Al observar como Kevin parecía estar durmiendo me sentí culpable, debí ofrecerme yo sin dudarlo, yo soy el que merece morir aquí, no obstante, el remordimiento no evitaba que me entraran escalofríos al pensar en morir. No sería la primera vez, pero me quedaría muerto como debería ser.
«Mis padres arruinaron la vida de Kevin y Juan, lo correcto es que yo muera ¿no? Así también las personas dejarían de morir al azar como Sara, mi presencia aquí es antinatural»
Humbert y Brithel susurraron entre ellos, luego Brithel asintió con la cabeza. El suelo resplandeció, Brithel comenzó a cortarle la garganta a los jóvenes que se encontraban encadenados, sus cuerpos caían uno por uno en el suelo que comenzó a cambiar de color. Unas esferas brillantes abandonaban sus cadáveres y flotaban hacia la máquina gigante con grandes tubos que adquirían una coloración anaranjada. Un pequeño temblor hizo que me tropezará, Humbert empapó la katana de Susana con la sangre de las víctimas y dejo caer varias gotas sobre las páginas del libro, un sigilo traslucido apareció sobre ellos,
—Trae la sangre de Duncan—Ordenó Humbert mientras sacaba algo de una bolsa
Brithel con una pequeña navaja bajo los peldaños de la zona circular y camino hacia donde estaba el resto, paso a mi lado sin prestarme atención y cuando llego a unos metros del cadáver del anciano la chica llamada Selena se puso al frente del cuerpo.
—¿De verdad piensas que puedes hacerme esto difícil Selena?—Cuestionó Brithel
Selena titubeó y con lo que parecían ser lágrimas en sus mejillas se mantuvo entre el cuerpo del viejo y Brithel. Brithel se llevo una mano a la frente y negó con la cabeza.
—¿Quién los entiende a ustedes?—Dijo Brithel para si mismo
Sin darle tiempo de reaccionar a Selena, Brithel la agarro del cabello y la arrojo al otro lado de la habitación, la mujer se estrelló de cara contra una columna.
—¡Selena!—Gritó Marcos corriendo hacia ella
Brithel cortó la piel del viejo y dejo que la hoja se mojara con la sangre. Regreso al lado de Humbert en un abrir y cerrar de ojos, ni se dio la vuelta o camino, es como si se hubiese trasladado en un instante al lado de su señor.
Brithel le entregó la navaja a Humbert, este la sostuvo con seguridad y mancho las páginas oscuras del libro, cuando la sangre del anciano entró en contacto con las páginas negras del libro estas dejaron ver que tenían algo escrito.
Tres sigilos más aparecieron sobre el primero y comenzaron a girar, el cuerpo de Kevin brilló, un olor a quemado y humo le acompañaron. Una esfera luminosa salió de su cuerpo y levitó hasta la maquina que chirriaba. El suelo temblaba y se resquebrajaba, caí de frente mientras veía como Humbert y sus subordinados se alejaban lentamente del área circular.
Los cadáveres de los sacrificios y el de Kevin se hicieron polvo, una gran brecha se abrió como si alguien hubiera cortado el aire, al otro lado de la brecha solo había oscuridad. Otro temblor hizo que la cueva se estremeciera, polvo y escombros cayeron del techo, el suelo no paraba de moverse y quebrarse.
Humbert le arrojo la katana a Susana, el arma cayó a unos metros de la pelirroja y desapareció. La nueva no despegaba su vista de mí y del subdirector. Ulises se puso de rodillas, su herida todavía no sanaba del todo.
El primero que se acercó a la brecha oscura fue el niño del pie desfigurado que dudo, pero entró de un brinco, le siguió Palliata que arrastraba su cabellera verdosa por el piso, el tercero fue Brithel y el último fue el subdirector Humbert que se dio la vuelta y nos vio antes de entrar a la brecha oscura.
La plataforma circular se derrumbó, los escombros cayeron al abismo y el puente de mármol que llevaba a esa zona circular se inclinó levemente hacia el abismo. Con mis manos intenté no deslizarme hacia el fondo, pero el piso era muy liso y era difícil mantener el balance con los temblores. Ulises clavó sus ojos rojos en mi y con sus manos ensangrentadas comenzó a venir hacia mí.
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El Fragmento del Creador
FantasyCategoría: Fantasía Oscura Damián Heerse sufre de amnesia desde los ocho años, provocado por un accidente, o al menos eso dicen sus padres los cuales no muestran ningún tipo de afecto hacia él. Lidiando con el abuso escolar y el maltrato en casa un...