Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)

Estétil

Dilan no podía dormir.

Tenía muchas cosas en la mente que no lo dejaba conciliar el sueño.

Desde que al amanecer tendría que vestirse para su graduación, la misión a la noche que por alguna razón lo tenía más incómodo de lo que quería, y a todo eso sumarle lo que le había dicho Louis sobre el estado de su cuerpo... no eran noticias muy alentadoras.

Al menos había tomado la decisión de decirle a Ryo, cuando la misión terminara que era un omega. No podía seguir tomando por mucho tiempo los medicamentos tan fuertes que consumía. Su útero se estaba endureciendo y haciéndose más pequeño, incluso su conteo de feromonas salía alterado. Si seguía así su primo le había advertido que podría sufrir un shock de feromonas y quedar estéril.

Esteril...

Antes nunca había pensado en la posibilidad de tener hijos. Primero porque era joven, segundo porque no quería traer al mundo a alguien que lo había pasado tan mal como él, y tercero... no tenía a nadie que lo motivara a tener un cachorro. Pero ese sentimiento de alguna forma había comenzado a florecer cuando Ryo le había dicho que solo quería cachorros con él. En ese momento quizás el alfa lo había dicho en broma... aunque para él no había sonado así

Sin embargo, su primo le había dicho que había grandes posibilidades de que ni siquiera pudiera quedarse embarazado a futuro sino renegaba de los medicamentos y comenzaba tratamiento para limpiar su organismo lo antes posible. Y aun así había que ser muy cuidadosos.

Dilan, más que nadie sabía que se había estado destruyendo su cuerpo por años, pero no se arrepentía. Su padre tenía que pagar, y todo este sufrimiento terminaría pronto. Solo necesitaba esperar que Mark volviera para poder acceder a su oficina y conseguir los documentos que Ryo necesitaba para meterlo tras las rejas.

El lograría su libertad y Ryo con su familia su venganza.

-Ummmmm- escuchó un sonido a su lado y el brazo que surcaba su regazo se removió- ¿No tienes sueño?- la voz pastosa de Ryo salió por el costado de la almohada. El alfa estaba rendido y con razón. Los últimos días había estado trabajando para tener todo listo para la misión. Un paso en falso y muchas vidas estarían en peligro.

Dilan, que estaba sentado recostado contra el respaldar de la cama sonrió levemente y acarició la cabeza de Ryo enrollando sus dedos entre las hebras enredadas, el cabello del alfa había crecido de nuevo.

-Sigue durmiendo que te tienes que despertar antes que yo, yo ahora me acuesto en unos minutos.

Ryo hizo un sonido con su garganta. Ni siquiera podía abrir los ojos de lo agotado que estaba. Aun así, parecía renuente a dormir cuando su pareja no lo estaba haciendo.

-¿quieres que te prepare un té para que te relajes... te siento tenso- su voz se apagaba cada vez más, como si estuviese luchando duro contra el sueño.

Dilan sonrió.

-Realmente estoy bien- suspiró, sino se acostada Ryo estaría preguntándole hasta que cediera.

No tenía sueño, pero aun así se arrastró hacia abajo y dejó que los brazos gruesos del alfa lo envolvieran abrazándolo y pegándolo a su cuerpo. El rostro de Ryo se sumergió en el cabello de Dilan y aspiró y fue como si su olor lo dejara noqueado completamente. Al momento la respiración de este se hizo tranquila.

Dilan sonrió con el rostro contra el pecho de Ryo, era cálido estar así y se preguntó cuántas veces había dormido así... y si después de él confesar que era un omega podría estar abrazándolo de esa forma.

Con esa pregunta rondando en su mente sin saber la respuesta cerró los ojos y se obligó a dormir o estaría cansado para el otro día. Poco después igualó el estado del alfa.

***

Para cuando la alarma despertó a Dilan ya estaba solo en la cama. Al lado, en la mesita de noche Ryo había dejado una nota diciéndole sobre el desayuno, dándole felicidades y dejando un dibujo que él intuyó que era un beso. Se carcajeó un poco.

Le hubiera gustado despertar con él, dado que no sabía si lo haría de nuevo.

Plash. Se abofeteó mentalmente. Esos pensamientos ya lo estaban abrumando otra vez.

-Dilan, enfócate- se dijo a sí mismo- Graduación, misión, confesarte y después todo lo demás, no procrastines- se dijo varias veces en lo que caminaba para el baño mentalizándose. Hacerse bolas ahora solo arruinaría su día.

Una hora más tarde escuchó como su celular sonaba, y era su primo que había pasado por él. Una sonrisa apareció en el rostro de Dilan. Su caso particular no tendría ni a su madre ni a su padre en su graduación, pero no importaba, tenía al miembro más importante de su familia a su lado.

Bajó rápido y Louis ya lo esperaba. Dilan alzó la ceja.

-¿Y ese auto?- miró el Roll Royce de color rojo brillante y negro que se notaba que estaba nuevo, con las llantas relucientes y era... bastante llamativo. Era un auto caro... de esos que 5 o 6 ceros fijos.

-Pues es tu regalo de graduación- le dijo Louis con una sonrisa-

Dilan se quedó helado en el lugar mirando del beta hacia el auto, del auto hacia el beta, otra vez al auto.

-Eso... es para mí- no podía salir de su asombro.

- Y más te vale que te guste. Me partí el culo por tres años para reunir el dinero y que esos desgraciados me lo vendieran con el mejor seguro y hasta personalizado. ¿Qué? A que soy el mejor primero del mundo, incluso por encima de tu perfecto novio- dijo con la mayor prepotencia posible como si estuviera varios metros por encima de Ryo... el cual no habría tenido que reunir porque su familia... tenía varios carros de ese modelo.

Y entonces escuchó una sonora risa que venía de Dilan que se doblaba y se aguantaba el estómago.

-Oye, no te rí...- casi se cayó cuando Dilan se estrelló contra él abrazándolo con fuerza y escondiendo su rostro en su pecho- No vaya a llorar que arruinarás tu lindo rostro.

Louis lo regañaba, pero a la vez sonría abrazándolo también con cuidado de no estrujar su ropa.

-Y te ves realmente guapo con ese traje. No vayas a conquistar a otro tipo por ahí que ya bastante tengo que soportar al alfa ese a tu lado.

Dilan alzó la cabeza con una enorme sonrisa y un brillo de felicidad en su rostro. Hasta sus mejillas estaban coloradas de la emoción.

-Gracias- y le dio un sonoro beso en la mejilla al beta.

Actualización triple