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Porque nuestro conocimiento es parcial, y nuestra profecía parcial;
[1 Corintios 13:9]

✴️✴️✴️

Sentí su calor, su tranquilidad, me sentí en paz, una paz que estaba buscando hace tantos años, por fin la encontraba. Por fin encontré a quien me hacía sentir en paz.

— ¿Que fue lo que viste? — escuché su suave voz y después sentí como acariciaba mi espalda. Segundos después cerró la puerta por la que estaba apunto de salir.

No tenía palabras para expresarlo, si lo hacía volvería a llorar tanto como allá abajo, no quería volver a sentir el dolor en el pecho.

Entonces recordé que yo podía hacer que vieran cosas si los tocaba. Respiré hondo y puse mi mano sobre su mejilla, el calor que emanaba me trajo aún más tranquilidad haciéndome capaz de concentrarme.

Cerré los ojos y pensé en lo que quería, no sentía nada por lo que cerré los ojos con más fuerza y comencé a pensar aún más en eso. Segundos después sentí la mano de Jerathel sobre la mía. Ahí fue cuando sentí la pulsada en mis muñecas que tanto me incomodaba. Abrí los ojos, capte el momento exacto en el que los ojos de Jerathel se volvían dorados.

Me quedé hipnotizada una vez más por esos increíbles ojos. Jerathel frunció el seño, se veía aún más intimidante así, con sus espesas cejas negras hacia abajo.

Él estaba mirando un punto fijo sin parpadear, como si físicamente estuviera aquí pero mentalmente en otra parte.

Después de unos minutos en donde solo me quedé viendo sus ojos comenzó a parpadear y de nuevo regreso el gris a estos.

— realmente tu papá era Sariel — pronunció en voz baja. Suspiré y moví la cabeza diciendo que si.

— ¿por qué lo conoces? ¿Por qué Maalik lo conoce?— sentí otra lágrima caer.

Él soltó un suspiro. Yo quería respuestas necesitaba respuestas.

Sin decirme nada más se dio la vuelta y salió de mi cuarto.

Sentí como si hubiera apretado mi corazón, me dejó, aquí, así, después de que le pidiera que no se fuera, que no me dejara ¿Que estaba pensado?

Solté el aire y con este más lágrimas. Cerré mi puerta tan lentamente con la esperanza de que regresará, que solo haya bajado a decirle algo a Leonardo y regresará. Solo quería eso. Pero no pasó.

Aún en llanto camine a mi cama y me acosté, escondí mi cabeza en la almohada y solté mi llanto aún más fuerte.

¿Que creía? ¿Que se quedaría conmigo? ¡No! Reacciona Lailah, no eres nada importante para él, solo te cuida por qué lo que haces es importante, por qué si te matan se irá todo al carajo... Solo por eso está aquí y me lo ha dejado muchas veces en claro. ¿Cuando vas a entender?

De la nada escuché como la puerta se abría, mi corazón latió rápidamente y levanté mi cara de la almohada con una sonrisa.

Estúpida.

Leo asomó su cabeza y me miró. Aún más decepción, mi sonrisa disminuyo pero no desapareció para no ser grosera con Leo. Él entro y camino a pasó lento hasta sentarse el la orilla de mi cama, justo a un lado mío.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora