Abrí los ojos con dificultad, luz era demasiado intensa, puse mi mano sobre los ojos para taparla. Estaba en la enfermería de mi escuela, la enfermería que tenía fama por las luces bizarras y la enfermera que parecía no envejecer. Jamás había estado en la enfermería del colegio en mis 14 años de vida, debí haberla visitado varias veces, pero estaba demasiado lejos y prefería andar con la nariz sangrando el resto del día. Juan si me había dicho que ha estado aquí varias veces, aunque dice que es una enfermería escolar como cualquier otra en el país. Él me dijo que no entendía el porqué de los rumores.
Me levanté de la camilla sin ningún esfuerzo, podía sentir un hambre anormal, como si no hubiese comido en dos días, no era de extrañar porque no como desde la noche anterior.
—Veo que ya despertaste—dijo la voz de una mujer
Miré al otro extremo de la habitación, había otro chico en una camilla y debajo de este había un balde, a su lado sentada en una silla una joven de aproximadamente 25 años que podía asumir que era la enfermera por la manera en la que vestía. Un anillo con una piedra verde brillante relucía en un dedo de su mano izquierda.
—¿Qué paso? ¿Estás desorientado niño? Tuviste un bajón de azúcar y perdiste el conocimiento—Respondió la enfermera
«Gracias padre por no dejarme desayunar»
—¿Quién me trajo hasta acá? Disculpas, pero tengo curiosidad—Pregunté
—Supongo que tus amigos, un niño de cabello castaño y otro de cabello oscuro—Respondió la enfermera
—Muchas gracias ¿En qué hora estamos? —Pregunté
—Acaba de comenzar el recreo deberías aprovechar para comer algo, no queras desmayarte de nuevo ¿O no prefieres que tus padres te busquen al colegio? —Dijo la enfermera
Contuve una risita.
«Como si se tomaran la molestia de venir hasta acá antes de la hora de salida, si ni me han hecho una fiesta de cumpleaños en mi vida»
—No gracias, no será necesario llamarlos, igual gracias por todo ¿Cuál es su nombre? —Pregunté
—Es Riley Watson ¿Es la primera vez que te veo por aquí no? —Se presento la enfermera
—Sí, jamás había venido—Replicó
—Bueno esperemos que no vuelvas pronto, déjame mostrarte la salida —Comentó Riley
Riley se levantó de la silla, era alta para mi sorpresa. Me bajé de la camilla y la seguí, la enfermería era algo grande, tenía tres habitaciones bastante grandes con camillas y bastantes cosas que no conocía. Había bastantes pasillos estrechos hasta que llegamos a una puerta de vidrio. Con mi primera visita en la enfermería podía darme cuenta de que mi colegio es un mundo aparte.
—Esta es la salida, sigue a la derecha y no cojas por ningún otro pasillo ya que podrías perderte. Ya ha habido varios niños que salen de aquí y se pierden en el edificio—Dijo Riley
—¿Este sigue siendo el edificio educativo? —Pregunté
—Sí, este es el límite si sigues por el otro extremo del pasillo están los edificios que no se usan incluyendo el que parece sacado de una película de terror—Explicó Riley
—Gracias supongo que iré al recreo—Dije
—De nada, te sugiero que te apures podría tomarte veinte minutos llegar al otro lado, inclusive más—
—Entonces comenzare a moverme—Dije
21 minutos después...
La cafetería se encontraba llena, casi no pude pasar por la entrada porque había fila para entrar... ¡Una gran fila solo para entrar! Era casi imposible moverse, pero peor intentar llegar hasta Andrés para ordenar algo para comer. Se me había olvidado por completo que habían llegado nuevos estudiantes. Esto es tan molesto.
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El Fragmento del Creador
FantasíaCategoría: Fantasía Oscura Damián Heerse sufre de amnesia desde los ocho años, provocado por un accidente, o al menos eso dicen sus padres los cuales no muestran ningún tipo de afecto hacia él. Lidiando con el abuso escolar y el maltrato en casa un...