Jerathel

26

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Sentir su calor me traía confianza, me hacía sentir segura. Solo separé mi cara y lo mire a los ojos, era muy difícil descifrarlo.

— ¿Como es que aún los quieres ayudar después de lo que te hicieron? ¿Ni una sola parte de ti se quiere vengar? — no lo entendía, aún recuerdo que Leo me dijo que a Jerathel le dolió muchísimo la caída, y no solo mentalmente si no también físicamente, que sus alas eran de otro color y al cambiar le dolió muchísimo ¿Por qué quiere ayudar a quienes lo traicionaron?

— no le veo caso — pasó un mechón de cabello atrás de mi oreja — digamos que me vengo ¿Después que? Nada Lailah, eso es lo que pasa, nada, estás tanto tiempo intentado vengarte, te llenas de odio, cuando las otras personas están felices, como si nada, no te llenes de odio, aprende a perdonar — suspiré y agache mi cabeza pegando mi frente en su pecho como lo hice aquella vez después de besarlo.

— estaba en el bosque, mis manos llenas de sangre, delante mío un ángel dándome la espalda, enfrente del ángel un demonio, grande muy grande, mire atrás y había muchísima luz deslumbrandome. Eso fue la primer visión — Jerathel aún no separaba sus manos de mi cadera.

— creo que eso es bueno — sonreí aún que no pudiera verme. Necesitaba una noticia buena, si no me volvería totalmente loca.

Estábamos en total silencio cuando todo el cuarto se iluminó en un blanco intenso, mi corazón se aceleró y mire a todos lados.

Escuché y vi como las alas de Jerathel salían y me cubrían. Segundos después mi ventana azotó y una fuerte corriente de aire entro, de la nada un fuerte estruendo hizo que me tapara los oídos. Era un jodida tormenta eléctrica.

Al escuchar el fuerte ruido cerré los ojos y me pegue aun más a Jerathel. Él apretó su agarre. Mi corazón latía con fuerza.

Se comenzó a escuchar como la lluvia caía, fuertes gotas golpeaban el suelo. Mire mi ventana y el agua comenzó a meterse rápidamente.

Me separé de Jerathel y corrí a cerrar mi ventana empapando mis pies en agua helada. Mi respiración era irregular, nunca había escuchado algo así. Me dio más miedo que los cien demonios enfrente de nosotros.

— está muy molesto — soltó bajo Jerathel poniéndose de pie. De la nada la luz comenzó a parpadear, joder no por favor.

— ¿quien está molesto? — lo mire pero cuando vi de nuevo un destello cerré los ojos y me separé de la ventana. La luz se apagó pero el destello seguía iluminando más que el foco que se acaba de apagar. 

El destello se terminó y volví a respirar, pero de nuevo el cielo retumbó haciendo incluso temblar levemente la casa, se escuchó tan fuerte que solté un grito y volví a taparme los oídos. Nunca había visto algo así.

Escuché una pequeña risa. la mano de Jerathel me tomo por sorpresa por lo que brinque.

— y esto no es nada comparado a lo que he visto — no lo entendía.

— ¡Joder! ¡Explicate! — grite, estaba nerviosa y tenía mucho miedo.

— lo que estás viendo... Es a mi padre enojado, estás viendo a él señor enojado — mi piernas temblaron y sentí sudar frío. — tranquila, no es mucho es solo un pequeño regaño — quería seguir llorando y esconderme en mi cama.