065; Nunca más

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Quizás ya no voy a volver a verte y quizás... No, quizás no. Esta va a ser la última vez que me lastimes.

Fue escoltada hasta la torre del Kasekage, había pasado un año exacto desde que no tenían noticias de ella que pensaron varias veces que se trataba de un fantasma, pero Gaara no era estúpido y la conocía bien.

En un año pasaban muchas cosas y su físico ya había cambiado. Su cabello seguía largo y no parecía haber pérdido peso, pero sus facciones habían madurado y aunque tenían un aura oscuro, lo seguía volviendo loco.

- Está hecho. -dejó caer el libro bingo sobre su escritorio- Sólo me falta uno, pero no logro hallarlo. -sobó su cien, estresada- Ni siquiera logró dar con su rostro, parece que la tierra se lo tragó.

- Kakashi-san me mencionó que te habías ido, pero jamás pensé que tardarías nada en acabar con esto. -tomó el libro y comenzó a hojearlo- Siempre me sorprendes, te lo he dicho, ¿no?

- Los tallados en rojo fueron eliminados y no tienes porque preocuparte por sus cuerpos, ya no existen. Los azules han sido entregados a tus autoridades, no los maté porque ahí se especificaba que no tenía que hacerlo, es aproximadamente el 13%, y sólo hay uno libre, pero tarde o temprano voy a encontrarlo.

- Gracias, ¿vas a volver a Konohagakure?

- En contra de mi voluntad, pero tengo que entregar mis informes al Hokage.

- ¿Cuándo será eso?

- Ya mismo, si es que no necesitas nada.

- Pasa la noche aquí. Llevas mucho tiempo fuera y necesitas descansar un poco. -las ojeras bajo sus ojos la delataban, al igual que su piel seca y lo pálida que se veía.

- No.

- Es una orden. Con esto -agitó el libro en el aire- te has convertido en una pieza fundamental para Konoha y Suna, necesitamos que estés bien.

La bicolor apretó los labios y evitó su mirada, pensando en que estaba todo menos bien.
Su vista se nubló y tambaleó un poco, la arena de Gaara la atrapó evitando que se cayera. No podía mentir, no dormía y pocas veces comía tres veces al día, si es que no había enfermado era por todas las vitaminas y píldoras de alimento que ingeria, pero tarde o temprano eso también iba a afectar en su salud.

- Está bien, pero será en un hostal.

- No, vas a quedarte en mi casa cómo siempre lo habías hecho. -sentenció. Se puso de pie y se acercó hasta ella, que no retrocedió ni un poco. Otra de las muchas cosas en las que no podía mentir era que Gaara le traía una paz inmensa, sus brazos la rodearon y se dejó querer por un momento, mientras su cuerpo y mente recuperaban un poco de energía para seguir existiendo- Vas a estar bien, lo sé. -susurró contra su cabeza y dejo un beso ahí- Yo no puedo salir ahora, pero Kankuro va a llevarte y te dará tu habitación. Te veo más tarde.

Le dedicó medida sonrisa y salió, efectivamente Kankuro ya la estaba esperando. Intentaba hacer bromas cómo las que normalmente se harían, pero eso no lograba cambiar el gesto terrible que adornaba su cara.

- La semana pasada Kō-san estuvo aquí. -mencionó él, en un intento de hacerla hablar- Si hubieras llegado antes hubieran vuelto juntas.

- ¿Y para qué? -subieron las escaleras que los llevaban a su recámara- Kō-san sólo es un recuerdo de... De lo estúpida que he sido.

- ¿Puedes parar de decirte estúpida? Oye, eres muchas cosas pero no eso.

- ¿No? Durante la guerra pudieron herirla por mí culpa, ¿ya se te olvidó? Le pedí que llevara a Neji al campo médico y la atacaron, fue mi culpa. Más estúpida aún por hacer eso por alguien que nisiquiera me quería.

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora