Su sueño fue interrumpido por el grito más chillón que había escuchado, casi pensó que se trataba de su prima, pero estaba segura de que se trataba de Daiki. Cayó del árbol en el que descansaba al escuchar el grito, enterándose una rama, pero con todo y el dolor corrió hasta dónde escuchó el ruido.
¿Y si algo le pasó? No debí dejarlos solos anoche.
Habían discutido ayer, pero eso no significa que iba a dejarlo morir en medio del bosque, no solo porque era hijo de los grandes amigos de su padre, sino que si algo le pasaba no aprobaría el examen.Divagando sin mucho sentido de la ubicación por el bosque, se encontró con Hizoka colgando de cabeza de la rama de un árbol.
— Caí en una trampa, —explicó— ¿podrías bajarme?
— Claro. ¿Fuiste tú quién gritó? —negó con la cabeza— Lo imaginé, seguro es Daiki. —buscó en su mochila. Sólo llevaba ollas, fósforos y ese tipo de utensilios— Demonios, las armas la tiene Daiki, —observó la cuerda— no podré cortarlo yo sola. Sólo espera, ya regreso.
— No es como que tenga a dónde ir. —bromeó.
Comenzó a saltar entre los árboles buscando a su amigo, pronto lo encontró con el rostro hinchado.
— No preguntes, es lo más estúpido que me ha pasado.
— Hizoka-kun está colgando de un árbol y no puedo cortar la cuerda. —estiró la mano— No necesito un Kunai, te necesito a ti. –Daiki sonrió de lado y aceptó la ayuda.
Pasó el brazo de su amigo por su hombro y fueron de regreso a dónde su compañero colgaba.
Cortó la cuerda y su amigo se estampó en el piso.— No podemos seguir si tu herida sigue así. —dijo Hizoka, mientras buscaba en su mochila— Y necesito que me digas que te pasó para saber cómo contrarrestar eso.
— Tenía mucha hambre y creo que comí moras venenosas. –habló con las mejillas infladas.
Con sus conocimientos sobre plantas y los instrumentos que llevaba logró preparar un ungüento para Daiki y con la medicina que Hizoka llevaba logró sanar las heridas de Inohika. Los tres se sentaron en círculo, mirándose unos a otros.
— Lamento haber traído las frituras –confesó el Fukui.
— Lo siento. —habló Daiki— No debí haberte tratado de esa forma —se dirigió a su amigo— y lamento decirte impura. No sé que pasó.
— Supongo que también debo disculparme. —rascó su nuca nerviosa— No debí gritarle. Y no tenía porque hablarte de esa forma, lo siento Chōji. —soltó un suspiro.
— Hika... Eres la más poderosa de el clan Yamanaka tanto como cualquiera, no debí usar esas palabras.
Volvieron pasando las 12, malheridos, hinchados y hambrientos.
— Creí haberles dicho que no quería verlos con algún rasguño —regañó Senju— y llegan 20 minutos tarde.
— Sensei, fuimos unos tontos y fastidiosos.
— Nos separamos por la noche, y nos metimos en un lío.
— Y traje frituras. —Hizoka confesó su crimen.
— Si va a regresar a alguien a la academia que sea a mí. Yo me separé de ellos. —bajó la mirada.
— ¿Y cómo es que llegaron hasta aquí? –preguntó.
— Inohika nos reunió y todos actuamos como un equipo -dijo Daiki— Pudo haber ayudado a Hizoka sin ayuda mía pero no lo hizo.
— Y ¿sabe qué, sensei? Si va a regresar a alguien a la academia, que sea a todos. —habló Hizoka.
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Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||
Fiksi Penggemar«- ¿Y todo lo qué me prometió no importa? - Oh, cariño, lo único que puedes obtener de ése clan son promesas vacías.» ©| La mayoría los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto. ©| Historia basada en el mundo Naruto/Naruto Shippuden. ©| Derechos...