aceite y fósforos—Dijo Emily mientras iba a la cocina
—¿Dónde está mi hermana? —Preguntó Alex mirando a todos lados
"Era cierto, el demonio la mando a volar, pero no volvió"
—Sigo viva—Respondió Susana desde afuera
Ella intentaba entrar a la mansión por la ventana que había roto, su brazo estaba llenos de cortes y su frente estaba llena de sangre. Corrí a ayudarla, ella se apoyó en mi hombro para trepar la ventana ya que estaba adolorida por el golpe.
—Te ves mal—Dijo Elena
—Aterrice en el coche del papá de Carolina...si le hubiese metido más fuerza al lanzamiento estaría muerta—Respondió Susana mientras apoyaba el peso de su cuerpo en mi
El collar seguía ardiendo, pese a la derrota del demonio no había dejado de arder.
—Amigos, tengo una mala noticia el collar no ha dejado de arder—Dije preocupada porque apenas pudimos con este
—Ese demonio...no estaba actuando por voluntad propia, sus movimientos eran muy torpes para que fueran de un demonio de tal categoría—
—¿Qué quieres decir hermana? ¿Piensas que alguien hizo un contrato con ellos? —Preguntó Alex mientras sacaba armas de su bolsa
Susana negó con la cabeza.
—Alguien más fuerte que ellos los manipula, no sé quién, pero dudo que sea Kevin si es que sobrevivió, él es demasiado débil para lograr algo así—
"¿Pero que quieren en mi urbanización? ¿Qué tenemos para que hagan esto?"
—Chicas necesitamos su ayuda al menos como distracción—Dijo Alex mientras me pasaba a mí lo que parecía una pistola
La sostuve con las manos con cuidado, la pistola era blanca y se sentía pesada.
—Es una pistola con balas lux, es una pistola que si puede matar demonios y te conviene porque no te tienes que acercar como mi hermana y yo, tiene capacidad para diez disparos, aquí tienes la munición—dijo pasándome una correa llena de balas blancas
Emily encendió en fuego los pedazos de la cabeza del demonio. El olor a quemado comenzó a hacerse notar. Alex sacudió la mochila haciendo que objetos inútiles cayeran al suelo.
—Maldita mochila de mierda—
—¿Tienes el abrigo de mi hermana? — Preguntó Susana
—Sí, aquí está—
Susana se puso su chaqueta negra, cogió una pequeña navaja en el suelo similar a la que usaba Alex.
—¿Sabes que ahora mismo tú katana nos sería muy útil no? —Dijo Alex arqueando una ceja
"¡Es cierto! ¡Jamás la uso! ¿Pero por qué no la usaría?"
Susana no respondió. Se apoyó en el sillón jadeando.
"El impacto la ha dejado tocada"
—Emily y Elena tengan estas armas, son como el arma de Carolina—
Emily tomó una escopeta y Elena una pistola igual que la mía.
El collar ardió con tan intensidad que solté un grito, escuché un sonido metálico y algo que no pude reconocer.
Una cadena atravesó la pared e impactó contra la nevera haciéndola añicos, la cadena al final tenía una bola negra llena de púas.
—Está aquí—Dijo Susana
Apunté a la pared de donde vino la cadena con la pistola, un puño con un guante metálico traspaso la pared sin dificultades. La pared se vino abajo permitiendo que el demonio entrara a la casa, el demonio llevaba una armadura de pies a cabeza a diferencia de los otros que hemos encontrado, estamos bien jodidos.
Disparé sin pensarlo, las balas no traspasaron su armadura, pero doblaron un poco el metal. La cadena se retiró de golpe quebrando el suelo a su paso. Ahora el arma era una maza de mano. Este vino hacia nosotros con lentitud por el peso de su armadura, yo me alejé del camino y las gemelas me siguieron.
Susana y Alex esquivaron la masa que partió en dos el sillón donde dormía una de las empleadas la cual quedó partida a la mitad. La sangre salpico en el casco del demonio. Disparé varias veces nuevamente sin éxito, de hecho, fallé la mayoría de los tiros.
Alex intentó cortar la armadura, pero su cuchillo se partió a la mitad. Mis amigas dispararon, pero las balas no atravesaban la armadura.
"Tenemos que deshacernos de su armadura para que podamos eliminarlo"
—¡Tenemos que traspasar su protección! —Les grité a Alex y Susana
Alex esquivo el mazo a duras penas, con la mano que tenía disponible el demonio tomó el torso de la empleada que asesino y se lo arrojó a Alex. Alex no pudo esquivarlo a tiempo y quedó manchado de sangre y con un cuerpo encima. El demonio levantó su mazo listo para rematar a Alex, le dispare al mazo y este se le movió un poco.
Susana aprovecho y clavó el puñal en el espacio entre el casco y la nuca. El demonio se dio la vuelta y le dio con el puño en el estómago, al ver como el golpe le daba de lleno a mi amiga me asusté, pero Susana solo se desplazó unos metros sin que el puño pasara entre sus entrañas.
"Ya veo el abrigo, aunque parezca inofensivo la puede proteger contra los golpes"
—¡Hermana usa tu arma! ¡Eso pasara a través de su armadura! —
—No—Respondió ella
Mis amigas se miraron entre ellas, nadie entiende porque no quiere usar el arma que le puede hacer daño al demonio. El mazo se estiró nuevamente incrementando su rango, lanzó un golpe hacia Susana sin dar un paso, ella lo esquivo con torpeza. Alex apenas se había quitado el cadáver de encima.
"Si ella no usara su katana necesitamos algo que lo vuele por los aires, vi como esa flecha especial acabo con el otro demonio"
La bolsa sin fondo estaba cerca del sillón que se había roto, corrí hacia este y comencé a buscar algo que nos sea útil, salían cosas innecesarias como: comida, ropa, utensilios de cocina y cosas que no sabían que eran. Hasta que al fin cayó algo útil, un tanque de gas.
—¡Carolina quítate! —Gritaron las Belov al unísono
El mazo iba hacia mi rostro a toda velocidad, no me daba tiempo de esquivarlo, Susana me empujo a un lado y se puso enfrente recibiendo el impacto y salió desprendida hacia la pared. Sin perder el tiempo lancé el tanque con todas mis fuerzas, se elevó lo suficiente para estar a la altura del casco, con mi mano disponible comencé a disparar como loca. Uno dos y el último finalmente hizo que el tanque estallara.
El casco del demonio se quebró de un lado dejando expuesto parte de su cuello y cabeza.
—Excelente Carolina—Dijo Alex
Elena disparo y el demonio cayó al piso repentinamente dejando un charco de sangre, el collar dejó de arder.
—Creo que le di—Dijo Elena temblorosa
—El collar ya no arde, acertaste el tiro—Dije esbozando una sonrisa
—Quemen el cráneo rápido—Dijo Alex cojeando
Las gemelas Belov se apresuraron y encendieron el cráneo, Susana se acercó arrastrándose por el suelo, corrí hacia ella preocupada.
—¿Ese era el último? —Preguntó
—Si el collar no arde—
—Excelente, el hijo de puta me dio muy duro con el mazo, tardaré un buen tiempo en reponerme—
Entré Emily y yo cargamos a Susana y la pusimos en una silla para que descanse, su rostro estaba cubierto de sangre, al quitarle el abrigo vi como su brazo estaba lleno de moretones. Estuvimos cerca de quedar bajo tierra.
La puerta se abrió de golpe y corrí a abrazar a mi padre, pero de detuve al ver que era una mujer extraña. Tenía el cabello negro y lacio hasta los pies, su piel tenía un tono verdoso y sus ojos iban vendados. El collar no ardía por lo tanto no era un demonio.
—Dijiste que no había más—Dijo Susana intentando levantarse de la silla
—El collar no arde—Dije sin comprender que estaba ocurriendo
La mujer caminó con calma sin decirnos nada, pasó entre nosotros sin hacer nada raro y comenzó a subir las escaleras.
—¿Quién eres? — Le pregunté
La mujer me ignoro y siguió subiendo las escaleras. Fui detrás de ella con la pistola en mano, no sin antes recargar.
—Carolina no vayas—Dijo Alex, pero lo ignoré y subí las escaleras
Al llegar al segundo piso vi como la mujer rompía el cristal donde teníamos nuestra reliquia familiar. Tomó la tablilla en sus manos ignorando mi presencia.
—¡Hey! ¡Eso es nuestro! —Grité
—Lo necesitamos—Finalmente habló la mujer
—Estas robando algo que es de mi familia—Respondí mientras le apuntaba con el arma
—Si sueltas el gatillo nunca sabrás dónde puse a tu padre—
Sentí un nudo en el estomagó y un frio en el pecho.
"¿Qué?"
—No solo me estoy llevando esto, me estoy llevando a tu padre conmigo—Dijo la mujer
—Llévate la tablilla y devuélveme a mi padre, llévate todo lo que quieras, pero no te lo lleves a él—Rogué
—Lamento que no será posible—
Comencé a llorar, tiré el arma al suelo y me puse de rodillas.
—Por favor, mi padre, es buen hombre y lo quiero más que cualquier otra cosa en este mundo...no te lo lleves—
—Nos vemos niña—Dijo mientras se desvanecía en el aire.
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El Fragmento del Creador
FantasyCategoría: Fantasía Oscura Damián Heerse sufre de amnesia desde los ocho años, provocado por un accidente, o al menos eso dicen sus padres los cuales no muestran ningún tipo de afecto hacia él. Lidiando con el abuso escolar y el maltrato en casa un...