Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||

Capítulo extra: Palabra Mudas

— Tetsurama, no sabes lo feliz que me hace saber que arreglaste las cosas con Tenzō. —sirvió té helado en ambos vasos— Por cierto, ¿quién te va a entregar en el altar?

— Mi bisabuela. Mis abuelos y padres están muertos, también la única figura paterna que tenía.

— Uh, que elegancia. La esposa de el segundo Hokage te va a entregar, ¿no le correspondía a tu hermana mayor?

— Sí, pero mi abuela a sido cómo una madre, y tú misma lo has dicho, es muy elegante.

— Elegante. —repitieron la palabra con tono modoso— Debe ser muy guapa, no he tenido el gusto.

— Ya lo harás. Por cierto, ¿te puedo sentar con tu familia?

— Mi familia ahora es Neji.

— Hika, tú y Neji no están casados, sí, viven juntos, pero no están casados. La forma en la que salieron de sus casas no fue la correcta.

— Para mí lo fue, Hiashi le iba a convertir el cerebro en jalea. Lo defendí de él y de mamá, hice lo correcto. Si Neji y yo vamos a ser una familia le tenemos que dejar en claro a todo el mundo que somos un equipo, deberías de entenderme, tú y Tenzō van a ser un equipo toda la vida.

— En eso tienes razón, pero insisto en que tienes que hablar con tu mamá, y Neji debería de hablar con Hiashi... Y bueno, si ése gruñón no entiende, hazle entender que será él quién terminé con el cerebro hecho jalea. —ambas soltaron una carcajada— Por cierto, ¿y Neji?

— Se supone que había ido a comprar un poste para cuándo tú llegaras.

— Ow. Ya tardó.

— Sí, seguro se le cruzó algo en el camino. A veces siento que lo veo menos que cuando no vivíamos juntos.

— ¡Hiashi me tiene hasta...!

— ¡Neji! —azotó la puerta y fue directo a la mesita a dejar el postre, luego bebió hasta el fondo del vaso de Hika— ¿Qué te pasó?

— Me encontré a Hiashi-sama en el camino y fue la misma historia de siempre.

— ¿Discutieron?

— ¡No entiendo cuál es su maldito problema con qué esté enamorado de una mujer de otro clan! Perdóname, Hika. —tomó asiento a su lado y luego su mano— Pero lo mismo con tu madre, sólo estamos enamorados, no es un crimen.

— Lo sería en la guerra. —la joven pareja la miró esperando que dijera algo con más sentido— Imagínense si se hubieran enamorado en plena guerra, ustedes clanes enemigos, con un amor prohibido.

— Pues te aseguro que lucharía hasta el final para quedarme con Neji.

— Primero me convertiría en un desertor

— Eso dicen, pero, no es tan fácil. ¿Saben? Mi bisabuela los puede ayudar.

— ¿Es bruja y va a lanzar un hechizo de olvido a nuestros clanes? —Hika le dio un golpesito en la cabeza— ¡Auch!

— No seas irrespetuoso. Su abuela fue la esposa de el Segundo Hokage. Tobirama-sama.

— ¿Sama? Tú no le dices a nadie así.

— Es qué para mí, fue el mejor Hokage que hemos tenido.

— Ay, ya te conozco. Admiras a los guapos. —rodó los ojos.

— ¿Pueden parar? Están hablando de mi bisabuelo. —Tetsurama se puso de pie— ¿Quieren o no el consejo de mi abuelita Yumi?

— ¿No te parece familiar? —le preguntó Neji mientras ambos miraban el gran retrato de ella en la pared.