Ryo no tuvo ni la preocupación de ocultar su grave gruñido que se oyó del otro lado de la sala. Los chicos junto a Estil miraron hacia la puerta, preocupados. Ryo no había tenido una noche fácil, su humor era más allá de terrible. ¿Su esposa estaría bien?
-Dilan- Ryo apretaba los dientes, sus colmillos largos y afilados estaban muy visibles- Te dije que te quitaras la ropa-
-Y yo no voy a hacerlo- el omega se apretó la ropa más hacia él haciéndole frente. Sabía muy bien que Ryo estaba molesto, sus feromonas alrededor eran una densa bruma que lo estremecía.
-Estoy de muy mal humor ahora mismo, no me hagas hacerlo por la fuerza- su voz bajó una octava.
-Que estés de mal humor no es mi culpa Ryo- Dilan hizo una mueca.
-Chiquillo- Ryo le volvió a gruñir.
Dilan contó hasta tres pero no pudo evitarlo, cerró su puño y lo llevó directo a la mejilla del mayor. Utilizó tanta fuerza que además de que sus nudillos dolieron el culo de Ryo terminó en el suelo.
-Te estás portando como un maldito, alfa imbécil. Ni pienses que puedes abrirme las piernas y meterme tu pene cada vez que te dé la gana solo porque lo permití una vez. Y si estás de mal humor como dices, no la vengas a coger conmigo. Así que quédate un rato sentadito bien bonito ahí y enfría tu mente. Quizás después podamos hablar de forma civilizada-
Dilan dio media vuelta, abrió la puerta y salió, poniéndole el seguro del otro lado. Ryo por su parte se quedó sentado allí con el rostro conmocionado y su mano acariciando la mejilla que palpitaba dolorosamente. Lo había golpeado duro.
-¿Esposa, estás bien?- uno de los chicos se acercó mientras el omega se aseguraba que la puerta estuviera bien cerrada. No quería encarar al alfa después de golpearlo porque de seguro sería algo feo de tratar.
Se giró hacia los demás, que tenían rostros de preocupación, con una enorme sonrisa.
-Vivito y coleando- entonces señaló la puerta- Pero cierta persona necesita enfriarse un poco así que nadie abre esto hasta que yo les diga-
-Pero Ryo nos va a matar- otro protestó.
-Si no lo hace él, lo haré yo. Elijan- agarró una cerveza y le dio un buen sorbo después de abrirla.
El grupo se miró y no supieron que hacer. Uno era su jefe y el otro el chico que había derrotado a Gomnes y la esposa de ese jefe. Como que estaban en una horrible disputa mental.
-Vamos a tomar- al final Estil dijo aligerando el ambiente, sosteniendo él también una cerveza y poniendo un poco de música.
Al ver que era precisamente Estil el que había decidido dejar a Ryo encerrado como que los demás ya no lo pensaron más y se olvidaron de su jefe. Era mejor disfrutar de la noche y con cerveza de buena clase.
-¿Estás seguro que puedes encargarte de él?- Estil se sentó al lado de Dilan en el sofá- Está realmente molesto hoy, no le hagas mucho caso, mañana apenas si lo recordará-
Dilan mordió el borde de su lata.
-No me gusta cuando está molesto, da algo de miedo- dijo en voz baja
Estil no pudo evitar soltar una carcajada.
-Me estás jodiendo Dilan, no te da miedo luchar contra una banda de locos, casi matar a un alfa y ahora me dices que le tienes miedo a Ryo molesto-
-No dije que le tuviera miedo- Dilan lo fulmino con la mirada.
-Es lo mismo cachorro- Estil le revolvió el cabello de su cabeza con fuerza- Pero ten cuidado, ya sabes a qué me refiero- la diversión de sus ojos desapareció.
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Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)
Roman d'amourDilan, un omega que se esconde bajo la fachada de un alfa. Ryo, un alfa y líder de una pandilla con el objetivo de investigar y controlar los crímenes menores de la ciudad lo recluta para investigar a su familia en secreto. Y todo se vuelve peor co...