Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||

029; Un día con Moegi

- ¿Alguien ha visto a Hika?

- ¡Neji!, que gusto me da verte. ¿No quieres acompañarnos a una misión? -preguntó Naruto.

- No, sólo quiero saber dónde está Hika.

- Estuvo con nosotros hace un rato. -dijo Yamato- Golpeó a Sai y se fue. -señaló a un joven que podría describir cómo gris.

- ¿Por qué lo golpeó?

- Al parecer a las mujeres no les gusta que hablemos sobre su cuerpo, específicamente sobre sus pechos. -dijo el nuevo- Pero no es mi culpa que ella y Sakura parezcan de dos especies diferentes. -antes de que la pelirrosa pudiera golpearlo Neji ya había activado su byakkugan y lo golpeó bloqueando algunos puntos de chakra y dejándolo inconsciente.

- Lo siento mucho Yamato-senpai, estará inconsciente un rato y no podrá usar su ninjutsu en un rato pero estará bien.

- Supongo que se lo buscó. Espero no sea un problema.

Siguió en la busca de su amiga, tras muerte de Daiki, se había vuelto ligeramente inestable. Cosa que a su madre, a Ino y a Tetsurama les preocupó, la habían visto tras la muerte de Gakuto, seguía siendo fuerte e intentaba parecer feliz. Pero con esto, estaba descontrolada. A todos les gritaba y en su última misión mató a diestra y siniestra desobedeciendo a Tetsurama; así que pidieron un permiso especial para que se quedara en la aldea, ayudando con el papeleo, haciendo guardia junto a Kotetsu e Izumo. Pues si salía, solo ponía en riesgo la misión y su vida.

- ¡Moegui-chan! ¿Has visto a Hika?

- Está allá arriba. -dijo señalando las cabezas Hokages- Íbamos a entrenar juntas y me citó aquí, ya no debe tardar en bajar.

Ambos miraron a dónde se encontraba y su corazón dió un vuelvo al verla lanzarse de esa manera. Era algo que llevaba haciendo desde la muerte de su amigo, como si buscara en cada salto las ganas de vivir. Varios metros antes de llegar al suelo clavó dos kunais en la montaña frenando su caída.
Cada que saltaba a él se le paraba el corazón pensando que podía haber un día en el que ella decidiera rendirse.

- ¡Neji!, ¡hola! -saludó alegre cuando aterrizó- ¿Ya has regresado de tu misión? -asintió varias veces- ¡Genial! Ayúdame a entrenar con Moegi.

- Lo qué tú me pidas.

Le preocupaba bastante su integridad y lo frágil que se encontraba mentalmente, así que realizaba sus misiones con el triple de velocidad para poder desocuparse pronto y poder pasar más tiempo a su lado aunque Hiashi le regañara y Kō peleara porque no le daba la atención que necesitaba.
Inuhika le dedicó una cálida sonrisa y siguieron caminando en silencio hasta llegar al campo dos.

- Primero muéstrame lo que sabes hacer. -le dijo a Moegi- Neji es un prodigio en el taijutsu, pero primero debo saber cuales son tus aptitudes.

- ¡Entendido! Es un jutsu que nos enseñó Naruto-neesan. -advirtió- Todos en el equipo lo dominamos perfectamente.

- De acuerdo, muéstranos.

Si es algo que les enseñó Naruto debe ser asombroso, estuvo todo esté tiempo entrenando con Jiraiya-sama.

Moegi tomo una rama y de pronto una nube de humo la envolvió.

Justsu sexy con movimiento, ese idiota le está enseñando a los niños jutsu sexy con movimiento.

Le dió un golpe en la cabeza a Moegi para que volviera a su forma normal.

- ¡Ay jefa! ¿Por qué hizo eso?-sobó dónde la había golpeado.

- ¡No necesitas de ese jutsu para vencer a nadie! Te prohíbo que vuelvas a hacerlo, ¡es denigrante!

- Pero sí funciona. -se quejó- Mire a Neji-san, -le señaló- está perdido.

- Claro que no, él está bien. -volteó a verlo qué estaba sentado bajo la sombra de un gran árbol y descubrió a su amigo sonrojado, con la vista en ella y su byakkugan activado- Te lo dije está bien. Ahora, vamos a averiguar el elemento de tu chakra.

Pasaron las siguientes horas entrenando, le mostró ninjutsu básicos de tierra que dominó fácilmente. Era una niña prodigio igual que Neji, solo que un poco tímida. Estaba segura de que en un futuro ella sería un pilar de Konoha y habría estado muy orgullosa de haber sido parte de su entrenamiento.
Neji le enseñaba taijutsu, estaba segura de que no había mejor maestro que él.

Al atardecer los tres se dirigieron a comer ramen de Ichiraku. Moegi tomó asiento entre ellos dos, ¿cómo era posible que tras el largo día qué habían tenido aún tuviera energía? ¡Hablaba hasta por los codos!

- Jefa, ¿es cierto lo qué dicen por ahí? -bajó un poquito la voz, miró a ambos lados como si quisiera asegurarse de que nadie la estaba escuchando- ¿El Kasekage es su novio?

- ¡¿Qué?! ¿Quién te dijo eso? -estiró su brazo y le dió palmadas a Neji que estaba ahogándose tras la pregunta de la niña.

- Konohamaru-kun. Naruto-nisan le dijo que ustedes se besaron y que ahora son novios, voy a serle sincera jefa: me gustaba más Neji-san. -le señaló, ahora Hika estaba ahogándose- Siempre creí que ustedes dos serían novios, se casarían y tendrían un hijo de cabello azul como el tuyo y ojos como los de él.

- Moegi, ya cállate. -ordenó Neji que ahora era él quien le daba palmaditas- Estás poniendo incómoda a Hika.

- ¡¿Pero por qué?! Hoy mientras me entrenaban me imaginé que así sería su vida, ¡sus hijos serían ninjas tan fuertes! Además que Neji-san es muy guapo, -añadió con un leve sonrojo- todas en la aldea lo dicen y tú eres muy bonita.

- Moegi, para. -soltó una risa y apartó la mano de su amigo y dirigió la mirada a la niña- Eres muy joven para decidir que hombre es muy guapo.

- ¡Tú decías que el más guapo era Genma! -exclamó Ayame y la fulminó con la mirada- No me veas así, Hika. Lo vienes diciendo desde que estabas en la academia.

- El punto es que Neji no es mi novio y si Gaara-kun llega a escuchar rumores tontos entre nosotros -señaló a su amigo- podría molestarse y no queremos que el Kasekage se moleste con habitantes de nuestra aldea, ¿cierto?

- Cierto.

Los tres volvieron a sus tazones de ramen en silencio.
De vez en cuando sorprendía al Hyūga mirándole, ella hacía lo mismo. Observaba sus finas facciones, la nariz recta qué tanto le gustaba y el hueco entre su mandíbula y su cuello dónde en algún momento anhelo perderse. Le gustaba Gaara y tenía claro sentir algo por él, pero le fue imposible no pensar en lo que Moegi le había dicho. ¿Así sería su vida con Neji? Ayudando a sus hijos a entrenar en sus días libres y después comer algo fuera de casa, volverían a su hogar para después continuar con una difícil vida de jōnin.
Pero ¿Cómo sería su vida con Gaara? Tendría que irse de Konoha, dejar a sus amigos e Ino, ¿seguiría siendo Shinobi de la hoja o lo sería de la aldea? ¿O dejaría su vida de ninja para dedicarse a ser la dama de la Arena? Si tuviera hijos con él ¿cómo serían?, ¿tendrían el kekei genkkai de la arena o de cristal?, ¿podrían tener ambos?
No estaba enamorada de Gaara para pensar en el matrimonio y de hecho no era su novia. Ni siquiera anhelaba casarse en algún momento de su vida, no era su sueño; pero tras el comentario de su pequeña amiga le fue inevitable en pensar en todas las variables.

Entre ambos mayores pagaron la cuenta y decidieron acompañar a Moegi hasta su casa.

- Te gusta Konohamaru, ¿verdad? -inquirió el castaño después de que el mencionado pasara corriendo por ahí junto a Hanabi.

- Eh, n-no.

- Ajá. -chasqueó la lengua- Si te gusta no pierdas el tiempo, digo... No es como que vayan a casarse el día de mañana después de confesarle tu amor pero podría ser correspondido. A veces, cuándo quieres confesar tus sentimientos ya es demasiado tarde. -le echó una mirada a la Yamanaka- Y por ser tan indecisa, puedes perderlo.

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Capítulo de rellenix.
¿Cómo andan?