Casi lo rompe

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Lo más adecuado en ese momento era que Dilan fuera visto por un doctor. Era lo que pensaba Ryo a primera hora de la mañana, con la luz del amanecer iluminando toda la cocina donde preparaba algo ligero para que el chico que dormía en su cama desayunara. Él no había podido pegar ojo cuidándolo todo el tiempo y con la preocupación golpeando su pecho.

Dilan no se había movido en toda la noche, su cuerpo había estado caliente mas no jadeaba y no se quejó más del dolor en su vientre bajo. Rezaba por no haberle dejado alguna herida, pero había sangrado y hasta no ser revisado no podría estar seguro de ella, pero quien le pondría un dedo encima de Dilan.

Este solo se dejaba tratar por su primo y nadie más. Y llevarla la contraria sobre todo después de que ellos hubieran tenido tanto altos y bajos últimamente no era bueno para ellos. Esperaría a que Dilan despertara para llamarlo y hablar con él.

Todavía podía recordar cómo lo había mirado el día anterior, como si él fuera una escoria que le provocara dolor y Ryo se sintió el ser más asqueroso del mundo.

Ah. Suspiró cubriéndose el rostro con la mano. Decir que estaba enculadísimo por Dilan era quedarse corto y no era de ese tipo enamoramiento barato que solo le duraría un tiempo, algunos pocos años. Realmente era de aquellos que podía pensar en toda una vida con Dilan al lado y no aburrirse nunca, con sus virtudes y defectos.

Se estremeció. Rezaba no tener que ver esa mirada de nuevo en su rostro porque no podría soportarlo.

En eso sintió como su celular sonaba y vio en la pantalla Pa. Se preguntó por qué lo llamaría tan temprano, pero no se esperó escuchar un grito llamando su nombre de forma desgarradora de fondo. Eso erizó cada vello de su cuerpo, como si no los tuviera ya después de la noche que había tenido. Hasta le dolían sus genitales al no poder correrse tras la excitación brutal que se había apoderado de él antes del fatídico suceso.

-¿Pa?- preguntó con voz temblante sabiendo lo que vendría después.

-Ryo, necesito que vengas por favor, Alex está teniendo un episodio y no puedo acércame a ella.

-RYYYYYOOOOOOOOOO- se escuchó del otro lado tan fuerte que el nombrado tuvo que apartar el celular de su oído.

El alfa tragó en seco. Hacía más de dos años que a su madre no le daban estos ataques provocados después de alguna fuerte pesadilla que lo hubiera llevado al pasado y que no pudiera despertar del todo de ella. El trauma por el que había pasado no se esfumaba tan fácilmente y prueba de ello eran los gritos que estaban dando buscando lo único que le daba real consuelo... su hijo, ese que llevaba el nombre de quien lo había salvado.

Ryo se encontró en una encrucijada. Normalmente dejaría lo que fuera que estuviese haciendo y correría para consolar a su padre, era con el único que se calmaba y eso tomaba casi un día entero antes de que pudiera separarse de ella y que su padre pudiera entrar a escena y cuidarla. Sin embargo, esta vez él tenía a su propia pareja y no estaba del todo bien como para poder simplemente dejarlo así.

-ya la oíste y está muy mal, acaba de iniciar. Ni siquiera me deja entrar a la habitación- Sheldon se escuchaba notablemente angustiado por el estado de su pareja. Sobre todo, porque en ese estado el omega era completamente impredecible.

Ryo se mordió el labio con su colmillo hiriéndose la piel y sin saber que responder. Si no iba a ver a su madre... no quería ni saber que pasarí...

-Ve- escuchó una voz detrás de él que le hizo dar la vuelta y encontrar a Dilan recostado contra el marco de la puerta envuelto en una sábana. Su rostro se notaba cansado, aunque no tenía expresión de dolor.

-Pa, dame unos segundos, ahora te llamo, Dilan no pasó bien la noche, no te puedo dar detalles ahora- dijo rápido por el celular.

-Está bien- Sheldon colgó y Ryo dejó el celular a un lado caminando rápido hacia Dilan.

-¿Estás mejor? ¿Aún te duele?- había angustia en las palabras del alfa que agarró a Dilan por los brazos estudiándolo.

Dilan alzó la cabeza con expresión apagada más por el cansancio que otra cosa.

-Solo necesito dormir un poco más y estaré como nuevo, he pasado por cosas mejor, y una cogida un poco más fuerte de lo normal no me va a dejar lisiado.

-Te hice sangrar- explotó Ryo con los dientes apretados- Sabes lo preocupado que estaba cuando gritaste, sangraste y después... después.

-Fue una reacción natural- respondió rápido Dilan acunando su mejilla- Si algo te duele tu instinto reacciona más rápido que tu cabeza, somos bestias después de todo- le sonrió levemente- ya no sangro, ya no me duele, es que la tienes muy grande y saber que siempre me ha costado trabajo tomarte entero- alzó los hombros con desinterés-

-Haz tomado hasta mi nudo y no te has herido así- el alfa entre cerró los ojos.

-Para todo hay una primera vez. Y yo estoy bien, solo no podré cagar bien por unos días, pero mi primero seguro tiene alguna crema mágica para reparar mi trasero rápido- lo decía como si todo lo ocurrido ayer fuera de lo más normal. Así no lo había visto Ryo. Pero tú tienes que ir con tu madre, sus gritos desde el celular se escucharon en el cuarto.

Ryo frunció el ceño sin estar convencido y envolvió sus brazos alrededor de Dilan apretándolo contra él cuando no recibió rechazo de su parte. Eso era un alivio. Estaba sumamente tenso. Sabía lo fuerte que era Dilan, así como lo vulnerable que podría ser. Y dejarlo solo estando así... bajó su mano y la posó sobre su nalga.

-Me asusté tanto cuando te vi sangrar. Que yo ye haya hecho sangrar.

-Bueno ya sabes el próximo turno que pedir en el hospital- dijo Dilan contra el hombro de él abrazando la dura cintura del alfa.

-¿Turno?

-Si, para quitarte un poco de centímetros de eso de allá abajo que es muy grande. Pobre culo mío cada vez que quieres follártelo.

Ryo se quedó en silencio varios segundos.

-Yo... iré a sacar turn... - pero su boca fue cubierta por la mano de Dilan.

-Estaba bromeando contigo. No te toque eso allá abajo, entendiste- lo amenazó Dilan recibiendo un asentimiento por parte del alfa que pegó su frente a la de él.

-¿En serio estarás bien?- le preguntó aún sin estar muy seguro.

-Si, ahora quien más debería preocuparte es tu madre, al menos uno de los dos puede hacer eso por sus padres- hasta a Dilan le cayeron pesadas sus palabras- Ve, no te demores, yo estaré bien, puedes llamarme si estás muy preocupado pero lo más probable es que no te responda porque estaré durmiendo. Si me siento muy mal llamaré a mi primo.

-Tu primo te llevará de aquí y te pondrá un cinturón de castidad- gruñó Ryo y Dilan se carcajeó sabiendo que Louis haría eso mismo si se enteraba de su estado que no eran tan fácil de explicar cómo había dicho él.

***

Ryo le dio un profundo beso y casi estuvo renuente a irse ya en la puerta y vestido. Se notaba que estaba tan preocupado como por su madre como por él, así que Dilan tuvo que usar la estrategia que mientras más rápido fuera más rápido podría volver.

Y cuando por fin el alfa desapareció y lo vio irse por la ventaba alejándose en su Bestia se desmoronó y jadeó de dolor.

Dios, apenas había podido aguantar.

Se apretó el vientre bajo que hasta el momento estaba palpitando indicándole que casi había destrozado su útero queriendo meter el pene del alfa ahí. Y todo era porque a pesar de todo lo que se metía adentro su cuerpo y suprimía su parte omega, sus feromonas y sus reacciones, su instinto era más fuerte que eso y su canal reproductivo se había dilatado para ser penetrado e impregnado.

Solo que no lo suficiente y el glande del alfa había entrado rompiendo la débil barrera que cubría la entrada. Literal ahora si podría decir que le habían quitado su virginidad de omega, pero dios, había dolido como el infierno.

Ahora entendía la advertencia de su primo de no dejarse penetrar sino estaba lo suficientemente dilatado. Casi lo había roto.

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora