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– Estás loca si crees que haré esa estupidez – mi voz salió cargada de rabia en cada palabra que acababa de decir. Tessa me miraba con superioridad.

– si nadie más que Él lo quiere, no creo que sea una estupidez Jerathel, además bien sabes que toda creatura celestial tiene prohibido caer tan bajo como para meterse con un insignificante humano... Eso solo es propio de los demonios – se quedo callada unos segundos, después miro mis alas – o tal vez tú ya seas uno Jerathel... – mis manos se hicieron puños al escuchar eso.

— vete de aquí — solté con hostilidad. Tessa levanto una de sus cejas con incredulidad — ¡Qué te largues! — esta vez si lo grite.

— si no haces el trato conmigo ahora no solo habrán demonios intentando matarla, también habrá un ejército de angeles detrás de ella ¿Podrás con ambos ejércitos? — sentí un fuerte dolor en el pecho, no era nada más que angustia — yo soy la opción en la que nadie muere

— mientes — hablé de inmediato, no podía ser verdad, eso no puede pasar.

— no miento Jerathel, bien sabes que yo como hija y sirvienta de Dios lo último que haré es mentir — el dolor en mi pecho solo aumentaba más con cada palabra.

— el lazo que formamos no se puede romper — hablé muy seguro de mis palabras, estaba intentando aferrarme a la más mínima esperanza.

— todo se puede romper en este mundo de mierda Jerathel, si los sueños y esperanzas se pueden romper... Algo tan insignificante como el amor también — eso es mentira, lo es — sabes que, no se ni por qué sigo intentando convencerte, vete a la mierda ya no haré el trato — se dio la vuelta dispuesta a salir por la ventana, inconscientemente casi corrí para alcanzarla, la tomé del brazo para que se detuviera, ella giro solo un poco.

— ¿Que se tiene que hacer para romper el lazo? — no quiero hacerlo pero si es la única opción para que Lailah este segura lo puedo hacer.

— en realidad no es tan complicado — se dio la vuelta haciendo que estuviéramos frente a frente — primero yo tengo que fracturar una parte del lazo, después tú debes abrir otra brecha enlazandote a alguien más aún que apenas sea una fina hebra y finalmente Lailah debe desear romper la cadena, si eso pasa ambos quedarán sin la atadura — la angustia desapareció al escuchar que Lailah tendría que romper el lazo, ella jamás lo rompería.

— ¿y yo en qué momento recupero mi ala? — hablé rápidamente.

— cuando se abra la fina brecha, por esa pequeña hebra yo romperé la maldición y recuperarás tu ala al 100% — en ese momento lo supe, tenía que aceptar, es prácticamente imposible que Lailah vaya a romper el lazo y ese el último paso, cuando mi ala esté funcionando yo habré ganado, no será nada correcto de mi parte pero a la mierda yo ya no soy el bueno de la historia, soy un ángel caído y si es necesario seré el villano de la historia de Tessa para salvar a Lailah y estar a su lado.

— bien — hablé después de segundos en silencio — ¿que tengo que hacer? — la angustia había desaparecido de mi pecho.

— tendremos sexo — al escuchar esa palabra di un paso inconscientemente hacia atrás.

—¿Qué? No, yo no haré eso — mi corazón se aceleró y la angustia que había desaparecido apenas unos segundos atrás regreso.

— sabes que cuando dos personas se acuestan se hilan sus almas, y tú Jerathel... Tu alma le pertenece completamente a Lailah al igual que la de ella a ti — jale mi cabello con desesperación — no te estoy pidiendo nada más que tú cuerpo Jerathel... Además no es como si no hubiéramos querido hacer esto antes — mi vista que estaba perdida en el suelo se levantó rápidamente haciendo contacto visual.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora