Primer beso

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La primera reacción de Ryo fue gruñirle al extraño y recién llegado, rodeando con un brazo la cintura del chico y apretarlo junto a él de forma protectora. Supo que era un beta, pero años de experiencia le habían enseñado a no confiar en los desconocidos. Por su parte este mismo beta alzó una ceja en una extraña mueca.

-No me gruñas alfa y acaba de soltarlo de una puta vez. Y tú Dilan déjate de derretir como una melcocha- Louis tenía su sien palpitando. Acaso su primo menor iba a hechar por tierra todo el esfuerzo que habían hecho hasta el momento en ocultar que era un omega, por revolcarse con un alfa.

Ryo no lo soltó, su parte alfa estaba fuera de control, sus ojos con apenas una pupila era muestra de ello, su lobo era el que mandaba ahora, tanto en la parte sexual como en la protectora y eso no era buen indicio. Dilan sabía que en ese estado podía atacar a cualquiera que fuera una amenaza.

-Tranquilo, es un beta- acercó sus labios al oído del alfa y le susurró pasando sus manos por los gruesos brazos tensos- No me hará nada a pesar de su carácter. Estaré bien con él-

Aún así el agarre sobre su cintura no cedió. Era firme y el pecho de Ryo retumbaba con respiraciones pesadas contra el de él. Louis cruzó sus brazos y esperó con paciencia. Él también había notado su estado.

-Necesita ayuda, tengo un inhibidor en el pantalón que si se lo inyectas en el pene de seguro se queda tranquilo- soltó como algo casual.

-Louisssss- Dilan le protestó, su primo podía ser muy ocurrente a veces. Cerró sus ojos y rodeó sus brazos alrededor del cuello del alfa y lo atrajo hacia él pegando ambas frentes- Suéltame vale, ya todo está bien, si me sigues agarrando así me harás daño-

Al parecer esta vez sus palabra surtieron efecto pues Ryo comenzó a soltarlo y despegarse con él con leve confusión en su rostro, como si lo que acabara de pasar se hubiera ido de sus manos y había sido así. El olor a sexo y excitación era fuerte entre ellos, así como cierta humedad entre sus pantalones.

-Ryo vete por hoy ¿sí?- Dilan limpió algo de saliva que quedaba en su barbilla después del anterior beso y eso hizo que el alfa recordara de golpe absolutamente todo. De cómo había acorralado al pequeño alfa, tocado, mordido, besado, lamido e incluso besado.

-Estoy esperado- Louis presionó pateando el piso con la punta de su pie repetidamente- Tengo aún muchas cosas que hacer-

Ryo volvió a gruñirle pero esta vez no de forma agresiva como antes, sino porque un beta se atrevía a hablarle en ese tono y salir ileso. Giró la cabeza hacia DIlan que se acomodaba la ropa con las mejillas sonrojadas y los labios hinchados y la imagen solo lo tentó aún más

-Vete- le murmuró el menor.
Ryo entrecerró los ojos pero al final dio media vuelta en dirección a su moto detrás del beta, al que le dio una última ojeada antes de montarse y arrancar.

-Mañana a la misma hora, en el mismo lugar- fueron sus últimas palabras antes de que el sonido de La bestia desapareciera en la oscuridad de la noche.

Dilan no se atrevía a levantar la cabeza. Sentía la presencia de su primo y su mirada penetrante sobre él.

-Entra- le dijo con voz autoritaria y Dilan sabía que estaba seriamente molesto. Prefería enfrentarse con diez alfas, incluso con Ryo antes que con Louis, las conversaciones con él eran...complicadas.

Lo siguió hacia el interior del apartamento y se sentó en el lado del sofá a que estaba destinado para ser el lugar donde sería regañado. Oyó los pasos del beta detenerse delante de él y tragó.

-Se puede saber que mierda pasa por tu cabeza- le gritó- Uno aquí preocupado por tu salud, por tu integridad, y tú revolcándote con un alfa. Eres omega Dilan pero por tu seguridad no puedes mostrarlo, cuando te vas a dar cuenta de eso. Acaso quieres que tu padre te cuelgue. No quiero tener que llorar a mi primo-

-Louis yo...-

-Louis nada, piensa en lo que hiciste de una maldita vez. Hasta yo me pude dar cuenta que lo que faltó para que lo hicieran ahí mismo fue la ropa entre ustedes- el beta caminaba de un lado al otro rascándose a cabeza con fuerza -Y no me lo digas, me imagino que fue el mismo alfa que te mordió ¿verdad?- al verlo asentir alzó los brazos al techo eufórico.

-Primo, cálmate, hablemos primero-

-¿Hablar? Tienes idea de en lo que te estás metiendo, un paso en falso y todo lo que has soportado hasta ahora será en vano. Ya tenemos ya a un alfa que sabe sobre lo tuyo, qué pasará si abre la boca-

-No creo que Estil lo haga, incluso me ayudó a esconder que soy un omega de Ryo-

-Ryo, Ryo, qué me importa como se llama- su voz todavía era alta y retumbaba entre las paredes de la sala -Todavía no proceso en lo que te estás metiendo-

-Louis no soy un niño- Dilan se molestó.

-Pues te comportas como uno- le reprochó el beta

-Tú...tú no lo entiendes, no vives con mi padre, que puedes saber- explotó el omega y se levantó corriendo hacia su cuarto en la casa de Louis y cerró desde adentro.

El mayor resopló y se dejó caer en el sofá dejando caer su cabeza entre sus manos. Esta vez la discusión se había tornado más fuerte de lo normal. Dilan nunca le replicaba, tampoco era que el hubiera gritado de aquella manera antes pero verlo en los brazos del ese alfa le había perder la paciencia. Su primo no tenía noción del peligro ante ninguna situación, debido al tipo de educación que había tenido, lo que hacía que fuera imprudente, pero nunca antes se había presentado una situación como esta.

Siempre le había advertido que tuviera cuidado con los alfas. Hasta el momento había pasado desapercibido como un alfa pero siempre estaba el riesgo de que pudiera sucumbir ante la presencia de ellos. Ya había pasado ¿Qué ocurriría si los inhibidores dejaran de funcionar con él y fuera atacado? Además estaba su padre que no lo perdonaría y lo mataría de seguro. Se apretó el pelo. Necesitaba pensar algo rápido o la vida de su familiar más querido estaría en peligro.

Dilan se encontraba sentado en el suelo con la espalda contra la puerta. Le había gritado a Louis, le había gritado a su primo ¿Por qué lo había hecho? Suspiró. Nunca habían discutido así y eso lo hizo sentirse sumamente mal. Louis era la única persona que nunca se había atrevido a cuestionarlo y siempre lo defendía pero oírlo ahora le había hecho perder el control de su mismo soltando palabras que no quería que salieran de su boca. Definitivamente tenía que disculparse. El beta solo se preocupaba por él, sobre todo cuando no era capaz de razonar como había ocurrido anteriormente.

Eso le hizo recordar lo que había pasado específicamente con Ryo, ese alfa que apenas había conocido días antes. La forma en que lo había tocado y al final como sus labios habían sido devorados. Se llevó los dedos a ellos.

Ese había sido su primer beso.

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora