067; El vestido

176 18 41
                                    

Ino entró corriendo a la casa con todas sus bolsas queriendo mostrarle a Suki sus compras, ella en cambio se quedó en la florería con Akina.

- ¿Y mamá? -preguntó mientras regaba los girasoles de la ventana- Le tocaba a ella, ¿no?

- Sí, pero hay visitas importantes.

- ¿Por qué no vas dentro? -acarició los pétalos del girasol con delicadeza y poco a poco fue sintiendo cómo su corazón se iba llenando de un gran vacío- Yo puedo cubrirte.

- Son importantes más no para mí, de hecho, ni siquiera para ella. Gaara-sama está buscándote. -al escuchar la oración arrancó el pétalo por el sobresalto. Maldijo interiormente, había puesto tanto esfuerzo en esa flor.

- ¿A mí?

- Inohika, deja de dar vuelta al asunto y ve dentro. -señaló detrás de sí hacia la puerta- No lo hagas esperar más.

- Sí, tienes razón. -comenzó a andar a la florería pensando en la mejor sonrisa que tenía, miró una vez más a su tía.

- Te ves lindísima, ve ya.

Tal y cómo esperaba, Gaara estaba tomando té y comía galletas de la nueva receta que su madre había preparado mientras Ino sacaba todo de sus bolsas mostrándonos lo qué había comprado.

- Vamos, dime. ¿Se ve lindo?, ¿crees qué le guste a Sai?

- Ah, no lo sé. Supongo que sí.

- Ay, vamos, eres hombre. Debes de saberlo. -levantó la mirada y sonrió- ¡Hika!, mira quién está aquí. -en cuánto Gaara escuchó su nombre se puso de pie e ignoró las compras de Ino.

- ¿Qué haces aquí?

- Inohika, no seas grosera. -Él sólo esbozó una pequeña sonrisa.

- Lo siento. Es que me sorprendiste.

- No te preocupes, me imagino. Vine a tratar asuntos con el Hokage y bueno, en realidad todos los Kages estamos aquí. Además la boda de Naruto está cerca. -se encogió de hombros- ¿Y tú qué compraste?

- Nada. No había nada especial en las tiendas, iré a dar otra vuelta la siguiente semana y sino, solicitare un permiso para salir de la aldea e ir a buscar en otro lado. No sé, tal vez encuentre algo bueno en mi closet. ¿Cómo estás?

- Yo mejor me voy. -Inosuki se puso de pie- Era mi turno en la florería y dejé sola a Akina.

- No, no, no. Suki, literalmente está en su casa. Hika y yo podemos ir a otro lado.

- Tiene razón, además con Ino gritándonos en el oído. -bromeó.

- De acuerdo. Gaara, espera. -salió a la cocina y al volver regresó con un pequeño bote lleno de galletas- Estoy segura de qué a tus hermanos les van a gustar.

- Creo lo mismo, pero no pienso darles nada. -sonrió amablemente- Me las comeré a escondidas. -extendió su brazo para que Hika entrelazara el suyo- Gracias, Inosuki-san, fue un placer y estaban deliciosas.

- Cuándo gustes.

Ambos salieron de la residencia aún tomados del brazo, comenzaron a hablar de distintos temas mientras se dirigían a su destino, la montaña Hokage.
Cuándo eran pareja, solían ir a sentarse cerca del río de la casa que había heredado, pero lo último qué quería hacer era estar en ése lugar dónde el fantasma de los recuerdos con Neji habitaba.

- ¿Y hay noticias?

- Nada. Se los tragó la tierra. -suspiró amargamente- Hasta dónde Sasuke y yo le seguimos la pista, Daiki ya debe de estar muy lejos, ni siquiera en estas tierras. Salió del mundo ninja. Sólo espero que si es así, jamás vuelva porque voy a matarlo. Qué haga su vida en otro lado dónde pueda redimir sus pecados.

Promesas vacías. Neji Hyūga×OC. ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora