Este capítulo comienza con una narrativa de Neji cuando aún era niños para aclarar futuras dudas jaja. Dicho esto, comenzamos.
Cuando coincidimos, cuando nos vimos Cuando sonreímos, cuando nos conocimos Cuando nos tomamos, cuando nos saludamos
Neji'sPOV
La noche era fría, había mucha gente a mi alrededor pero sentía que el mundo se me venía encima. Mi papá está muerto. ¿Por qué me dejó?, ¿acaso nunca le importó qué pasaría conmigo si él se iba?, ¿qué pasaría con mamá?
La gente se acercaba a darnos el pésame, llegó la familia del clan Yamanaka, Inosuki me abrazó fuerte, su cabello siempre olía a flores. Gakuto también vino, me abrazó fuerte y ninguno se separó de nosotros. Hika hizo lo mismo y pensé que mi corazón estaba hecho añicos se había pegado un poquito cuándo me abrazó.
Hiashi se acercó a decirle algo a Gakuto, estaban discutiendo, ¿por qué?, ¿por qué aquí?, ¿por qué ahora? Me levanté de mi asiento y salí corriendo, no sé a dónde, mis piernas sólo se movían sin tener una dirección. Quiero que la tierra me trague, quisiera morirme, quisiera ir con papá.
- ¡Neji-kun! -me detuve y giré a dónde venía el grito, era Hika, corría tan rápido cómo podía para alcanzarme- ¡Espera! -la nieve atrapaba el movimiento, hasta que tropezó y fue a dar directo al piso.
- ¡Hika-chan! -corrí a dónde ella y la ayude a ponerse de pie- ¿Qué haces aquí?
- Vine a buscarte. -dijo con voz temblorosa- No tienes porque estar solo. Nunca vas a estarlo, nunca voy a dejarte. Te lo prometo. -su nariz estaba roja de tanto llorar y del frío que hacía.
- No tenías porque venir tras de mí.
- Claro que sí. Eres mi amigo, te quiero mucho, y Neji-kun quiero estar contigo siempre. -estornudó- Hace demasiado frío aquí, ¿no podías escoger otro lugar? -tomó asiento en una jardinera y la seguí.
Pasé mi brazo por encima de ella para abrazarla, su cuerpo dejó de temblar y pude sentir el calor que viajaba a mis mejillas. Mi padre se había ido, mi mamá estaba cómo ausente pero Hika siempre estaba ahí, tenerla a mi lado era cómo pararte en los rayos del sol en un día fresco.
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Cuando hablamos, cuando quedamos Cuando salimos, cuando compartimos Cuando lo sentimos, cuando nos unimos
No había razones para mentirme a mí mismo, los años habían pasado y todos esos meses dónde estuvo fuera de la aldea fueron muy difíciles para mí. Pero ya estaba de vuelta, sonriendo y siendo siempre el sol en mi vida, ya me había dejado en claro que por el momento no podía estar en una relación por las presiones de su clan y de su madre, pero ¿por qué sí aceptaba todas esas salidas con Gaara?
