002; La pequeña deshonra. ¡En honor a un buen amigo!

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A principios de ese año habían enterrado a Hizashi y poco tiempo después a su esposa, su hijo había estado sumamente triste pero con el paso de los meses nuevamente había comenzado a sonreír, aunque ella sabía que probablemente jamás sería el mismo, desconocía la causa de la muerte de Hizashi y ni su padre le había querido contar, así que solo tenía que esforzarse mucho para que el castaño dejara ése odio que surgió de la noche a la mañana contra la familia principal.
Cuando creyó que las cosas iban mejor, un día todo volvió a ser como antes, incluso peor. Desde que llevaba esas vendas cubriendo su frente era más gruñón e incluso no era tan cuidadoso con ella a la hora de entrenar, pero eso no le importó, iba a seguir luchando por traer de vuelta al Neji alegre y divertido de vuelta, no sólo por ella y por él, le había prometido a Hizashi que no lo dejaría guiarse por la oscuridad y aunque no entendía muy bien lo que pasaba no iba a soltar a su amigo que tanto adoraba.

Al ingresar a su primer año de la academia creyó que las cosas serían más simples, conocerían gente nueva y estaba segura de poder hacer buenos amigos que también sacaran de esa oscuridad al Hyūga, pero al contrario el chico se había convertido en alguien más hostil, algunas niñas creían que eso era atractivo y pensó que esa situación la iba a volver loca aunque Neji no hiciera caso de ellas verlas a todas mirando al Hyūga con corazones en lugar de ojos la sacaba de sus casilla.
Por otro lado, los niños apenas y lo tomaban en cuenta en clases teóricas pero cuando tocaba una práctica todos rezaban porque no fuera él su contribcante, y Neji a ellos sí les ponía atención y rogaba que sus contrincantes fuera cualquier sujeto que mirara a Inohika pues se le pegaban como abejas a la miel provocando un humor peor al mayor.

- ¡Yamanaka Inohika! -el niño de pobladas cejas se detuvo frente a ella, y la castaña que lo acompañaba lo miró extrañada. Pocas veces habían cruzado palabras.- Eres la más bonita de la clase, y creo que eres muy inteligente, sé mi novia, ¡voy a protegerte con mi vida!

El color llegó a sus mejillas, Neji lo miraba fastidiado con una vena en su frente a punto de reventar y Tenten estaba al borde de un ataque.

- Piérdete, rarito. -dijo Neji y se recorrió un poco para estar más cerca de su amiga. Intentando demostrar que no estaba sola.

- Neji, no seas grosero. -le regañó pasó su mirada a Lee- Lo siento, me siento halagada pero mi respuesta es no. -respondió tan amable como siempre.

- Oh, ya entiendo. -levantó las cejas pícaramente- Ustedes son novios.

- ¡No! -respondieron a la par mientras intercambiaban miradas confundidas- Solo, no quiero un novio. Soy muy pequeña. -le sonrió mostrando todos sus dientes dejando a vista la ventana que tenía en el colmillo.

- ¡Entonces seamos amigos! -respondió animado.

Lee se sentó detrás de Neji y Tenten de ella. Cómo siempre lo hacían.

- No tienes porqué ser tan grosero. -dijo en voz baja.- Neji, todos tienen problemas, no tienes derecho a tratar así a la gente. -el chico la miró de reojo molesto y rodó los ojos- Lee, -hizo un leve puchero- ¿puedes hacerme un favor? -preguntó tras ver qué su amigo no le iba a responder- ¿podríamos cambiar de lugar?

- ¡Claro!

Los cuatro se pusieron de pie.

- Oh, no. Solo Lee y yo. -tomó sus libros entre brazos.- No tengo muchas amigas -le dijo a Tenten.

- Claro -se encogió de hombros y regresó a su lugar.

Intercambió lugar con el azabache, luego se inclinó un poquito para poder decirle algo al oído a su amigo que la miraba horrorizado, molesto y apenado.

- ¿Confundido, Hyūga? -susurró en su oído cuando pasó junto a él.

- Molesto, Yamanaka.

Si quería traer de vuelta al dulce Neji, no iba a poder hacerlo sola, tenía que demostrarle que no era normal que un niño de su edad fuera tan amargado, ¿y qué mejor forma que juntarlo con el más energético?
No iba a rendirse.

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora