Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||

016; El frágil corazón de un dragón

Había muchas ventajas de vivir junto a Ino y sus tíos, pero también tenías sus desventajas por ejemplo: No existían los secretos. Ni la privacidad.

Sus padres seguían discutiendo en el gran salón, ella sólo bebía su taza de té y los observaba.
En toda su vida jamás había visto a su padre no cumplirle en algún capricho a su madre, no lo había visto levantar la voz pero hoy era la primera vez, iban en serio, gritaban demasiado, y creía que estaban haciendo una tormenta por nada.

— ¡Orochimaru y los Akatsuki quieren llevársela! No me digas que son mis imaginaciones porque Jiraiya-samay Tsunade-sendei están de acuerdo en que me la lleve. -gritó Gakuto- ¡Aquí no está segura!

-¡No podemos abandonar al clan solo por una tontería!

-La seguridad de Hika no es ninguna tontería, ¡nuestra hija debe de ser más importante que el clan!

-¡Soy la líder!, ¡no lo vas a entender!

Auch.
Tras la deserción de Sasuke, sus padres estaban con los nervios de punta. Él se había ido por voluntad, y temían que su hija también se fuera solo por un poco más de poder, al parecer no confiaban mucho en ella, en su capacidad de reconocer lo bueno y lo malo. Ella no quería más poder, solo quería ser feliz. Felicidad que no iba a encontrar si se iba de Konoha, dónde estaba su familia y amigos.

— Oigan. —dijo tomando un bocadillo— ¿No les importa saber lo qué opino yo?

— ¡No! —respondieron ambos al mismo tiempo. Se encogió de hombros y siguió comiendo, sabía que al final del día Suki terminaría ganando.

— Después de perder a mi clan, no encontraba mi lugar en el mundo hasta que te conocí, luego llegó Hika a nuestras vidas, y no voy a perder a mi hija por un clan como el tuyo que nunca me ha aceptado del todo, y tampoco a ella. La ven como a un bichos raro y si yo tengo que irme de aquí para entrenarla y protegerla... ¿Acaso es verdad todo lo qué dicen los sabios? —su galleta cayó a la mesa cuándo lo escuchó, bien sabía que opinan sus abuelos sobres ellos dos, que él no era digno de su madre y ella una deshonra para la familia por su mitad de cabello azul, sabía todas las pestes qué opinaban de ellos, ¿en verdad su madre opinaba lo mismo— Ya cometiste el error de decirlo una vez. —sus recuerdos viajaron a cuando casi perdía el año— Aquí Hika no estará segura.

Todos se mantuvieron en silencio, uno incómodo buscando que decir.

— Gakuto. -acarició su rostro-
— Nada de lo que han dicho es verdad, tú y ella son lo más valioso para mí. No pude escoger mejor persona para compartir mi vida. Y si tengo que dejar atrás a mi clan por mi familia, voy a hacerlo. —ambos soltaron un largo y pesado suspiro para luego mirarse como si cin eso llegaran a una conclusión— La decisión está tomada, nos quedaremos hasta tu cumpleaños.

— ¿Qué? -escupió el té antes de ahogarse- Yo no quiero irme. Voy a estar bien aquí, no iré con los Akatsuki ni con Orochimaru. —habló tan rápido que apenas y le entendieron— Yo no quiero irme -suplicó-. Aquí está mi hogar, aquí están mis amigos. No quiero más poder, sólo quiero ser feliz -sonaba desesperada-. Yo no quiero irme -insistió-.

— Hika. Lo hemos dicho, nos iremos de la aldea, sólo será por un tiempo, quizás uno o dos años, mientras perfeccionas tu kekei genkkai. Tenemos que cuidarte.

— ¿Van a irse? —he aquí un claro ejemplo de privacidad nula. Ino estaba parada en la puerta con los ojitos llorosos.

— ¡No!