063; Lo qué más desea tu corazón

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Volvió a su cuerpo de pronto, vió a muchos correr en su dirección siendo perseguidos por las raíces de ése árbol gigante. Le tomó un momento ponerse de pie, para de igual forma que todos correr.

Hizoka la tomó de la mano casi arrastrándola, intentaron huir de las raíces que iba tomando a los shinobis y asesinaba arrebatando su chakra. Sintió una terrible punzada en su tobillo, siempre pensó que ese falso que tenía en el tobillo desde hace años iba a matarla y éste era el momento.
De reojo notó que una de las raíces estaba por tomarla pero eso no evitó que siguieran en su intento de huir.
Un peso encima la cubrió, cayeron y rodaron durante varios metros, en un principio creyó que su momento de partir había llegado, sintió alivio no quería una vida llena de pérdidas, pero cuando abrió los ojos y se estabilizó un poco, se dió cuenta que el peso era de Hizoka que estaba encima de ella para protegerla.

- ¡Alguien ayúdeme! -suplicó- ¡Tetsurama-sensei! no!, -se acomodó de rodillas y recargó la cabeza del azabache en sus piernas- No, no, no, no. Hizoka-kun, escúchame bien: no te puedes morir. Tú no, por favor. Te juro que si mueres jamás te lo perdonaré. -el joven esbozó una pequeña sonrisa- ¿P-por qué demonios hiciste eso? Debí ser yo. -la castaña acudió al llamado de ayuda e intentó curarlo.

- Tú misma lo dijiste, Hika-chan. ¿Lo recuerdas? Moriría por ti.

- Hizoka-chan, no gastes fuerzas. -ordenó la mayor- Si mueres voy a maldecir, te lo juro.

- Eres mi mejor amiga, ahora somos lo único que tenemos, debo protegerte.

- Idiota. -susurró- En verdad siempre has sido un idiota muy valiente.

- Y con suerte de tenerlas cómo equipo.

Obito apareció en medio del cielo con un aspecto totalmente diferente, cómo por enésima vez en la noche dando un discurso de odio.
La gente a su alrededor brillaba con el chakra de Naruto a excepción de ella, cómo si el rubio respetara su decisión inicial. Cuando Hizoka por fin se recuperó, nuevamente atacaron para poder cortar el árbol antes de que el fruto terminara de florecer.

- ¡Ahora! -exclamó Hizoka para que pudieran repetir la técnica pero al girar a verla ya no estaba corriendo en dirección al árbol, esta vez iba directo a Orochimaru- Ay, no. Hika. -susurró y la siguió.

La bicolor llegó por la espalda dándole una patada a Orochimaru mandándolo al piso y se montó sobre él. Tomó su cuello de la camisa y su brazo se transformó en un cristal gigante que recargó en el cuello del Sannin.

- Eres un desgraciado.

- ¿Qué?

- ¡Oye!, ¡quita tus manos de Orochimaru-sama! -chilló Karin. Un pequeña montañita de salió de la tierra y golpeó a la Uzumaki en la cara. Suigetsu estalló en carcajadas y Hizoka intentó safarla.

- ¿Podrías hacer eso otra vez? -preguntó aún riendo. La bicolor giró a verlo y tragó saliva- ¿Y-y el Byakkugan?

- ¡No te interesa! -ladró- Por tu culpa mi vida se hizo un infierno, debería de matarte...

- ¿Y por qué no lo haces?

- Porque mereces pagar en vida todos tus crímenes.

- Porque yo te puedo ayudar a traerlo de vuelta.

- No, hacer tratos con este hombre dudo que sea buena idea. -regañó cuando por fin se pusieron de pie.

- Sólo piénsalo.

Pero a esas alturas sólo quería ser feliz.
Hizoka volvió a tomarla con mucha ternura y amabilidad cuidando cada uno de sus pasos, la realidad era que ella no estaba ni física ni emocionalmente bien para seguir peleando. Tomaron asiento en un lugar seguro mientras el azabache seguía intentando sanar todas sus heridas.
Gaara aterrizó justo delante de ellos y corrió a abrazarla.

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora