038; Hogar, ¡dulce hogar!

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- Guren. -la movió un poco- Despierta, por favor.

- ¿Eh? -abrió los ojos sorprendida- ¿Qué pasó?

- Fue Kimimaro y la bestia. -observó a su alrededor estaban en una pequeña isla. Otra vez todo parecía en calma pero no podría ir muy lejos, su tobillo estaba inflamado tras el último ataque y con mucha dificultad podía ponerse de pie.

- ¿Gakuto-kun, eh? -la mayor la observaba cómo si de un fantasma se tratara- Era un joven maravilloso, medio bruto pero maravilloso. -tomó asiento- Te pareces un poco a él.

- Intentó salvarte durante la noche del accidente, cuando logró apagar las llamas te buscó pero tú ya no estabas dedujo que alguien te había llevado porque no encontró tu cuerpo. Estuvo buscándote por años y antes de morir me confió su voluntad.

- No lo dudo ni un momento. Digo, era su trabajo. -Hika arqueó una ceja- Ah, veo que no te lo contó. Mi padre era el líder del clan y lo habían asignado a él como mi guardaespaldas. -soltó una risita- No lo hizo muy bien.-por primera vez ma vió sonreír, pudo sentir la misma calidez de cuando Inoichi o Ainiki lo hacían- ¿Te confió otra cosa?

- Reestablecer el clan. -respondió un poco avergonzada.

- Lo imaginé. -bufó- Ahora que sabes que estoy viva puedes liberarte de esa carga, no sé cómo ayudarte con lo demás pero supongo que te gustaría tener esto. -con sellos de invocación aparecieron algunos pergaminos en sus manos- Son técnicas de nuestro clan, algunas son prohibidas pero van a ayudarte de mucho. -estiró la mano y ella las tomó.

- ¿Vendrás conmigo a la hoja?

- Sabes bien lo que ése hombre opinaba del hogar y sinceramente he encontrado el mío.

La bestia comenzó a surgir del agua y las observó por un rato, soltó un gruñido que dejó a ambas heladas.

- Debes irte. -ordenó.

- N-no puedo, mi tobillo está...

- ¡Dije que debías irte!

Salió disparada por los aires por culpa de un trozo de cristal que había surgido del piso, al menos la caída no había sido tan dolorosa.
Escondió los pergaminos en su abrigo e intentó ponerse de pie.

- ¿Necesitas ayuda? -esa voz comenzaba a serle familiar. Levantó la mirada y se encontró al rubio de Akatsuki.

- ¡Tú! -se puso de pie y tambaleó un poco.

- ¡Yo! -sonrió victorioso.

- No voy a dejar que captures al sanbi, a-además deberías estar muerto.

- La vida es un Vaivén de sorpresas. ¿Y qué vas a hacer para detenerme? ¡Já! Ni siquiera puedes ponerte de pie.

Sacó una shuriken y la lanzó, haciéndole un pequeño rasguño.

- Voy a matarte.

Deidara saltaba de un árbol a otro burlándose de los ataques de Inohika que se encontraba herida y casi sin chakra.

- Esto comienza a ser aburrido. -metió su mano a su bolsillo y luego dejó escapar unas arañitas que brincaban cerca de ella- Voy a darte dos opciones, -safó un kunai del árbol y lo lanzó a Inuhika rasgando su abrigo- muere o ven conmigo.

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora