52. Kevin Bauer

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El verdadero rostro del experimento

El sol me impedía ver el camino de tierra, coloque en una mano en mi frente para hacer algo de sombra. A los lejos estaba mi casa, era de madera y relativamente pequeña. Nuestras vacas comían pasto con calma en nuestro gran campo que le ha pertenecido a nuestra familia por generaciones.

En el camino, no muy lejos de donde estaba había un árbol con un columpio casero, en él había una chica sentada jugueteando con su cabello ondulado de tonalidad oscura. Cuando estuve lo suficientemente cerca de ella se cruzó de brazos y arqueo una ceja.

—Si hermana te acompañare a dar un paseo en la mañana—Expresó sarcásticamente Gretchen

Me rasqué la cabeza, lo había olvidado por completo.

—Lo lamento Gretchen, me compliqué en la mañana y se me fue la onda—Respondí sintiéndome mal por fallar a mi promesa

Ella se encogió de hombros.

—Bueno supongo que me lo tengas que compensar, papá está furioso contigo—

—¿Furioso? ¿Por qué? —Pregunté desconcertado

—¡Friedrich Bauer! ¿De verdad no sabes por qué nuestro padre tiene ganas de matarte? —Dijo mi hermana levantándose del columpio

Me sacudió el cabello quitándome algunas hojas que tenía y con un pedazo de su traje me limpio el rostro, sin tener éxito se rindió.

—¡Dios mío hermano! Así de sucio no podrás presentarte ante padre—se recostó contra el tronco del árbol—Fracasaste la prueba de admisión a la universidad, papá te insistió en que aplicaras para ser doctor y no pasaste la prueba—

"¿La prueba de medicina? ¿Cuándo ocurrió eso?"

—No recuerdo haber hablado eso con él—Respondí

—Dile eso a él, sospecha que la fallaste a propósito...—

—¡No tiene sentido! Yo no haría eso—

Gretchen se dio una palmada facial.

—Hermano no me tienes que mentir ¿sabes eso no? Yo sé que tú pasión no es la medicina, es el arte. Papá siempre ha odiado que te guste pintar porque considera que vas a ser un vagabundo en la calle—

Iba a replicar, pero ella hizo un ademán para que no abriera la boca.

—Tú sabes que mamá y yo siempre hemos creído en tu talento, pero el que manda en la casa es papá, ve a la casa, él está esperándote—

Tragué saliva.

—¿Vas a acompañarme? —Pregunté nervioso

—Por supuesto, pero no puedo defender lo indefendible—

—¿A qué te refieres con eso? —Le pregunté a Gretchen confundido por sus palabras

Pero mi hermana ya no estaba, parpadeé, se había esfumado por completo. Era extraño, sentí una gran nostalgia hablando con ella, como si tuviera años sin mantener una conversación con ella.

Caminé con pasos lentos hacia la casa, mi padre tiene un temperamento terrible y cuando haces algo que no es de su agrado...las cosas se ponen feas.

Cuando estuve ante la puerta de madera sentí un calor repentino y un olor a quemado. Agarré la manilla con mi mano y sentí un ardor intenso, solté el picaporte sacudiendo mi mano desesperadamente, me había quemado la mano.

"¿Por qué esa cosa arde como si estuviese en un horno?"

Reuní valor y con la misma mano que use gire el picaporte rápidamente y entré a la casa. Al entrar vi como había fuego por todas partes: muebles, utensilios, ropa, suelo e incluso las ventanas ardían de una manera irreal.

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora