Jerathel

6

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Apenas salí del baño solté el aire que sin saberlo había retenido. Mire mis manos y estas temblaban, estaba nerviosa, mucho pero ya no sabía ni por qué.

Este chico me dejaba demasiado desconcertada... Para empezar ¿por que había soñado con sus ojos? ¿Por qué entre todas las personas del mundo había llegado a mi? No entendía nada.

El ruido de la puerta abrirse me sacó de mi transe. Gire, lo mire y él aún me veía con intriga, como si intentará entender quien soy, por que lo ayudo, por que no corro. Realmente ni yo se.

— necesitas estarte limpiando las heridas... Si no se infectaran... Ven deja te vendo — desde que el llego deje el botiquín en mi cuarto, sirve mas aquí que en el cuarto de mis padres.

Aún sin decir nada se sentó en mi cama. Miró al rededor analizando todo, al parecer le gustaba hacer eso... Analizar cosas.

Tomé la venda y un par de gasas, acomode las gasas y comencé a vendar.

— necesito respuestas.... — lo mire a los ojos y de nuevo confusión fue lo único que vi, pero a la vez un aire de seguridad, como si el chico de hace 10 minutos que entró ardiendo en fiebre ya no existiera.

— ¿que respuestas, Lailah? — de nuevo sentí mi cuerpo temblar al escuchar mi nombre salir de su boca.

— ¿por qué me dijiste que no eras un ángel, Jerathel? — terminé de vendar su pecho y seguí con la muñeca... De donde según tenia el rastreador.

— por qué ya no lo soy — entonces si había ascendido.

— viniste aquí por qué.... —si sabia pero quería asegurarme que no fuera pura casualidad.

— me invocaste — su voz era tan firme y grabe.

— ¿donde estabas antes de que te invocara? — pareció pensarlo.

— a 5 horas de aquí — vaya... Eso es mucho... Pero ¿como llego tan rápido?

— ese dardo... El que tenias en el brazo — mire el lugar de donde saque el dardo.

— me querían dejar inconsciente, pero necesitan más que un dardo... No siento la mano pero nada que no se pueda arreglar en un par de horas — entonces no era un rastreador... Eso me relajo un poco dentro de lo que cabe.

— ¿quién? — pase saliva y lo mire a los ojos.

— unos agentes — de nuevo el video donde decía que el hombre que tengo enfrente era un asesino llegó a mi mente.

— aquí — tome su mano derecha refiriéndome a la venda — ¿que... Fue lo que pasó? — el me miró a los ojos.

— 04060606 — ¿que?

— no entiendo ¿que es eso? — pregunté nerviosa.

— un chip rastreador —mierda.

De inmediato me puse de pie y di un paso atrás.

— haz... ¿Haz matado a alguien? — mi voz salió cortada y nerviosa. Tenía miedo de la respuesta, si me decía que no entonces ¿por que la policía lo buscaba? necesitaría muchas más respuestas, pero si me decía que si.... Me sentiría culpable, muy culpable, culpable por que le salve la vida no solo una si no dos veces a un asesino que puede seguir matando. El silencio fue impresionante — ¡respóndeme! — subí la voz.