48. Alberto Hernandez

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2 de junio del 2014

Sentía el ardor en mi ojo derecho, la sangre salía de los orificios de mi nariz mientras que la bota de mi padrastro se enterraba en mi estómago. Solté un quejido que acompaño los sollozos de mi madre. Abrí el ojo que no estaba hinchado de puñetazos y vi a mi hermanito escondido detrás de un mueble tembloroso por la ira de su padre.

—¡Estúpido mocoso! ¡Bastardo insolente! —Gritó el Sr. Lack mientras me pateaba en las costillas

Hice un esfuerzo para arrastrarme por el piso lleno de vidrios rotos y botellas de licor, las patadas me habían dejado sin aire.

—¡Esas anormalidades no serán permitidas bajo mi techo! —

Me agarro de la camiseta y me levantó, me dio un puñetazo en la boca haciendo que saliera sangre para luego empujarme contra la pared, sentí el impacto en la espalda y grité del dolor.

El Sr. Lack se dio la vuelta y vio a mi madre temblando en las escaleras, sin perder el tiempo la tomó por el cabello y le gritó:

—¡Se vuelve hombre o lo echo de la casa! —

Mi madre entré sollozos le replicó.

—Es tú hijo...no le puedes hacer eso—

—Esa cosa no es mi hijo ¡Míralo! —

Markel, mi hermanastro de once años abrió los ojos como platos cuando vio que mi padrastro lanzó a mamá contra una vitrina que se rompió en pedazos. Tomó a Markel del cuello estrangulándolo con fuerza mi madre gritó desesperada.

—¡Suéltalo Jerry! ¡Dios mío es solo un niño! —

Markel recibió un puñetazo en el rostro y Jerry lo tomó del cabello. Señaló el maquillaje que estaba mezclado con la sangre de mi hermanito.

—Le gustan otros hombres y se quiere vestir como niña ¿Qué clase de criatura has parido Bonnie? —Cuestionó mi padrastro

—Papá...—Susurro Markel

—¡Silencio! ¡Tú no eres mi hijo al igual que ese perdedor que está allá! No eres normal y nunca lo serás ¡Bonnie! ¡Te pondré a parir más hijos! ¡Estúpida zorra! —Gritó Jerry Lack con autoridad

Arrojo a Markel hacia los escalones este cayó haciendo un fuerte estruendo y comenzó a llorar. Jerry comenzó a caminar hacia nuestra madre. Me puse de pie con esfuerzo e intenté empujar a mi padrastro para apartarlo de mamá, pero no podía contra su musculoso cuerpo, el bastardo era fisicoculturista. Él esbozo una sonrisa y me dio un codazo en la nariz, me llevé ambas manos a esta y retrocedí aturdido por el golpe.

—¿Por qué defiendes a tú madre chico? Ella nunca te ha defendido y nunca lo hará ¿Te tengo que recordar que no fuiste planeado? ¿Qué fuiste producto de una violación y ella te quería abortar? Mírala, Alberto ella ni te puede ver a los ojos—

Mi madre me dirigió una mirada de odio y después la aparto, caminó como pudo hasta Markel para consolarlo. Recibí un rodillazo y caí de rodillas.

—¡No deberías de estar bajo mi techo! —Bramó

«Mamá di que lo que acaba de salir de su boca es falso...por favor demuéstrale que se equivoca»

Pero ella solo abrazo a Markel con fuerza, no me defendió o si quiera se giró a ver cómo me encontraba. Los moretones, la nariz torcida y el ojo morado dejaron de dolerme.

—¿Mamá? —Dije a duras penas

Ella me ignoro, Jerry aparto a Markel de ella con fuerte empujón, la tomó del rostro con fuerza y la puso ante mí.

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora