40. Sebastian V

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12 de mayo del 2014

El sonido de notificaciones de whatsapp me quitó el poco sueño que tenía, me levanté de la cama y fui al escritorio donde la pantalla de mi teléfono estaba iluminada. Había sido añadido a un grupo nuevo por Carolina Jouvet llamado "Fiesta sorpresa" me rasqué la cabeza confundido por el título del grupo. Nadie que conociera cumplía años el 15 de mayo. Damián cumpliría quince el 12 de agosto y Juan ya cumplió 13 en abril. Sin dejar de lado que estamos en medio de exámenes trimestrales y al menos yo estoy quemado de estudiar tanto.

"¿No hubiera sido mejor dejarlo para la semana de vacaciones que es al principio de junio? ¿Quién es el desafortunado que cumple en medio de exámenes?»

Mis dudas fueron despejadas cuando antes que pudiera preguntar en el grupo Carolina aclaró que le quería hacer una fiesta sorpresa a Susana. Juan abandonó el grupo sin perder tiempo. Los hermanos de la pelirroja respondieron alegres en el grupo, ofrecieron detalles de las cosas que le gustaban como el campo, la malteada de vainilla y la pizza con piña que a cualquier persona sana le parece una abominación.

Rodolfo no tardó en hacer presencia en el grupo, afirmó que compraría la pizza para la cumpleañera, las gemelas Belov sugirieron que lugar sea en la casa abandonada que usábamos para reunirnos ya que había una linda pradera donde estaba ubicada y se ofrecieron a limpiarla, los hermanos de Susana y Sara Brown se pusieron de acuerdo para llevar decoraciones.

John Taylor respondió un párrafo gigante lo agradecido que estaba por estar invitado al cumpleaños y que traería cosas de picar, un regalo y su cámara para tomarnos fotos en grupo de alta calidad.

Había comenzado a escribir pensando en que puedo aportar, pero caí en cuenta de algo que nunca me había puesto a pensar.

«¿En qué momento de mi vida Damián o Juan tuvieron la consideración de organizarme una fiesta? ¿Tan si quiera algo chico? Incluso la mayoría de las veces se les olvidaba que cumplía años y no se acordaban hasta que pasaron meses»

Puse en el grupo que podía llevar las bebidas y el pastel de su sabor favorito que para sorpresa de todos nadie sabía cuál era su dulce preferido, ni sus hermanos. Así que me tocaba adivinar cuál sería su dulce preferido.

No solo era el dulce, sentía que tenía que dar un buen regalo pese a que lo sucedido me ha dejado sin dormir por varias noches, Susana me seguía atrayendo, pero la escena del chico suplicando por la vida de la niña demonio aparecía en mi mente todos los días, incluso cuando debería de estar prestando atención en clases. Susana no era la persona que yo idealicé.

La cosa es que no tenía idea de que regalarle...nunca hablaba de que le gustaba. No sabía nada de su vida.  Así que tengo que adivinar que le podría gustar de regalo y su dulce preferido.

Después de las clases fui a visitar a Damián al hospital, conseguir taxi fue algo problemático dos carros colisionaron en medio de la estrecha carretera provocando un tráfico de casi tres horas. A las cinco y media cuando el sol ya se estaba ocultando llegué al hospital. 

Al abrir la puerta de la habitación me encontré a Damián durmiendo y su compañera de habitación que miraba por la ventana a los carros pasar por la carretera.

—Buenas noches—Saludé

La chica de cabello grisáceo se dio la vuelta y cerró la cortina.

—Buenas noches ¿Tú eras Sebastián no? —Replicó la chica

Asentí con la cabeza.  Iba a preguntarle su nombre con mucha pena porque yo he venido ya muchas veces, pero no había logrado aprenderme su nombre. Por suerte alcancé a leer su nombre en el cuaderno que estaba en la esquina de su cama "Adelina Luxheile"

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora