18. Destino

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29 de marzo del 2014

Todo es muy brillante, no puedo enfocar mis ojos todo daba vueltas sin parar, no comprendía nada de lo que sucedía. Sentía un gran ardor en mi rostro, sentía un cosquilleo extraño en la piel de mi rostro, noté algo extraño en mis labios, no podía moverlos. Intenté moverme, al menos las piernas para ver si al menos con el tacto podía saber dónde me encontraba, pero para mi sorpresa no sentía mis piernas...no sentía casi nada de mi cuerpo.

Mis ojos enfocaron un abanico que se encontraba encendido y un aire acondicionado a la derecha. Pero había algo muy extraño.

«¿Acaso solo estoy viendo de un solo ojo?»

Movía la cabeza con lentitud para ver todo, estaba en una habitación con paredes blancas y un televisor, a mi derecha había una puerta. Sentí un dolor inmenso al intentar girar mi cabeza a la izquierda, solté un quejido.

«¿Por qué me duele tanto la nuca?»

A mi izquierda el resto de la habitación estaba diferente, esa parte de la habitación estaba pintada de rosado y decorado de una manera extraña. Había dibujos colgados en la pared, no podía verlos bien desde aquí, a mi lado había otra cama pero no podía ver quien se encontraba ahí porque había una cortina tapando mi vista. De nuevo hice el intento de mover las piernas para levantarme, pero no podía...simplemente no las sentía.

La puerta de la habitación se abrió, era una enfermera me vio de arriba a abajo y se tapó la boca con sus manos, como si estuviese contemplando una especie de milagro.

—Has...Has despertado finalmente—Dijo la enfermera mientras se acercaba con pasos lentos

—¿Có...m...m?–Intente pronunciar "como" pero mi boca no era capaz de articular sin dejar por fuera que me dolía bastante intentar hablar

«¿Qué me había sucedido? No siento mis piernas y no puedo hablar bien, ni puedo vocalizar una sola palabra»

—De seguro debes tener muchas preguntas... ¿Cómo debería iniciar? Verás...hubo una explosión de gas en tu colegio, todos tus compañeros salieron ilesos a excepción de ti. Aterrizaste sobre un carro casi muerto, por suerte tenías compañeros en el estacionamiento que pudieron llamar a una ambulancia, pero antes de que esta llegara te impacto un rayo. Tienes suerte de seguir con vida—Relató la enfermera

«¿Explosión de gas?»

—Pero eso no es todo, al caer de tan alto e impactarte un rayo sufriste quemaduras de alto nivel...perdiste tu ojo derecho y tu piel está hecha un desastre, si la ambulancia y los bomberos no hubiesen llegado tan tarde tal vez hubiéramos podido salvar más de ti...—Continuó la enfermera

«¡Espera! ¡Espera! Esto tiene que ser una mala broma o una pesadilla, vamos no puedo quedar desfigurado tengo toda una vida por delante ¿Acaso no es obvio? Tengo catorce años...»

—No sé cómo decirle esto joven...pero...pero usted sufrió una lesión en la columna vertebral al caer desde su salón de clases y ha quedado invalido. No hay nada que se pueda hacer—Afirmó la enfermera

Sentí una punzada en el pecho.

«Tiene que estar mintiendo»
—Lo lamento mucho niño—Concluyó  la enfermera

«Creo que no escuché bien ¿A caso dijo que no volveré a caminar? De seguro escuché mal y solo dijo que un tiempo me recuperare, necesito ir a los entrenamientos de futbol todas las vacaciones entrene para ver si entro al equipo de la escuela tal como hizo Juan para baloncesto. Siempre quise ser el número diez como Maradona, regatear a cuatro jugadores y anotar un buen gol...si no puedo moverme ¿Cómo podré lograr hacer eso?»

El Fragmento del CreadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora