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Salimos del lugar riendo a carcajadas, hablando, gritando, haciendo un completo escándalo.

Raziel se ofreció a no tomar para llevarnos por lo que todos aceptamos felices.

Se subió Raziel y a un lado Max, se venía quedando dormido el estúpido, luego se subió Eris. Ella palmeó de nuevo sus piernas, me senté en estás pero de inmediato dijo algo que no entendí, solo sentí como alguien me tomaba de la cintura y me jalaba fuera del carro, después vi como Eris sacaba la cabeza para vomitar.

Uff eso estuvo cerca. Me di cuenta que él que me salvó de acabar vomitada fue Jerathel, le di una sonrisa pero no tarde mucho en separarme para ir con mi amiga a sostenerle el cabello, cuando termino de vomitar se quedó dormida.... Genial.

- ni modo amada mía, tendrás que ir en mis piernas - en otra ocasión me hubiera negado, hubiera pensado en otra opción pero sinceramente no quería hacer nada de eso. Solo deje que Jerathel se subiera y luego yo arriba de sus piernas.

Apenas cerramos la puerta Raziel arranco. Sinceramente a mí nunca me ha gustado ir sentada en las piernas de nadie, es muy incomodo.

Me moví tratando de acomodarme pero no lo lograba, unos minutos después sentí la mano de Jerathel pegándome a su pecho. Solté el aire al sentir como su pecho subía y bajaba pero la descarga eléctrica fue cuando su aliento caliente que olía a una combinación de alcohol y chiche de menta choco en mi oído.

- si sigues moviéndote así ambos tendremos un problema, tengo autocontrol pero tampoco tanto - solté el aire y gire la cabeza levemente haciendo que sus labios quedarán muy cerca de los míos y aparte pase una de mis manos por su nuca para pegarlo aún más.

- lo siento pero tus piernas no son él lugar más cómodo - el sonrió, mire sus labios con deseo, deseo de repetir aquel beso en mi habitación.

- ya veremos si más adelante sigues pensando eso - se sintió como si hubieran inyectado una dosis de adrenalina directo en mi corazón.

Acerque un poco mis labios haciendo que nuestras bocas rosaran levemente, las ganas de besarlo se intensificaron pero también quería quedarme así y disfrutar de la cercanía, disfrutar de ese preciso segundo.

Después de un minuto que se sintió como una hora decidí que era hora de terminar con el sufrimiento de ambos, que debía por fin dar aquel adorado y esperado beso.

Mire sus ojos y enrede mis dedos en su cabello, el pasó una de sus manos y aparto un mechón de mi cabello atrás de mi oreja y con su otra mano aún me sostenía de la cadera para que no me separara ni un centímetro de su cuerpo.

Estuve apunto de dárselo cuando de la nada el carro freno bruscamente haciendo que Jerathel apretara su agarre en mi cintura y pegará mi cabeza a la suya para que no saliera disparada.

Eso hizo que todos saliéramos de nuestra burbuja. Eris pudo haber salido volando si no fuera por qué Leo que iba a su lado reaccionó y pasó su mano por su cadera.

- ¡¿Que mierda te sucede?! - grito Leo, pero Raziel no contesto. Todos miramos enfrente, en especial lo que él miraba.

Comenzó a dolerme el estómago cuando lo que estaba enfrente era una sombra... Aquel tipo de demonio que ya ha intentado matarme más de una vez. Solo estaba parado, sentía que me miraba aún que no tuviera ojos.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora