Incertidumbre y un buen cuerpo

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Tenía frío, mucho frío, las gotas de lluvia golpeaban algunas partes de su cuerpo sobre aquella moto que iba a una velocidad que en otro momento tendría miedo más no ahora. Rodeó la estrecha y fuerte cintura del alfa delante de él, con fuerza y se pegó todo lo que pudo a su espalda, así estaba mejor. A pesar de que su ropa estaba empapada aún sobresalía la deliciosa fragancia de alfa de él y eso lo ponía inquieto sobre todo su parte inferior.

Ahora misma se estaba dejando llevar por su parte más primitiva, aquella que le había sido negada por tantos años y que quería abrirse a aquel alfa y que lo hiciera suyo. Era algo tan ilógico para él que había sido criado privado de los placeres sexuales y todos los temas relacionados a ellos. Utilizaba muchos medicamentos para ocultar su naturaleza y hacerse pasar por lo que no era, así que la única forma de delatarlo era si algún dedo se iba por mal camino y tocaba su agujero que por más que hiciera no podía evitar que lubricara cuando estaba excitado.

Se restregó en la espalda de Ryo queriendo revolverse con su olor y pronto unas feromonas acogedoras estuvieron vertidas sobre él de forma deliciosa. Si fuera realmente un alfa podría sentirse ofendido pero al no serlo, su parte omega solo ronroneaba queriendo más. Sus manos picaban queriendo tocar algo y la tela no estaba precisamente entre las cosas que tenía en mente.

Su conciencia estaba bastante embelesada y casi emborrachado con el golpe de feromonas que una de sus manos se coló por debajo de la camiseta ajustada de Ryo palpando el vientre marcado cubierto por una piel satinada. Dilan escuchó un gemido de impresión bajó su mejilla pegada a la espalda. El también gimió por lo bajo, todo su cuerpo estaba encendido y ardía.

¿Por qué las feromonas de Ryo se sentían tan diferentes a las de aquel alfa? Era algo que no podría procesar ahora, solo quería tocar, sentir, y ser tocado. Bajó un poco más su mano hasta encontrarse con un bulto entre los pantalones del alfa y se pronto la moto se detuvo de golpe. Dilan se sintió mareado.

Sus manos fueron agarradas y presionadas contra su erección un momento para después separarlas y puestas de nuevo en su abdomen.

-No deseo tener un accidente contigo detrás- la voz de Ryo era irreconocible bajo la lluvia, por encima de su hombro- Así que mantén lejos tus manos de mi pene si no quieres perder la cabeza-

Dilan apenas si le hizo caso a esas palabras pero las feromonas de Ryo habían cambiado siendo un poco más agrias. ¿Estaba molesto con él? Solo se mantuvo quieto hasta que la moto volvió a detenerse debajo de un edificio, específicamente el garaje.

Ryo fue el primero en bajarse y quitarse el casco llevándose el cabello empapado hacia atrás.

-Vamos- le tendió la mano a Dilan para ayudarlo a bajar, su voz se había vuelto tranquila de nuevo.

El omega la agarró sintiendo como una corriente eléctrica corría por todo su cuerpo. Ryo lo estabilizó recargándolo contra su cuerpo y ayudándolo a llegar hacia el elevador marcando el 5to piso y último. Dilan tenía su cabeza cerca del cuello del mayor y se alzó en la punta de los pies y aspiró suavemente contra la piel. Ryo acarició su nuca reconfortándolo sin regañarlo.

Una vez que la puerta se abrió directamente a la terraza de su inmenso apartamento lo arrastró hacia el interior, ya tendría otro momento para apreciar la piscina y las vistas nocturnas. Cerró la puerta de cristal opacando el sonido de la lluvia del exterior.

Una vez Dilan se encontró dentro el fuerte olor del alfa de allí lo invadió de pies a cabeza y su agujero palpitó ansioso. Toda la nebulosa de su cabeza se disipó de golpe sabiendo que no era agua lo que corría en ese momento por el interior de sus muslos. Se tensó levemente y tragó saliva. La lluvia había opacado todo el olor que pudiera haberse filtrado después de la estimulación por parte de Gomnes pero ya no había nada que lo hiciera.

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora