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— Raziel uso sus habilidades para que mi hermano no viera tus alas. Ve todo, menos estás — quiso moverse, pero no lo deje — no te quites, me gusta que estés ahí — Jerathel sonrió y volvió a acostar su cabeza en mí abdomen.
— eso no explica el por qué no salto encima mío para matarme él mismo, casi lo hace cuando te vio con mi ropa — volvió a meter sus manos bajo mi playera para comenzar a moverlas de arriba a abajo, acariciando la piel de mi cintura.
— esa noche... Cuando llegue, llegué en los brazos de Leo, con el pantalón roto y manchas de sangre, mi pierna vendada y no tenía color en el rostro. Mi hermano casi se desmaya al verme, se puso como loco. De inmediato me cargó para alejarme de Leo. Leo y yo decidimos contarle una verdad un poco disfrazada — recordé la mirada de odio de mi hermano a Leo, jamás lo había visto tan enojado.
— ¿Quién mierda eres tú? — tan molesto, la irá era todo lo que se podía percibir en su voz. Yo estaba sentada en la mesa, en cuanto me separó de Leo me sento ahi, se puso enfrente mío, encarando a Leo. Él ni siquiera quiso entrar a la casa, estaba en el umbral de la puerta.
— soy amigo de Lailah — la voz firme de Leo opaco el sonido de la televisión.
— ¿Otro amigo? — me miró sobre su hombro, enojado, estaba tan furioso incluso más que la vez que se peleó con Archie. Mi mano temblaba, aún me sentía débil y ni hablar de él remolino de emociones que había dentro de mi pecho, tanto mías como las de Jerathel. Mi mano se movió hasta su hombro, pero apenas lo toque se apartó. Decepción, eso fue lo que había en sus ojos.
— yo... Él no... No se — balbuceaba cosas sin sentido, mi cabeza apenas formaba palabras.
— ¿Que será lo siguiente en aparecer en mi puerta? ¿Otro chico diferente diciendo que son amigos... Cuando claramente no lo son? — mi boca se cerró en una línea, me concentraba en no llorar, en no romperme en mil pedazos — ¿Que será lo siguiente Lailah? Ahora dime — se dio la vuelta viéndome de frente, tanta furia y decepción me lastimaba más que cualquier cosa — ¿Cuántas veces estuviste con tus “amigos” haciendome creer que estabas con Max y Eris? — vi como sus ojos se clavaban en mi cuello, en el pequeño escote en V de mi playera... Por mi mente pasaron las imágenes de Jerathel mordiendo y lamiendo esas zonas... Seguramente veía marcas moradas por todo mi cuello — dime Lailah ¿En cuántas camas has estado? — sentí como la comida quería dejar mi estómago. Me puse de pie. Sentí como si mil agujas se enterraran en mi piel herida. Mi mano golpeó el rostro de mi hermano. Cerró los ojos y puso su mano sobre su mejilla, cuando volvió a mirarme sentí que ya no podía más.
Apenas le sostuve la mirada unos segundos caí de rodillas. Cubrí mi rostro y comencé a llorar, apenas él oxigeno llegaba a mis pulmones. Sentí unas manos en mis hombros, cuando mire hacia arriba, Leo estaba de rodillas enfrente mío.
— no sabes lo que dices — hablo Leo a mi hermano — si soy su amigo, soy mejor amigo de Jerathel, la única pareja de tu hermana, me impresiona ver cómo le hablas, me impresiona que la juzgues como lo acabas de hacer, me sorprende lo poco que la conoces. No es su culpa que apenas estés en tu casa con ella, no es su culpa que un grupo de 10 personas nos atacarán en la calle — Leo se puso de pie, pero yo no me atrevi a levantarme, a mirarlo — no es la culpa de Lailah que esos imbéciles la quisieran a ella, ¡No es su culpa que Jerathel peleará contra ellos para que no le tocaran ni un solo pelo, para acabar tan herido que ni siquiera sé si salga vivo de esto! — lo último lo grito, a pesar de que en cada frase decía que no era mi culpa no lo sentía así.
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Jerathel
FantasyTu vida puede dar un cambio inesperado... Tus creencias pueden irse al caño en un pestañear. Todo puede cambiar en cuestión de segundos. Los buenos no son tan buenos, los malos no son tan malos. Esta es la historia de como callo el arcángel Jerathel...