72

6 0 0
                                    

No nos dejes caer en la tentación y líbranos de todo mal

Amén.

✴️✴️✴️

Mi mente intentaba calmarse pero era prácticamente imposible ¿Cómo no nos dimos cuenta que la tenían? ¿Por qué la dejaron comunicarse con nosotros? ¿Y si esto es una trampa?

Fuera lo que fuera necesitábamos llegar. Cuando el auto no pudo avanzar más nos bajamos de este.

- Uriel, Max necesitamos que se queden aquí - Uriel inmediatamente movió la cabeza negando - no es una opción, además si algo sale mal y necesitamos salir de aquí los necesitaremo - Uriel iba a volver a hablar pero no tenía tiempo lo tome de los hombros y lo mire seriamente - Uriel ¿lo harás por las buenas o por las malas? - no se que vio en mi mirada que dejó de alegar.

- ten cuidado por favor - rápidamente beso mi mejilla.

- traigan a Eris de vuelta y regresen sanos y salvos por favor - hablo con miedo Max mirándonos.

- tranquilo, estaremos de regreso antes de que te des cuenta - hablo Leo tomando el rostro de Max entre sus manos, apenas le dió un beso corto se giró conmigo - ¿lista? - moví la cabeza diciendo que si, no tardó en cargarme y sacar sus alas, Raziel también lo hizo y con eso nos alejamos volando a toda velocidad. Aún no lograba acostumbrarme a volar. Íbamos en completo silencio, al menos hasta que lo interrumpi yo.

- esto puede ser una trampa.

- lo sabemos cielo, pero ellos no saben que tan fuertes nos hemos vuelto ¿No es así? - le di una pequeña sonrisa y asentí.

Cuando ví la cabaña mi corazón latio aún más rápido, todos los recuerdos me golpearon haciendo que el calor comenzará a revolverse en mi interior. Apenas volví a tocar el suelo Leo se puso delante de mi.

- saben la formación - hablo bajo. En estas semanas hemos practicado juntos e hicimos tácticas para volvernos más fuertes juntos. El ya no tener a Jerathel nos puso desventaja pero no nos dejaríamos vencer tan fácil.
Rápidamente apareció mi arco en mis manos junto a las flechas, las puse en mi espalda y tome con fuerza el arco. Todavía me costaba trabajo enter cómo funcionaba esto.

Raziel se puso a un lado de Leo y yo les di la espalda tenzando la cuerda del arco, yo cubría sus espaldas y ellos la mía. Estábamos en completo silencio preparándonos para entrar. Tome aire y llene mis pulmones de este.

En segundos escuché como Leonardo abría la puerta lo más silencioso posible, apenas abrió se preparó para atacar, pero no se movió, no había nada. Comenzó a avanzar y yo con ellos, miraba todo con atención esperando a que un demonio saltará a nosotros pero nada se movía. Comenzamos a recorrer la casa en silencio, no podíamos escuchar nada. Comenzamos a subir las escaleras con cuidado rezando para que la madera no rechinara.

Arriba solo había una habitación, dónde me tenían. Mi respiración era lo único que podía escuchar, entonces Leo abrió la puerta y los tres entramos rápidamente listos para atacar. Pero no había nada.

Rompimos la formación, maldita sea.

El cuarto estaba exactamente igual que la última vez que estuve en este. Esquivé a Leo y a Raziel, pude ver los grilletes que me aprisionaron y mi sangre a su alrededor, así como una gran mancha negra de la sangre de aquel demonio que tanto me atormentó.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora