026; Una extraña confesión

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-Estilo de cristal: belleza eterna -corrió hacia el sujeto que había clavado un kunai a Shikamaru, en cuánto lo tocó se cristalizó totalmente-. Idiota -posó la mano sobre el gran cristal que hacía frente a ella que pronto se volvió en finas partículas.

Hizoka la miró preocupado, últimamente parecía haber perdido la sensibilidad al matar a sus oponentes, especialmente si alguno había dañado a alguien de su equipo. Como si estuviera muy cerca de perder la cordura.

Chōji se echó a Shikamaru en la espalda, Ino terminaba con el único oponente que hasta hace unos segundos seguía vivo y Hizoka sanaba la herida de su brazo.
Buscaron una cueva dónde pasar la noche, él pelinegro revisó las heridas de Shikamaru y afirmó que estaría bien, solo que tendrían que darse prisa para que se recuperara pronto.

-Fui tan idiota. -susurró bajito-Fue mi culpa, yo estaba a cargo y dejé que todo se me fuera de las manos.

-No fue tu culpa... Estábamos informados de que eran cuatro personas, no siete, alguien lo arruinó.

-Yo lo arruiné. -escondió la cabeza en sus rodillas- Si algo le hubiera pasado a Shikamaru... -levantó la vista y lo miró, tenía el chaleco lleno de sangre y había vendas en su abdomen- Si algo le hubiera pasado a cualquiera de ustedes habría sido mi culpa. No me lo perdonaría jamás.

-Hika-chan no ha sido tu culpa. -habló Chōji- Shikamaru está bien, la misión ha sido completada. Mañana estaremos de regreso en la aldea él será atendido y todo seguirá bien.

-Yo haré la primer guardia.

Al siguiente día, Chōji llevaba a su amigo en la espalda para apresurar el paso, la culpa no la había dejado dormir y no lo haría hasta escuchar que estaría bien. Cuándo llegaron a la aldea Izumo y Kotetzu estaban por hacerle una broma pero al verla con esas ojeras y cara de cero amigos guardaron silencio.

Entregaron el informe a la Hokage pero no la dejó ir.

-Tienes otra misión. -estiró un papel- Tengo información de dónde podría haber una guarida de los Akatsuki, está en la tierra de los ríos cerca de la frontera. -la puerta se abrió dejando ver a Neji- Quiero que vayan y averiguen todo lo que puedan, si llegan a chocar con alguien de la organización les prohíbo que peleen solo regresen y eviten el combate a toda costa. ¿Entendido?

-¿Era necesario ir con Neji?

-Sí, y tú estás a cargo. Tienen media hora para salir. Lamento no dejarte descansar pero estamos cortos de personal.

- Lo sé. Lo sé.

Ambos salieron de la oficina y bajaron las escaleras en completo silencio.

-Hika, yo...

-Estoy cansada. Iré a casa a darme un baño, comer algo y te veré en la puerta. ¿Entendido?

Sin esperar la respuesta se marchó a casa, en cuanto entró a su habitación abrió la llave de la regadera dejando que el agua caliente le diera una buena temperatura al baño. Se dió la mejor y rápida ducha de su vida para salir recostarse en su cama, todo pronto se volvió negro.

Al abrir los ojos noto que solo le quedaban cinco minutos, se le había hecho tarde. Se levantó de un golpe y se vistió tan rápido como pudo, tomó su morral y salió corriendo a la cocina dónde Ino servía dumplings calientitos en un plato.

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora