Eres muy atento

12.3K 1.7K 133
                                    

Ryo recostó el cuerpo muy caliente de Dilan entre sus piernas con la caliente espalda sobre su amplio pecho. La cabeza cayó sin fuerzas sobre sus hombros, con los ojos totalmente cerrados. El agua tibia los cubrió hasta la mitad del pecho y el suave olor de las sales de baño era verdaderamente relajante aunque la fragancia que inundaba el baño era aún más dulce.

El alfa pasó una mano por el cabello húmedo del chico, que había podido remojar y limpiar y se lo corrió hacia atrás. Agarró un poco de gel y lo restregó por los brazos dándole masajes para después volver a ponerlos dentro del agua.

Dilan jadeaba pero después de unos minutos su cuerpo comenzó a refrescarse y la tensión de sus músculos bajó considerablemente. Ryo lo rodeó por la cintura con el brazo para que se mantuviera estable contra él, esperando que su temperatura bajara un poco.

-¿Te sientes mejor?- le preguntó quitándose el largo flequillo de la frente ahora todo arruinado.

-Hmm- Dilan solo hizo un sonido con la garganta sin apenas fuerzas.

-Has perdido mucho peso- el ceño de Ryo se frunció. Su brazo odia rodear con facilidad toda la estrecha cintura.

Esta vez Dilan ni siquiera hizo otro sonido. Su respiración se había vuelto estable. Se había quedado dormido. Ryo se mordió el labio inferior. Estaba acostumbrado a cuidar de los suyos pero nunca se imaginó que de esta forma. No era normal que alguien se quedara tan vulnerable a su lado. Pero no era eso precisamente lo que le molestaba. Era aquel lugar.

Aun cuando él era un alfa fuerte podía enfermarse aunque fuera un leve catarro tenía a sus padres y a todo el personal a su lado para cuidarlo, y si estornudaba de más lo arrastraban al médico, pero con esta gente no funcionaba así. Si Dilan viviera con él de seguro no se habría puesto en esas condiciones.

Abrió los ojos con sorpresa y gruñó. ¿Qué demonios era ese pensamiento? ¿Por qué Dilan viviría con él? Eso era ridículo. Quizás un pensamiento estúpido por tenerle lástima al menor o por haber tenido una fogoza noche de sexo y se sintiera responsable por añadir más presión a su cuerpo después de lo ocurrido. Sus pensamientos fueron de pronto interrumpidos por el sonido de su celular que había dejado a su lado, en caso que le comunicaran. Su padre se ponía maniático si no tenía noticias de él y era válido dado su peligroso trabajo.

-Dime Estil-

-¿Qué descubriste?- la voz del alfa del otro lado hizo que apretara a Dilan posesivamente contra él de forma inconsciente.

-Que esta familia es una mierda- soltó con tanto desprecio que Estil pudo saber que estaba realmente molesto.

Hubo unos segundos de silencio hasta que el otro alfa hablara.

-¿Qué pasó?-

-Dilan si estaba enfermo, muy enfermo-

-¿Cómo está?- Estil sonó un poco preocupado y eso extrañó a Ryo pero lo dejó pasar.

-Estaría mejor si lo hubieran llevado al hospital, pero no, lo dejaron en su cuarto. Lo encontré ardiendo en fiebre, empapado en sudor y sin poder casi moverse- escupía sus palabras.

Estil desde el otro lado gruñó. Ryo quizás no supiera que Dilan eran un omega, pero él sí y como todo alfa que se respetaba ver que un omega era maltratado hacía que todo su instinto protector saliera. Además era el familiar de aquella persona a la que le había puesto el ojo.

-Llamaré a Louis y lo pondré al tanto de la situación-

-¿Su primo?-

-Sí, es doctor y puede ayudarlo en momentos como estos-

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora