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— ¡TIENE QUE CERRAR! — grito Max subiendo el cierre.

— ¡YA PAREN, NO PUEDO RESPIRAR! — grito Eris, me aleje aún riendo. A Max se le ocurrió la grandiosa idea de comprarnos vestidos de esos que te ponen todo en su lugar.

— Max esto fue mala idea — hablé aún riendo.

— ¿Estas loca? Se ven demasiado sexys — yo no me podía mover bien.

— no me puedo ni sentar — hablé incómoda, mis pechos estaban casi en mi cara y eso que casi no tengo. Esto era horrible.

— imagina que alguien se quiere acostar con nosotras... Será gracioso cuando baje el cierre y todo regrese a su lugar — hablo riendo Eris, esto era demasiado gracioso.

— ¡¿Entonces que se van a poner?! — Max ayudo a bajarme el cierre y paso justo como dijo Eris, soltamos una carcajada. Estaba llorando de la risa.

— yo lo arreglo — hablé tomando mi celular. Marque a ese estúpido demonio.

— ¿Cielo? — contesto de inmediato.

— hola, Leo... Oye ¿Me puedes hacer un favor? — me termine de quitar el vestido.

— ¿para que estoy si no es para cumplir los caprichos de la cumpleañera? — hablo con sarcasmo.

— necesitamos dos vestidos, uno para Eris y uno para mi, se que sabrás escogerlos — Leo solto una risa.

— bien, estaré ahí en una hora — sonrei.

— ¡Que sean muy sexys! — grito Max.

— ¡Que no sea apretado! — grito Eris.

— y nada vulgar — Leo soltó una risa al escucharnos a los tres.

— claro, claro, nos vemos — colgamos.

— bien, mientras me voy a bañar — y con eso entre al baño. Tome un buen baño relajante, no se en que me metí al aceptar esta fiesta.

Cuando salí del baño Leo ya había llegado.

— ¿tan rápido? — hablé sosteniendo la toalla.

— los robe — lo mire mal.

— ¿que hiciste que? — hablé enodaja.

— había demasiada gente, los hubiera conseguido mañana — rode los ojos, iba a seguir reclamando cuando saco el vestido y lo vi.

Madre santísima.

Es hermoso.

Un vestido color verde esmeralda, largo pero con una abertura en la pierna, es de tirantes y con un escote en la espalda.... Es de satín y se ve tan suave. Me acerque a pasó lento con la boca abierta.

— feliz cumpleaños cielo — Max corrió y lo miro, al igual que yo, toco la suave tela.

— te admiro — hablo Max a Leo.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora