Dilan se quedó sin palabras. Sabía por boca de los alfas que lo acompañaban que ellos generalmente eran monógamos, o sea, buscaban a una pareja y estaban con ella por el resto de su vida. Eran extraños los casos de alfas de tenían más de una relación, pero tal vez eso solo se aplicaba a las parejas rotas, o el mundo en el que él se desarrollaba. Después de todo siempre su alrededor había sido una burbuja.
-Me imagino que fue un golpe duro para Ryo-
Estil asintió.
-La quería mucho aun si no la había marcado, además ella todavía no había cumplido la mayoría de edad. Habían prometido que después que llegara ese momento se entregarían tanto en cuerpo como en alma, pero Gomnes se aprovechó de eso y antes de que ocurriera él la hizo suya. Eso destruyó a Ryo-
Dilan no entendía por qué le contaba todo aquello pero sonaba como una historia bastante tétrica.
-Pero no te la cuento para que pienses que él es débil- Estil casi le leyó le mente –Ryo ya no vive en el pasado y no es como si pudiera hacer algo al respecto, eso ocurrió hace mucho tiempo a pesar de que quede el rencor de lo ocurrido. Ellos ya pelearon una vez y Ryo salió ganando. Solo te lo cuento para que sepas de lo que es capaz ese alfa y te mantengas a raya-
-¿Qué va a pasar si ellos dos se encuentran?-
-Realmente no sé. Nuestro líder no va a dejar que invada nuestro territorio como le venga en gana- gruñó el alfa.- Por eso te bajaré y le diré a cualquiera que te lleve a casa, no es seguro que andes solo por ahí, hueles a él en cada parte de tu cuerpo-
-EN SERIO- Dilan casi gritó. No se habían percatado y bajó la cabeza oliéndose los brazos. Tenía razón. Las feromonas del alfa estaban rociadas por todo su cuerpo, además de la de la herida –Mejor voy a casa de mi primo- su voz titubeó –Ir a mi casa así no es buena idea.
Estil se imaginó que era por el tema de su padre pero no quiso indagar. Se dio media vuelta y guio a Dilan hacia la entrada encontrándose con todos reunidos, aunque alertas. El alfa agarró la muñeca de Dilan con fuerza y lo puso detrás de su espalda y avanzó hasta donde estaba Ryo. Lo sabía.
El líder a pesar de que su rostro estaba frío su cuerpo estaba tenso marcándosele por encima de la chaqueta. Dilan creyó que se veía aún más grande. Un olor fuerte y penetrante llegó a su nariz y miró hacia dónde el alfa dirigía su atención.
Delante de ellos había llegado el grupo del que había oído. En la cabeza estaba un hombre, igual de alto que Ryo pero más corpulento. Su cabeza rapada, ojo oscuros, barba de al menos dos semanas, su ropa consistía en una camiseta y un jean lleno de cadenas, al igual que había en su cuello. Dilan sabía que por naturaleza los alfas eran atractivos pero ese no le resultaba para nada atractivo, todo lo contrario era repulsivo. Todos sus intentos omegas se activaron en su cabeza. Estil tenía razón, debía alejarse de él.
-¿Qué haces aquí Gomnes?- Ryo intentó mantener la compostura.
La risa del alfa retumbó en las paredes del edificio abandonado.
-Vine a hacerte la visita, ha pasado tiempo desde la última vez que vi a los socios-
Un gruñido por parte del resto de la manada llegó a los oídos de Dilan. El ambiente era realmente pesado.
-También- por alguna razón esta vez fue Dilan el que se tensó –He escuchado que tienes un nuevo pajarito bastante bueno y vine a saludarlo personalmente- el alfa esbozó una sonrisa.
El omega pensó que las noticias rodaban rápido en ese mundo. Apenas hacía nada que se había unido y ya era famoso. El agarre se hizo más fuerte por parte de Estil y Dilan creyó que le quebraría la muñeca pero no dijo nada. No sentía que era buen momento para hablar.
-Eso no es asunto tuyo- esta vez Ryo no reprimió un grave gruñido por parte de él.
-Oh, parece que el pajarito es muy cotizado- volvió a reír Gomnes –Me contaron que es realmente fuerte para ser un alfa joven, me gustaría saber cuánto-
El alfa dejó salir de golpe sus feromonas y las disparó hacia Dilan con tal velocidad y violencia que tomó a todos por sorpresa. Dilan se vio envuelto otra vez en una bruma tan densa que su vista se puso oscura por unos segundos dejándolo aturdido. Un dolor peor que antes lo recorrió palideciendo y su cabeza quería estallar. Las feromonas se hacían paso por entre las de Ryo queriendo tomar su lugar. Pensó que se asfixiaría, era peor que antes, todo su cuerpo quería simplemente colapsar.
Pero de igual formas las feromonas llegaron se disiparon y una sombra se puso delante de él terminando de taparlo cubriéndolo por un olor más fuerte y reconfortante que agitó al omega dentro de él. Dilan tuvo la espalda del alfa y sintió un alivio que nunca pensó que llegaría. A pesar de todo el sufrimiento que había pasado hacía unos segundos, no se había movido y ni siquiera había soltado algún sonido de su garganta. Eso solo demostraría debilidad y eso era lo que aquel alfa quería.
Aun así todo su cuerpo estaba bañado en sudor por el esfuerzo.
-Dilan- se alarmó Estil y todos lo miraron incluso Ryo que lo hizo por encima del hombro viendo hasta donde había sido el daño, sabía de lo que eran capaces las fuertes feromonas de Gomnes.
-Estoy bien- fue lo único que pudo decir Dilan llevándose la mano a la nariz y tapando inútilmente la sangre que le corría con fuerza. Eso había sido demasiado para su cuerpo. Primero las feromonas artificiales que se rociaba, segundo las de Ryo que no paraban de estar tanto dentro como sobre su cuerpo y ahora las de este alfa invasor. Había llegado a un límite. Él era un omega, que no hubiera colapsado ante solo indicaba lo fuerte que era, pero aun así no lo pudo resistir más.
Estil sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo puso en la cara para contener la hemorragia.
-Sácalo de aquí- Ryo ordenó en voz baja –Te lo encargo-
Otra vez la carcajada de Gomnes resonó poniendo en alerta a Ryo.
-Vaya, tu pajarito es más resistente de lo que creía- se relamió los labios- pensé que caería al piso en cuanto mis feromonas lo envolvieran. Vamos córrete Ryo, déjame verle la cara, seguro que es atractivo. Por qué no de dejas jugar con él un rato-
Ryo apretaba tanto sus manos que comenzaban a dolerle pero aun así mantenía el control, no podía ser manipulado de aquella forma. Eso era lo que el otro alfa quería.
-Desaparece de aquí por las buenas Gomnes-
-¿Y si quiero por las malas?- el alfa se rio sacando una pequeña bolsa de nylon de apenas cinco centímetros de su jean –Es hora de que saldemos cuenta y se sepa quién es el alfa más fuerte-mordió el borde de la bolsa y dejó que el polvo blanco cayera en su lengua.
Sus feromonas explotaron, sus ojos se volvieron rojos, la saliva corría por el borde de su boca. Ryo retrocedió un paso cubriendo más a Dilan.
-Estil, sácalo ya, Gomnes tomó la droga X y seguro irá detrás de Dilan-
El omega sintió preocupación en su voz aunque no tuvo tiempo de replicar. Fue arrastrado tan rápido por el alfa que rápidamente perdió de vista a Ryo.
¿Y ahora?
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Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)
RomanceDilan, un omega que se esconde bajo la fachada de un alfa. Ryo, un alfa y líder de una pandilla con el objetivo de investigar y controlar los crímenes menores de la ciudad lo recluta para investigar a su familia en secreto. Y todo se vuelve peor co...