¿Con qué así se siente estar muerta? -pensó- Es demasiado tranquilo, no me duele nada, no me preocupa nada, no siento más que paz.
- ¡Inohika Yamanaka! -un puño se estampó en su cabeza- Si no quería reunirme con tu madre tan pronto mucho menos contigo.
- ¿Padre? -observó al hombre por unos segundos, se veía sano a comparación del último recuerdo que tenía de él, estaba sonriente y sus dos lunares debajo de sus ojos parecían brillar, su barba tenía la forma de siempre y estaba a buen tamaño- ¡Padre! -exclamó y se lanzó a sus brazos- ¡Te extrañé tanto! -el hombre correspondió su gesto.
- Yo también, pero aún no quería verte. Niña tonta, ¿esta vez qué hiciste?
- Me tomaron por la espalda, quería mantener a salvo a Tetsu y a Hizoka-kun. ¿Nuestro cristal desaparece cuando nosotros morimos? -negó con la cabeza- Me gusta pensar que estarán bien por un rato. -miró a su alrededor- ¿Por qué todo es blanco y tan brillante?
- Porque vas a cruzar al otro lado, he venido a acompañarte aunque quisiera que no fuera así. Sinceramente no te estaba esperando, llevaba todos estos meses en paz.
- Lo siento. -le sonrió- Padre, encontré a Guren-san. Es una mujer muy bella, medio gruñona pero amable.
- ¿Ah, si? ¿Y cómo fue?
- Es una larga historia pero me entregó pergaminos con jutsus asombrosos y una daga con el logo del clan. Lamento no haber restablecido el clan como querías.
- No importa. ¿Encontraste tu hogar?
- ¡Sí! Por fin lo comprendí, Neji Hyūga es mi hogar. -la paz se esfumó- Era mi hogar, va a estar muy triste sin mí, ¿cierto? -su padre le acarició la mejilla.
- Cierto. ¿Sabes? Hubiera preferido emparentar con Shikaku y Yoshino, pero ya no importa.
- Si sirve de algo, pudiste emparentar con el Kasekage. -la miró sorprendido- Hay tantas cosas que debo contarte, soy jonin, pero prefiero que lo hagamos cuando crucemos. Tenemos toda la eternidad para charlar. -besó su frente.
- La tendremos, pero aún no. -una luz verde entraba en el cuerpo de la chica- Aún no es tu tiempo, te amo Inuhika y estoy orgulloso de ti. Dile a tu madre que la amo, ¿de acuerdo?
- Padre, no... Yo no...
Negro, ahora todo era negro. Escuchó sollozar a una mujer y los gritos de dos hombres, abrió los ojos cuando sintió gotitas sobre su rostro. Neji la sostenía, sus ojos estaban cerrados pero las lágrimas caían sobre ella, Inosuki tomaba su mano y también lloraba, al igual que Tetsurama y Hizoka. Ino estaba ahí, Inoichi y Shikaku miraban la escena como si de una película de terror de tratara.
- ¡Hika! -el grito de su prima fue desgarrador, la rubia se dejó caer al piso- ¡No, Hika!
- ¡No debiste dejarla hacer esto! -exclamó Neji, aún con los ojos cerrados- ¡Ahora está muerta!
- No fue su culpa. -dijo arrastrando las palabras e intentando abrir los ojos que enseguida conectaron con Neji- Ya saben cómo soy. -todos giraron a verla- Una vez más prometo no ser tan atrabantada.
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