011; Después del tercero, la Quinta

839 78 10
                                    

El clan Fukushima de la aldea escondida entre el sonido. Un clan poderoso, tan poderoso que no seguía órdenes, podían ser contratados por otras naciones. Dueños de ellos mismos, una fortaleza impenetrable, su tamaño era magnánimo, tanto así que generó pánico a sus alrededores.
Sólo podía caer si algún miembro importante caía o se revelaba ante su sistema feudal. A raíz de esas rebeliones fue que se implementaron reglas, marcas, y una rama con los más poderosos portadores del kekkei genkai por si había de proteger a los herederos del clan.

Fukushima Gakuto al terrible masacre de su clan se vió en la necesidad de huir, la gente del pueblo quería acabar con su vida y no es que no pudiera defenderse, pero no era un asesino. Así que encontró refugio en una de las grandes potencias ninja, Konohagakure.
El hokage de aquella época, Sarutobi Hiruzen, peleó se forma justa y limpia por conseguir que el sobreviviente de aquel poderoso clan se convirtiera legalmente en un shinobi de la hoja y no sólo por el poder que representaba tener un aliado de tal calibre sino, en realidad le apreciaba.

Conforme el paso del tiempo, Gakuto se dió cuenta de la figura paterna que el Sarutobi representaba en su vida, pues después de la muerte de su padre sólo quedaba el cascarón de un ninja que asesinada a diestra y siniestra, ahora con el nuevo en foque en su vida se había convertido en un excelente ninja médico discípulo de la prodigiosa nieta de el primer Hokage, Senju Tsunade.

No era de extrañarse que aquel refugiado se sintiera cual alma perdida, había muerto el tercer Hokage, aquel hombre que le brindó refugio y por ende la oportunidad de encontrar su hogar en el clan Yamanaka.
Al final del día, esa era la luz que conectaba a todos y cuando uno de nosotros abandona el plano terrenal es imposible sucumbir ante tal tristeza.

Por otra parte, estaba Daiki, quien se encontraba de alguna forma desprotegido pues sus padres eran unos de los tantos heridos tras la destrucción por parte de Orochimaru.
Inohika, supuso que su amigo y compañero ya no querría trabajar en la florería principal de su clan, pues su padres estaban hospitalizados por haber defendido a Gakuto e Inosuki durante el ataque, pero no; el Akiyama seguía trabajando y muy contrario de los que esperaba, más sonriente que de costumbre.
Ambos del equipo 5, entraron al establecimiento dónde se encontraron con el Fukushima regando los girasoles que daban a la ventana.

- Tengo una misión con Jiraiya-sama y Naruto-chan. ¿Vienes, hija? -en su rostro pudo encontrar el rastro de una pequeña sonrisa y ojeras bajo sus ojos que indicaban que habían estado llorando. Suspiró amargamente y comprendió que incluso el más fuerte podía lamentarse.

- ¿En qué consiste?, debo preguntarle primero a mamá...

- Ella ha dicho que sí. ¿Vienes o no?

Gakuto no era un padre ausente, pero a veces tanto trabajo en el hospital de la aldea consumía su tiempo y aún había un montón de cosas que quería aprender de él.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora