71. Alberto IV

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Si destruía aquella máquina construida por Josef Mengele terminaría con la primera instrucción que me dio Duncan en el pasado, según él tal vez destruyéndola arruinemos el futuro visto por el Observador, pues el viejo Duncan quería traicionar a ese que ve el futuro. Destruir la máquina sería algo que el Observador no tenía anticipado.

«¿Cómo encajaban los demás en esto? Los trajes aquí y Emily murió...capaz en este momento todos estén muertos y solo quede yo...»

Tina Ricci se acercó y caminó en círculos sin dejar de verme, las lágrimas fantasmales se habían quedado suspendidas en sus mejillas. Ella no estaba viva, no tenía cuerpo físico con terminaciones nerviosas para sentir dolor, sin embargo, parecía sentir miedo como una persona de carne y hueso.

«No puedo sentirme culpable...lleva años muerta»

La enfermera Riley que sabía de mi situación con mi padrastro y me ayudó cuando tenía heridas que resaltaban demasiado a la vista también estaba muerta. Nunca estuvo viva.

—No puedo creer que Duncan se quiera deshacer de nosotros, él no tenía idea que íbamos a morir ¿Sabes? Todo sucedió porque Facundo vi algo que no debió ver en la oficina del director Namilton después de clases, se lo dijo a Mario que era un compañero de nosotros y dos días después Facundo no regreso después de unas clases extracurriculares, Facundo era compañero de salón mío y de Mario, hermano menor de John—

—John es el otro que está en la lista de desaparecidos ¿Por qué no lo he visto cómo fantasma? —Interrogué

—No todos morimos al mismo tiempo...John y su grupo de amigos al oír lo que les dijo Mario fueron a la policía, no les creyeron que Robert Namilton era en realidad Josef Mengele que debió ser juzgado en los juicios de Nuremberg, claro en ese momento nadie sabía que Josef estaba siendo protegido por el gobierno de Panamá... ¿Quién era el presidente en ese año? ¡Ah si! Roberto Chiari— Relató el espectro de la niña

—¿Por qué no estas en un trance como Lily? También Riley—Interrogué

El fantasma infantil se encogió de hombros.

—¿Por qué tuvimos que morir en primer lugar? Los mayores solo descubrieron que un genocida era el director del colegio y bajo su criterio hicieron lo mejor que era informar a las autoridades, los menores como Facundo solo vieron cosas que no debían ver...yo solo fui una eliminación para asegurar el secreto del director. No éramos delincuentes, ni cumplimos la mayoría edad y...—Los ojos espectrales de la niña se cerraron como si hubiese recordado algo que le disgustaba

«Duncan debió haber encomendado esta labor a otra persona...esto se siente incorrecto ¡No! ¿Cómo puedo usar la palabra incorrecto después de todo lo que he hecho? No tengo derecho a hacerme el moral»

—Si no te incomoda mucho ¿Cómo moriste?—

—Después de que John y el resto de los chicos mayores intentaron resolverlo con la policía, se les ocurrió la tonta idea de entrar a la oficina del director para recolectar pruebas, pero al entrar a la oficina de Mengele tras forzar la cerradura ya nos esperaba un hombre que no era el director...—La niñita fantasma hizo una pausa breve—Él ya sabía nuestros nombres y lo que teníamos planeado hacer, él...desintegro a Leandro primero...luego los militares de panameños nos llevaron a la parte subterránea del colegio—

— Ellos...torturaron a John y Fabio hasta que sus cuerpos no aguantaron más, Bianca y Lily se fueron con Manuel Antonio Noriega y nunca supe que les ocurrió. Yo...fui estrangulada hasta que me desperté así, sin cuerpo físico

—Todos estos años me pregunto que ha sido de mamá, no me puedo imaginar su desesperación cuando no me encontró en la salida del colegio, nunca tuvo un cierre...ni encontraron mi cadáver—Dijo Tina

Justo como Bob, pobre chico y ni tengo palabas para describir lo que me hizo sentir ver a sus padres buscando por todas partes a su único hijo. Son padres que, si amaban a sus hijos, no como mi madre que me odiaba por nacer y respirar, no creo que salga con vida de aquí siga el plan de Duncan o no, admito que tal vez todo el grupo ya este muerto. Lo único que sabía con certeza es que soy incapaz de destruir la máquina para que los fantasmas se desvanezcan en la nada.

—No confío en que salga de este lugar, sin embargo, si lograse escapar ¿Quieres que encuentre algún familiar tuyo y le diga lo que ocurrió? —Pregunté

Tina Ricci pensó.

«Es lo mejor que puedo hacer ya que no puede abandonar el mundo de los vivos, darle el cierre a su familia»

—¿Lo dices en serio?—Dudó la niña fantasmal

Asentí con la cabeza.

—Promételo con el dedito—Demando la niñita estirando su dedo índice fantasmal

—Claro—Repliqué estirando mi dedo índice hasta el de ella

Obviamente era incapaz de sentir el dedo del fantasma, pero la intención es lo que cuenta ¿No?

—Prometo encontrar a algún familiar tuyo y contarle lo que te ocurrió—Juré

Tina Ricci asintió con la cabeza sonriente.

—Y nunca se equivoca—Habló una voz femenina atrás nuestro

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora