Jerathel

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El carbóncillo de mi lápiz termino de rellenar el último círculo. Solté un suspiro y lo deje a un lado, tome la hoja y le di una última repasada antes de ponerme de pie y entregársela a la maestra.

Se me hizo tan fácil que incluso me da miedo, se supone que historia era lo que más se me dificultaba.

— puedes sentarte, calificare rápidamente tu examen — vi como saco su hoja de respuestas y vi como tomo su pluma roja. Aún algo nerviosa me senté en mi lugar, en cuanto llegue a mi mesa recosté mi cabeza sobre está.

Acabo de terminar el último examen, mi cerebro está exhausto después de responder casi 800 preguntas en dos días.

Cierro mis ojos un momento, de nuevo los recuerdos de hace una noche me invaden. El calor de su cuerpo, la suavidad de su piel, la sensación de estar completamente llena.

— ¿Lailah? — abrí mis ojos algo confundida ¿Me había quedado dormida? La maestra me miraba con una pequeña sonrisa — ya terminé de calificar tu examen — me extendió la hoja, algo asustada la tomé, mis ojos se dirigieron a el número de arriba.

100/100

Me dieron ganas de brincar de la emoción cuando vi mi calificación.

— ¿Esta segura de que no se equivocó? — era mi primer 100 en historia y no puedo creerlo con tanta facilidad.

— segura — la maestra tenía una diminuta sonrisa en sus labios — debes estar cansada después de tantos exámenes, ve a casa a descansar — me puse de pie en un pequeño saltito y tome mi mochila.

— muchas gracias maestra — después de decir eso casi salí corriendo. Quería ver a Jerathel, quería enseñarle mi calificación, él se quedó toda la noche de ayer conmigo ayudándome a estudiar historia. Jale la cadena de mi pecho y comencé a dejar que ella me guiará.

Di la vuelta en un pasillo y lo vi al final de este, una enorme sonrisa salió de mis labios en cuanto lo vi. Mis pies comenzaron a moverse solos, llevándome a toda velocidad por el pasillo, cuando casi estábamos juntos él abrió sus brazos, di un salto y me colgue a él. Sus brazos me rodearon la cintura.

— estás muy feliz ¿Te fue bien? — le enseñe mi hoja de respuestas recién calificada.

— es la primera vez que saco 100 en un examen de historia — hablé emocionada — gracias por ayudarme ayer, sin ti no hubiera si quiera aprobado — mi cabeza se acomodo en espacio de su hombro y mis brazos rodearon su cuello con fuerza.

— la que contesto fuiste tu, conmigo o sin mi hubieras sacado ese 100 — me separé un poco de él y lo bese. Estaba tan feliz por qué había logrado pasar todos los exámenes con buenas calificaciones. Ya no tenía que preocuparme por aprobar el año. Estoy a semanas de acabar la preparatoria.

Sin dudas el tiempo pasa volando, un año ya había pasado desde la primer fiesta de tercero, desde que conocí a Jerathel.

— me dejaron salir temprano ¿Quieres hacer algo? — acaricie el cabello de Jerathel con cariño. Una sonrisa malvada se dibujo en los labios de Jerathel, en segundos ya tenía de nuevo sus labios sobre los míos. Comenzó a caminar torpemente, por suerte era hora de clases y no había nadie en los pasillos, sentí una puerta a mis espaldas, segundos después Jerathel ya la había abierto.