041; Un corazón roto

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La casa ya estaba completamente limpia, olía bien y no había rastro de polvo. Hizo desaparecer sus clones y tomó el álbum de fotos que su madre le había pedido y salió de su casa.
Estar ahí le llenaba de recuerdos, aunque casi no hubiera muebles sus recuerdos seguían intactos.
Le puso candado a la reja y comenzó a caminar de vuelta al centro de Konoha, en una mano llevaba las fotografías y en la otra jugaba con el llavero. Caminaba cerca del río, observando su reflejo en el agua y pensaba en cuanto adoraba la casa que había sido de su padre.

Vió a Neji un par de metros al frente de ella, tomaba una bebida de cereza y le daba un mordisco a un dorayaki relleno de crema de vainilla, su estómago gruñó.
Antes de que notara su presencia salió corriendo, aún no estaba lista para hablar con él aunque ya habían pasado varias semanas.
Se detuvo frente a una tienda de ropa, pronto tendría que dejar las vendas y toda su ropa no era lo suficientemente larga para ocultar la fea cicatriz, siguió con su camino y se detuvo cuando llegó a la paletería, pidió una nieve de mango, llevó la mano a su cuello ahora desnudo, ya no llevaba el dije de Gaara ni el de Neji, fue entonces cuando aceptó que sin ellos se sentía sola.

- ¡Inohika-san! -gritó Hanabi cuando la vió.

- Oh, hola Hanabi-san. -le sonrió- Hinata-chan.

- ¿Qué haces por aquí? ¿Has venido a visitar a tu madre? -preguntó la castaña.

- ¿Visitar? Ehhh, ¿no? Fui por unas fotografías a la casa de mi padre. -agitó el álbum.

- Debe ser duro estar tan lejos de casa. -susurró Hinata.

- Sí, supongo. Pero, ¿quién está lejos de casa? -le dió un mordisco a su cono.

- Tú. Por eso has venido por fotos, para decorar tu casa en la arena.

- Pero yo no me ido a la arena, sigo viviendo aquí, en la hoja.

- ¿Qué?

- Sí. Pero supongo que no lo habían notado porque ambas habían estado de misión y antes de que regresaran salí de misión, imagino que el resto debe pensar lo mismo, ¿no?

- ¡Neji-nisan está volviéndose loco creyendo que te has ido! -Hinata la tomó por los hombros, jamás la había escuchado hablar tan alto.

- ¡No puede ser posible que nadie lo notara! ¡Tenemos que decirle!

- ¡Iré a buscarlo! -Hinata la soltó.

- Eh, chicas. Yo lo buscaré más tarde.

- ¡Es una cita! -chilló Hanabi- Le diré que lo verás al anochecer en su lugar.

- ¿Nuestro lugar?

- Sí. Las cascadas, Hika-san. -dijo Hinata- Ahí pasa los días, llorando.

- Ah, sí. -se sonrojó y se apenó un poco al imaginarse a un Neji llorando por ella en ése lugar dónde habían pasado tantos momentos felices- Preferiría ser más discreta.

- Estoy muy feliz de que sigas en la aldea. -Hinata la abrazó- Todos estarán muy contentos cuando lo sepan.

Las hermanas se despidieron de ella y la dejaron seguir con su camino.
Al llegar a casa, notó a Inoichi atendiendo en la florería cosa muy extraña.
Dejó el álbum de fotos sobre la mesita de centro de su madre y luego siguió a su cuarto, Ino estaba ahí.

- Vinieron a dejarte esto. -agitó un sobre- Me pareció divertido no decirle a Neji la verdad.

- Déjame adivinar, piensa que me fui con Gaara. -tomó el sobre.

- Deberías hablar con Neji, ya han pasado varias semanas. -escuchó la voz de su madre detrás de ella- ¿No crees qué es justo? ¿Cómo te sentiste cuando supiste lo de Ko?

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora