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— ¿Y Jerathel? — hablo Raziel en cuanto me vio.

— bañándose — hablé molesta, mis vista viajo hasta Leo que me miraba con una sonrisa llena de burla — con agua helada — agregué con toque de molestia sin romper el contacto visual que tenía con Leo.

— que bueno que ya estás abajo cielo, el entrenamiento de hoy te encantará, valdrá la pena el haber despertado temprano — ¿Que le hace pensar que vale más la pena entrenar que estar con Jerathel?

— ¿Que hago? — no podía ocultar la molestia de mi tono de voz.

— comienza trotando — solté un suspiro pero hice caso. Comencé a correr para entrar en calor antes de lo que tuviera preparado para mí Leo.

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— necesito — tome una pausa para tomar aire, sentía que me moriría — parar — apenas dije eso me deje caer en el suelo. Leo me hizo correr, me hizo hacer abdominales, sentadillas, incluso lagartijas y cuando sentía que no podía más me hizo correr una vez más.

— que poco aguantas — la sombra que daba el cuerpo de Leo cubrio a mis ojos del rayo de sol que los golpeaba, me extendió su mano que no tarde en tomar. De un suave jalón me ayudó a poner de pie — Raziel — lo llamo Leo, giré para verlo, él estaba con Jerathel luchando con espadas. Ambos dejaron de pelear y nos miraron — tu ayudarás a Lailah a practicar — Leo camino hasta una maleta negra, cuando la abrió saco el arco que acostumbro usar, unas flechas de madera y dos varas  también de madera.

— ¿Que es eso? — hablo curioso Raziel asomándose.

— serás un tiro al blanco viviente — ambos lo miramos sin creer lo que acababa de decir.

— ¿Que? — hablé de inmediato. Tal vez escuché mal.

— Raziel vas a volar y vas a atacar a Lailah, lucharán con las varas, se pueden golpear con ellas, por eso las traje — es un completo lunatico.

— yo no voy a dejar que me disparen — hablo de inmediato Raziel, miraba de mala manera a Leo.

— es madera, no será letal, además eres Raziel, Lailah no debería poder darte, sin contar que si te llega a lastimar también puede poner en práctica sus poderes para curarte, matamos como a mil pájaros en un tiro — hablo emocionado Leo.

— estás completamente loco ¿Lo sabías? — hablé de inmediato.

— si, lo tengo presente en cada momento del día, ahora basta de hablar, corre Raziel toma tu vara y aléjate tanto como quieras — crei que Raziel volvería a oponerse pero en su lugar solo soltó un suspiro y tomo una vara, apenas lo hizo comenzó a volar — cielo, ármate y escondete que literalmente Raziel tiene que cazarte — algo nerviosa tome el arco, me puse las flechas en la espalda y la vara la acomode en mi espalda también.

Mire a mi alrededor, no sabía dónde ponerme así que decidí quedarme ahí mismo. Cuando volví a levantar la vista Raziel ya estaba muy alejado.

— intenta no dar en la cara, eso es todo cielo — después de decir eso Leo miró a Raziel e hizo una seña con la mano. En segundos Raziel reaccionó y comenzó a volar hacia mi.

JerathelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora