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Por lo cual te digo que sus pecados; ¡que son muchos!, han sido perdonados, porque ella amó mucho. Pero aquel, a quien se le perdona poco, ama poco.
[Lucas 7:47]

✴️✴️✴️

Jerathel.

Escuché la puerta abrirse y de inmediato mire atento, entro Raziel y luego Leo, pero no había rastro de ella.

Golpeé la mesa con fuerza.

— ¿¡La buscaron bien!? — los dos movieron la cabeza diciendo que si — listo, tengo que ir — me puse de pie y camine para salir pero Leo me detuvo.

— estás loco, no puedes ir, ni nosotros logramos entrar — quite su mano de mi hombro.

— yo logré salir, si la tienen ahí seguramente la están torturando, es cuestión de tiempo para que la maten — estaba tan enojado.

Y no sabía que era lo que me molestaba más, si el que lograron llevársela sin que me diera cuenta o que nos hayan engañado de tal manera.

Al escuchar los shofar creí que era hora, que el ejército de dios había recibido un ataque y estaban viniendo para acabar con esto de una vez por todas. Todos nos preparamos para esto, cuando era ángel estaba preparado para el momento en el que el shofar sonara nueve veces anunciando la venida del mesías acompañado de su ejército, acompañado de nosotros.

Mientras Raziel y yo íbamos a toda velocidad me di cuenta que algo estaba mal, todo estaba muy tranquilo. Eso no estaba pareciendo el fin de los tiempos, regresamos después de un rato a la escuela para toparme con la sorpresa de que había un puto demonio muerto, muerto con el shofar en la mano.

De inmediato supe que fue una trampa y solo lo confirme cuando Lailah no estaba con Leo como la mandé, de inmediato estuvimos como locos buscándola por todo el lugar pero no apareció.

Al día siguiente Max y Eris fueron al hospital con temor de saber que estaba herida o muerta, solo regresaron del hospital diciendo que encontraron su celular en el mismo cuarto donde encontraron a un doctor muerto.

Eso solo nos confirmó que la tenían. Me sentí tan inútil y estúpido por caer en la trampa, por no llevarla yo mismo a su casa, por no protegerla como se lo prometí.

Más de una semana sin saber nada de ella, estoy desesperado ya levantamos cada roca de este estúpido pueblo, comenzamos a buscar en el bosque.

Tengo miedo de que la tengan en el laboratorio del que salí, no quiero que la torturen, no quiero que le hagan daño.

— ¿y si vas y te vuelven a capturar? No podemos solos Jerathel — hablo angustiado Leo.

— ¿Y si está ahí? Yo apenas sobreviví, no tendrán piedad con ella — Leo soltó el aire y soltó un quejido.

— bien, pero no dejare que vayas solo, iré contigo — moví la cabeza aceptando.

— yo igual — se escuchó la voz de Raziel.

— bien, tenemos que entrar y salir sin que se enteren, si no está ahí debe de haber una pista que nos lleve hasta ella — los tres salimos rápidamente, era de noche y estaba nublando, mejor aún, estaría todo aun más oscuro.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora