El Fragmento del Creador

34. Marcos IV

La cena era extravagante, la vampira tomando sangre, humanos comiendo comida y los demonios imitando al hombre en sus costumbres alimenticias. La comida que me habían servido estaba deliciosa pero las ganas de comer desaparecían cuando veía a Selena bajarse un frasco de sangre. Intentaba disimular, pero era incómodo.

Era real, esto estaba sucediendo ante mis ojos, no es discutible. Para ellos esto es de todos los días, algo rutinario como comer con tu familia sanguínea y pese que sucedía ante mis ojos no era capaz de tragarme esto.

—¿Por qué no comes Marcos? —Preguntó Kevin mientras se servía papas fritas en su plato

—Bueno... ¿Cómo lo digo? —Dije temblando

Anders le dio un golpecito a Kevin en el hombro.

—¿Acaso no ves que el niño está que moja los pantalones? Kevin tienes que recordar que lo has metido a esto de golpe hombre, recuerda que él debería estar jugando videojuegos en lugar de cenar con chupasangres y criaturas que le sacarían las vísceras con facilidad—

Kevin se rascó la cabeza y asintió

—Cierto Anders, se me va. Disculpas Marcos come con calma y no pasa nada, no considere que esto te chocaría tanto—

Asentí con la cabeza.

—¿Por qué el niño nuevo nos tiene miedo? —Preguntó María

El rojo de su iris me daba curiosidad y al mismo tiempo miedo, hacia el mejor esfuerzo para no quedarme viendo, no quería que demonios y una vampira se lo tomaran a mal. Sin embargo, pero al escuchar la inocencia de su pregunta pude calmarme un poco. Anders le desordenó el cabello a María de manera juguetona, ella intentó hacer lo mismo con el suyo, pero no alcanzaba.

—Les tiene miedo porque no sabían que existen, para el niño ustedes son cuentos para asustarlos si se portan mal—

—¿Disculpas? A nosotros nos convirtieron en un cliché toxico para las niñas humanas—Dijo Selena molesta

Anders se llevó la mano al rostro.

—Cierto... ¿Cómo se llamaba? Si ¡Crepúsculo! Ahora nadie les teme a los vampiros porque son para romance adolescentes—Respondió Anders

—¿Y nos deberían temer? La gran mayoría de nosotros no matamos humanos inocentes por capricho, la mayoría de los vampiros que nos dieron mala reputación ya están muertos. Me convirtieron unos siglos después del descubrimiento de américa y para ese tiempo la mayoría si eran malvados—Replicó Selena

Abrí los ojos alucinados al escuchar las palabras de Selena. Era increíble el tiempo que llevaba en este mundo, todos los acontecimientos que debió presenciar...

Selena observó mi reacción deteniendo su conversación con Anders.

—¿Te sorprende que seamos tan viejos niño? ¡Ja! No tienes ni idea de los seres que tienen desde la prehistoria existiendo, sobre todo los demonios son muy longevos, antes de la purga los dragones y elfos eran casi igual de longevos. El día de hoy no hay ni lagartos que escupen fuego o seres con orejas y nariz puntiagudas, pero en el caso de los elfos hay humanos que tienen la sangre de estos ya que en algún momento se cruzaron con un humano dando como resultados humanos más longevos como el caso de Anders—Dijo Selena

—Pero esas características élficas se perdieron con los siglos, los últimos elfos puros son de la cuarta era cuando los dragones no se habían extinguido, antes de los dinosaurios y Mesopotamia. Tengo sangre élfica, pero es de hace milenios...—Comentó Anders

Úrsula emocionada por el tema de la conversación preguntó:

—¿Quién es el demonio más viejo que existe? —