10. El nuevo punto de reunión

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6 de marzo del 2014

Estaba en lo que creo que es una escuela, no es el Instituto Seele, pero compartía su extensión. El patio era hermoso, estaba cubierto con flores azules y unos pocos grandes árboles que dejaban una gran sombra debajo de estos. Era una vista de fantasía. Los niños jugaban en el patio como si fuera el paraíso, no me hubiera dado cuenta de que es una escuela si no tuvieran uniforme. Es raro porque jamás había visto una escuela con ese uniforme en Panamá.

Un camino de piedras estaba justo a mis pies, no estaba seguro si recorrer el patio o solo quedarme viéndolo. Entonces debajo de un árbol que podía estar como a cinco metros de mi vi a una chica sentada en el piso con su espalda recostada en el tronco. Me acerqué con unos pasos lentos, no quería que este sueño se convirtiera en una pesadilla. La chica tenía un cabello rubio dorado, sus ojos eran celestes como el cielo, no pude evitar ponerme un poquito rojo.

Ella escribía en su libreta azul, con mucha concentración sin detenerse. No podía evitar mirarla, para mí era imposible despegar mi vista de ella...es como si debiese ser así. Un grupo de niños que no superaban los once años entraron al patio por donde yo entré y observaron a la chica. Susurraron entre ellos y rieron un poco, se acercaron corriendo.

—¡Mira! ¡Mira! —Gritó uno

—¡Adivina quién es! —Siguió el de atrás

—¡La niña anormal de la clase! —Terminó el siguiente

La chica cerró la libreta con fuerza, frunció el ceño y miró a los chicos de arriba a abajo. Se puso de pie y se dispuso a irse, pero el grupo se puso en su camino.

—¿Qué quieren? —Interrogó furiosa

—¿Qué tanto escribes en esa libreta? —Preguntó uno de los niños

—¡Qué te importa mocoso! —Respondió la chica

—¡Vamos! Muchachos su libreta va a estar llena de cosas raras ¿Acaso no recuerdan como hablaba sola en el salón? De unos seres que controlan nuestras vidas y que somos unos juguetes para ellos. Un día entro al salón de clases asustada diciendo que los demonios y dioses existían ¿Qué podemos esperar de una chica que dice semejantes tonterías? —Dijo uno del grupo mientras caminaba alrededor de ella

—¡Quítense del camino! Quiero estar sola...—Gritó la chica mientras intentaba apartarlos del camino con sus brazos

Los niños le impedían el paso, la empujaban con fuerza hacia atrás, furioso intenté ayudarla, pero mi cuerpo solo atravesó sus cuerpos, confundido traté meterles una bofetada, pero mi mano solo paso dentro de ellos como si nada. Golpeé la tierra con frustración, no podía hacer nada al respecto.

—Fenómeno ¿Es cierto que trajiste un pájaro de vuelta a la vida? —Preguntó el más bajo de todos

«¿Revivir un pájaro? Eso es imposible»

La chica ni se inmuto, solo se quedó en silencio, bajó la cabeza para evitar la mirada de los chicos y salió corriendo hacia las instalaciones del colegio abrazando su libreta contra el pecho. El más alto de los chicos tomo una piedra del suelo y la arrojo, esta le dio en la frente a la chica, ella cayó de manera brusca en el concreto de la entrada. El grupo de chicos se rio a carcajadas sin parar. La niña se puso de rodillas con dificultad, unas lágrimas bajaron por sus mejillas, una parte de su cabellera dorada tenía rojo por la sangre.

Extendí mi mano para ayudarla a levantarse, aunque posiblemente no funcioné de nada.

Abrí los ojos, Sebas y Susana me estaban sacudiendo, levanté la cabeza del escritorio con lentitud. Me quedé dormido en alguna clase de seguro.

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora