6 de abril del 2014
El viaje a la capital fue dentro de lo que cabe, silencioso y estresante. Nadie habló durante el trayecto, pero los agujeros en la carretera y los taxistas que atentaban contra nuestra vida hicieron que me agarrara con todas mis fuerzas del asiento de la camioneta. El panameño no sabía manejar.
Cuando divisé el puente de las Américas estuve desconcertado por unos instantes hasta que recordé que era lo que dividía la capital y Panamá oeste. Mientras pasábamos el puente vi por la ventana los barcos que llegaban con cargamentos, se dirigían al Canal de Panamá.
La arquitectura gringa resaltó en Balboa, las casas eran distintas a las del west, eran más grandes y el tejado era de ladrillos, todas estaban pintadas de blanco. Después de todo los gringos solían vivir aquí hasta la devolución del canal hasta 31 de diciembre de 1999.
—¿Por qué se ve tan yankee? —Cuestionó Sofía
—Aquí solían vivir los gringos cuando nos quitaron el canal, por eso se ve tan norteamericano—Hablé
La amiga de Sofí se recogió el cabello en una cola y habló.
—Te dije que la capital y west no son lo mismo, la capital es tercer mundo con pinceladas de Estados Unidos—
Observé a la chica morena de cabello desordenado, no había oído una mejor descripción de Panamá en mis cortos trece años de vida. Sofía chasqueó los dedos.
—¡Lo había olvidado por completo! Juan ella es mi mejor amiga Kendra Sierra, ella va conmigo al séptimo B—Habló Sofía
Esperaba que Kendra hablara, pero se limitó a ver la carretera llena de agujeros.
—Creo que podemos hacer una parada aquí—Anunció el padre de Sofía
Sofía se quitó el cinturón de seguridad y se inclinó hacia su padre que no despegaba la vista de los autos que se hacían cruces ilegales.
—¿Te sientes bien? No tenías que invitarnos si estabas mal—Dijo Sofía
El viejo le restó importancia con un gesto de su mano y torció el labio.
—Me encuentro bien—Me vio por el retrovisor y siguió—Solo me llegó un recuerdo amargo, cosas que son mejor enterrar. Bajémonos que el día esta despejado, lástima que mi ojo derecho no vea nada—Terminó mientras se estacionaba al lado de la vereda
Nos bajamos de la camioneta y fuimos a buscar helados al Nikos Café, después de hacer una pequeña cola para conseguir nuestros helados aprovechamos para ir a la librería de al lado, necesitamos comprar libros para el colegio.
La librería no era tan grande como la del colegio y su organización por categorías era pésima. Con paciencia y buena observación encontré los libros que necesitaba para el instituto, uno de los juicios de Núremberg y el otro sobre los presidentes de Panamá. Para español me había tocado Las troyanas de Eurípides y en historia hacer una exposición oral sobre Arnulfo Arias, Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega. Estos dos últimos fueron dictadores entre los 60s y 80s.
«Arnulfo Arias fue simpatizante nazi, una vez en una clase un profesor leyó un discurso racista que hizo...que asco de persona»
—¿Te tocaron los ex presidentes de Panamá? Me hubiese gustado leer sobre ese tema—Dijo Sofí mientras buscaba en el desorden lo que necesitaba
—¿Qué te tocó? El profesor de historia suele poner temas muy interesantes—Repliqué
—Las leyendas artúricas—Replicó Sofía con un semblante sombrío y puños apretados con fuerza
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El Fragmento del Creador
FantasyCategoría: Fantasía Oscura Damián Heerse sufre de amnesia desde los ocho años, provocado por un accidente, o al menos eso dicen sus padres los cuales no muestran ningún tipo de afecto hacia él. Lidiando con el abuso escolar y el maltrato en casa un...