Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||

060; Cuando la muerte toca a tu puerta...

Hay lazos que nunca se van a soltar

La pelea contra el Jūbi hace mucho que había comenzado, se paralizó al ver a la bestia de diez colas frente a ellos. Los ninjas morían uno tras otro, sw preguntó si de verdad tenían alguna oportunidad de ganar.
Neji la bajó de su espalda y apretó su mano intentando llamar su atención.

- Hika, escúchame bien: No va a pasarnos nada. Estaremos bien, te lo aseguro.

- Prómetemelo. Por favor, hazlo.

- Te lo prometo. -le sonrió- Nadie nos va a arrebatar esta vida juntos. No dejaré que esto pase.

- Nunca me sueltes.

Sus ojos temblaban al igual que el resto de su cuerpo, aguantó las ganas de llorar. Estaba cansada de fingir, si era shinobi era por cumplir los deseos de sus padres. Ella sólo quería atender la florería y casarse con Neji, desde siempre, pero por presiones la habían mandado muchas veces a pelear con la muerte y hoy, en específico, era uno de esos días.

- De acuerdo. -contestó y tragó saliva- Vamos.

Obito miraba a la lejanía, le pareció increíble que entre miles de personas dos en específico llamaran su atención. Esa forma en la que la bicolor le acariciaba el rostro removió sus heridas, era la misma manera en la que Rin lo hacía con él.

Observaron a la bestia y cómo todos intentaban ponerse de pie, habían llegado un poco tarde, y aunque nada indicara que su presencia hubiera cambiado las cosas la pregunta no dejaba de darle vueltas en su cabeza.

- ¿Qué es eso? -susurró Neji al ver la bola gigante en tonos rojizos que se creaba frente a ellos.

- Dio a una aldea lejana. -una segunda se creó- De nada sirvió evacuar a toda esa gente.

- Sólo quieren arrebatarnos la esperanza. No dejemos que lo consigan.

Entre sí se miraron y asintieron, corrieron en dirección a dónde vieron a sus amigos y familiares. El clan Hyūga, el Yamanaka y los novatos de la hoja.

- Esa dirección.

El silencio cubrió al campo de batalla y su corazón se hizo pequeño al escuchar el plan que venía desde el cuartel general.
Intercambio miradas con Chōji, Shikamaru e Ino estaban por perder a sus padres. Luego no escuchó nada hasta que otra vez Inoichi hizo contacto con ellos.

¿Puedo confiarlas contigo, Hika? -Inoichi, el hombre que se había hecho cargo se ella y su madre le habló haciendo eco en su mente.

Sabes que sí. Respondió.

No esperaba menos de ti. Inosuki, lamento que tengas que presenciar esto..., pero siempre me hiciste sentir orgulloso de ser tu hermano. Las tres escuchen bien, no se abandonen y cuiden bien de Aikina díganle que lo mucho que la amo. Y me voy haciéndolo.

Miró a su madre, las lágrimas salían y pensó que esa mirada jamás podría sacarla de su mente.

...Te voy a llevar aquí en mi mente, cómo un amuleto, cómo un ángel. Tú mi buena suerte...

Sigan creciendo, chicos. -esta vez hablaron ambos y escucharon los cuatro. En un instante la comunicación se cortó.

- Sh-Shikamaru. -balbuceó el Akimichi.

- Estamos en una guerra y lo primordial es acabar con el enemigo, lo demás no importa ahora. -la rubia limpió las lágrimas de su rostro.

- Dile a tu novio que se quite la gargantilla. -ordenó Guren en cuánto aterrizó a lado de ella- Si vas a morir no será así.