«¿Mi padre? ¿Papá asesinando a su mejor amigo?»
Negué con la cabeza.
«Podía creerle a Brithel que intentara matarme a mí pero no a Cassian Sheck»
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Brithel y con un dedo me señaló.
—No me crees...¿No crees que Alaric Heerse podía dispararle a un hombre inocente cuando fue asistente de Mengele en Auschwitz? ¿Un hombre que uso civiles desde ancianos a niños para experimentos no sería capaz de dispararle a Cassian Sheck?—Sugirió Brithel mientras caminaba en círculos
«¿Qué?»
Brithel se detuvo y volvió polvo el plato.
—¡Alaric Heerse y Ametria eran asistentes de Mengele! ¿Acaso Adelina te dejo sin capacidad de razonamiento? ¿Por qué crees que Kevin quería matarte? ¿Quién crees que mató a su madre y lo llevo a Auschwitz?—Se detuvo a unos metros de mi y soltó unas carcajadas—¿Nunca te preguntaste por qué tus padres odiaban tu color de piel? ¿No era sospechoso que era un problema que no te parecieras a tu hermana?»
Todo tenía sentido ahora, dejando de lado la maldición que mencionó Adelina mi aspecto era otro factor por el cual me odiaban tanto, mis padres eran unos putos nazis. Nazis...no solo un asco de padres, además asesinos de personas inocentes, incluyendo al padre de mi mejor amigo.
—Ya me crees al parecer, si, ellos según la moral de la sociedad de ustedes son igual o peor que Noriega o Hitler...la verdad es que no perderé tiempo debatiéndome quien es peor—Comentó Brithel
—¿Por qué? ¿Por qué asesinó a Cassian Sheck?—Logré formular la pregunta mientras la imagen del tío viendo a mi padre sacar un arma mientras sacaba la basura
—Por ti, para garantizar un futuro donde seas libre—Replicó Brithel
—¿Cómo asesinar a Cassian garantiza eso?—Interrogué
—¡Ah! Buena pregunta, pero yo no tengo esa respuesta, eso fue algo que conversaron el Observador y él, lo que sea que le dijo convenció a tu padre de hacerlo— Comentó Brithel
«¿Cómo se atrevió? No hay ninguna justificación para asesinar al tío Cassian...eso arruino la vida de Juan»
Apreté los puños con la poca fuerza que poseía, eran unos hijos de puta, ambos por igual...
«¡Si no hubiera muerto la tía nunca se hubiera cortado las muñecas en la bañera!»
Me puse de pie tambaleándome porque me costaba mantener el equilibrio, me apoyé en la pared y pateé los cubiertos, todo a lo que estaba en el suelo, servilletas vasos, velas papeles, cuadernos...
«¿Cómo se atrevieron a tratar a Juan como un hijo más? ¿Cómo pudieron llamarlo sobrino?»
Mis pies se enredaron y caí suelo golpeándome, malditas piernas inservibles, malditos mis padres...
«Tantas personas mató Adelina para traerme devuelta incompleta ¿por dónde valió pena cometer semejante atrocidad?»
Desde suelo mandé a volar todo lo que pude, latas, pergaminos, más velas que prendieron en fuego los papeles que había lanzado.
«Son cobardes ¡Hipócritas! Juan los quería como si fueran su sangre...»
—¿Ya terminaste con la rabieta de quinceañera?—Preguntó Brithel
Lo fulminé con la mirada.
—No me mires así, no soy el culpable de las acciones de tus padres—Replicó Brithel observando el desastre que había hecho
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El Fragmento del Creador
FantasyCategoría: Fantasía Oscura Damián Heerse sufre de amnesia desde los ocho años, provocado por un accidente, o al menos eso dicen sus padres los cuales no muestran ningún tipo de afecto hacia él. Lidiando con el abuso escolar y el maltrato en casa un...