Ryo jadeaba y sudaba ligeramente, su estómago estaba revuelto aun después de haber devuelto todo el almuerzo. Estaba sentado sobre uno de los bancos del parque con los brazos recostado en el respaldar y la cabeza hacia atrás tomando un respiro. La persona sentada entre sus piernas abiertas ni siquiera estaba afectada, más bien, esa persona comía tranquilamente un helado.
-Eres un idiota Ryo- Dilan se lamió los labios llevándose los restos de helado de frambuesa- Hacerte el fuerte cuando no aguantaste nada en la montaña rusa. Si hubiera sabido eso no te hubiera dicho que fuéramos a un juego tan atrevido como ese-
Ryo tomó aire.
-Dilan, cállate quieres- no sonaba molesto pero si agotado- No he hice el fuerte, solo…solo anoche no dormí bien-
Una carcajada resonó entre los dos.
-Si Ryo. Lo que tú digas- se volvió a reír.
El alfa sin abrir los ojos se dejó caer hacia delante dejando su cabeza sobre el hombro de Dilan y lo abrazó por el estómago apretándolo hacia él. Una de sus manos se coló por entre la ropa directamente a la barriga del menor.
-¿Quieres?- Dilan sonriendo le ofreció el helado sabiendo que el resultado iba a ser un gruñido que tembló en su espalda.
-No te burles de mí, cachorro- Ryo restregó su rostro contra su hombro impregnándolo con su olor. Su mano acarició la barriga ligeramente curveada de los músculos trabajados de su pareja.
-Ryo ¿por qué siempre me tocas la barriga? ¿Es porque estoy gordo?-
El alfa alzó la cabeza y la puso su barbilla sobre el hombro para después besar el costado de su cuello.
-No sé- detuvo su mano- Pero me gusta hacerlo. Quizás es por instinto natural, pero los alfas sabemos que dentro de los vientres de los omegas crecen sus crías y solemos ser un poco apegados con esa parte del cuerpo de nuestras parejas-
Dilan apretó el helado hasta casi romper el barquillo.
-Pero yo soy un alfa-
Ryo sonrió y volvió a besar su cuello.
-Lo sé- lo abrazó más fuerte- Eso no quita que me gusta tu barriguita- le hizo cosquillas mientras se burlaba esta vez él.
Dilan iba a protestar cuando escucharon una voz desde lejos y ambos se estremecieron.
-Bebéeeeeesssss-
Dilan hizo una mueca.
-Ya entiendo cuando dijiste que tu madre podría ser un poco intensa-
-Y de la misa no sabes ni la mitad-
-¿Tengo que prepararme psicológicamente?-
Ryo sonrió y le besó la mejilla.
-No te preocupes, mientras la soportes por algunas horas no te hará daño, no tengo intenciones que cuando te cases conmigo vayamos a vivir a la casa de mis padres, para eso tengo la propia y dinero de sobra para vivir solo-
Dilan lo miró por encima del hombro y sus miradas se encontraran. Se quedaron así por algunos segundos para después romper ambos en carcajadas.
-¿Tú y yo casados? ¿Estás realmente loco alfa? Creo que nos mataríamos a los 10 minutos de vivir juntos- Dilan no pudo evitar decir aunque por dentro la idea se proyectó y reía más por el nerviosismo que por otra cosa.
Ryo no ocultó su sonrisa y mordió su oreja.
-No es tan mala idea baby. Piénsalo- le dijo con tono burlón para que después Dilan se levantaba.
ESTÁS LEYENDO
Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)
RomanceDilan, un omega que se esconde bajo la fachada de un alfa. Ryo, un alfa y líder de una pandilla con el objetivo de investigar y controlar los crímenes menores de la ciudad lo recluta para investigar a su familia en secreto. Y todo se vuelve peor co...