A pesar de haberse negado tanto al inicio, Dilan estuvo muy cooperativo para dejarse vestir, al menos la parte inferior. Ryo, arrodillado frente a él, se dispuso a poner primero la diminuta braga pasándola por las piernas blancas y ajenas de vello de Dilan hasta que esta estuvo en su lugar. Ajustó las tiras a los lados como las que se amarraban en su cintura y pasó sus manos sobre las suaves nalgas de Dilan afirmando que sí, la de atrás se había perdido entre los montículos. Entonces encontró que el chico no era ajeno a la excitación. Tenía una erección casi completa. Y con una sonrisa Ryo acomodó el encaje sobre esta y dio le dio un beso por encima de la tela.
Rápidamente Dilan puso sus manos corriendo la camisa de él cubriendo lo que pudiera. El alfa alzó la cabeza encontrando que el rostro de este estaba completamente rojo y en el borde de sus ojos había diminutas lágrimas. Esta vez Ryo solo dio un beso en su muslo y recostó la cabeza contra la suave piel.
-Eres lindo, baby.
-Cállate- Dilan se mordía el labio inferior- Termina con esto, por favor.
Pero irse era lo que menos el alfa tenía en su mente, después de todo, todavía tenían casi una hora y la iba a aprovechar muy bien. Así que agarró una de las medias y alzó una de las piernas del chico poniendo su pie sobre su rodilla. Dilan tuvo que aguantarse de sus hombros para mantener el equilibro. Con una dedicación ridícula Ryo le puso la primera media y la desplazó demasiado lento para el gusto del omega por su pierna, hasta que ajustó el borde a mitad de su muslo. Y Tembló. Demonios, quizás era mejor no haber hecho aquello en ese lugar. Pensó que perdería el control. La media en la pierna de Dilan era realmente hermosa y excitante.
-Ryo, Ryo- Dilan palmeó su cabeza sin mucha fuerza al notar que este se había quedado completamente quieto inmerso en sus fantasías.
-¿Si, Didi?- este reaccionó y sacudió la cabeza. El cabello se le pegó a su frente húmeda.
-Pareces bobo mirando mi muslo- el tono de Dilan era raro y una carcajada salió de la boca del alfa.
-Solo contigo puedo ser bobo, amor- le dijo este y abrió la boca cerrándola sobre la parte expuesta de la pierna de Dila y dejando una marca de mordida en ella. Dilan se estremeció y sus dedos se apretaron en su cabello. El alfa adoraba cuando él reacciona así.
La otra media la puso un poco más rápido. Si, se veía linda, pero ansiaba mucho quitarle de una vez la camisa y verlo con todo el conjunto. Así que una vez dejó la prenda en su lugar se levantó con el sostén en la mano. Ahora venía la parte más interesante.
-Baby, eso- señaló la camisa.
Dilan la apretó más contra él en una última muestra de negación. Ryo solo podía reír en su interior más no lo hizo externamente dado que conociendo al chico, podía salir corriendo de la tienda en esas condiciones por tal de no seguir pasando aquella vergüenza.
Ryo se inclinó y dejó un beso en su mejilla.
-Baby. Ya casi estamos terminando. Lo estás haciendo bien. Y después de esto prometo no molestarte más en lo que queda de día ¿sí?- usó el tono más tierno que pudiera permitirse para notar como Dilan aflojaba lentamente sus manos.
Ryo sonrió de lado y aprovechó para llevar sus dedos e ir deshaciendo poco a poco cada uno de los botones de la camisa dejando a la vista la cremosa piel de su pareja. Se relamió los labios cuando los dos pezones duros e hinchados por culpa de él se mostraron y estuvo tentado a morderlos nuevamente. Se contuvo otra vez. Si esperaba la recompensa sería mejor.
Bajó lentamente la tela por los brazos de Dilan hasta que esta cayó al suelo. El menor encogió los hombros con vergüenza, pero Ryo besó la comisura de sus labios.
-He visto todo, amor- le sonrió- no tienes que esconder nada de mí.
Aun así, Dilan estaba lleno de vergüenza y solo se limitó a bajar la cabeza y morder sus labios. Su corazón palpitaba en sus oídos y podía sentir las manos calientes del alfa sobre su piel. Y Dios que se sentía bien. Temblaba ligeramente y no era de frío. Un gemido se quedó ahogado en su garganta y no pudo evitar que la parte de delante de la tela de su ropa se humedeciera rápidamente cuando Ryo pasó su lengua por su oreja y mordió el lóbulo.
-No- intentó poner algo de resistencia, pero fue inútil. Además, las manos de Ryo estaban sobre su pecho. Sus pulgares acariciando suavemente el montículo rojo e hinchado.
-Shhhh, bajito- le dijo el alfa con una sonrisa pícara- No quieres que sepan lo que estamos haciendo ¿verdad, Didi?
Esto hizo que el omega abriera más los ojos y su cuerpo se tentara. Ryo aprovechó que tenía las defensas bajas y comenzó a poner el sostén de encaje, el cual no fue nada fácil. Había mucho encaje y muchas tiras y hasta Dilan se quejó cuando la tela rozó uno de sus pezones.
Ryo para el momento que logró poner todo en su lugar estaba extasiado. El pecho de Dilan se veía apetecible con aquella tela sobre él, donde los pezones eran visibles por la hendidura del medio de los triángulos, y el encaje que rodeaba la parte de encima de su torso daba la ilusión de que era un más estrecha y su cadera más ancha.
El alfa no pudo evitar relamerse los labios y pegar su frente contra la de Dilan. Sus ojos estaban completamente dorados para ese momento.
-Didi yo…- apenas podía hablar. El cuerpo entero de Ryo estaba exudando feromonas y la camisa de él se pegaba a su piel.
Dilan por su parte jadeó. Había visto a Ryo sumamente excitado antes. Pero nunca así. Tan fuera de si. ¿Era por él? Eso hizo que su ego se retorcijara y la vergüenza que había tenido se fuera a la basura completamente. Tener a Ryo de esa forma no era algo que pudiese verse todos los días.
Así que se sintió un poco más atrevido y alzó sus brazos rodeando el cuello del alfa y acercando su boca a la de él.
-¿Estás excitado por mi alfa?- sus labios rozaron con los de él. De alguna forma tenía ganas de jugar, dado que el alfa lo había hecho desde… hacía bastante tiempo- Es porque estoy con esto.
Ryo le gruñó al notar el tono burlón en Dilan y lo agarró por la cadera pegándolo a él para que notara su erección. Luego mordió el labio inferior del menor y lo llevó entre sus dientes.
-No juegues con fuego, pequeño cachorro. Te puedes quemar con fuego.
Y como mismo a Ryo le gustaban los retos a Dilan también. Y no supo si era porque estaba embriagado en las feromonas del alfa o porque su parte omega había tomado el mando sin que se diera cuenta, pero él sonrió de lado, entrecerrando los ojos. Estos comenzaron a cambiar levemente llamando la atención de Ryo, que no dijo nada.
Dilan soltó el cuello del alfa. Descendiendo sus manos por el pecho fuerte y tiró de la tela donde los botones cedieron. Dejado a la vista la piel del alfa. Dilan apretó su nariz rápidamente contra esta aspirando la fragancia que exudaba y sonrió su cuerpo temblar y su pene estremecerse.
-Hueles rico- salió de su boca inconscientemente.
Ryo casi se queda con la boca abierta. Su Didi no solía actuar así normalmente… bueno… pensándolo bien, había actuado así en un momento determinado, cuando había recibido su nudo. Había sido impulsivo y actuado diferente a como era, aunque de igual forma le gustaba como fuese. Así que solo le seguiría el juego. Después de todo, su cachorro no estaba haciendo resistencia.
Y ese pastel se lo quería comer de nuevo.
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Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)
RomanceDilan, un omega que se esconde bajo la fachada de un alfa. Ryo, un alfa y líder de una pandilla con el objetivo de investigar y controlar los crímenes menores de la ciudad lo recluta para investigar a su familia en secreto. Y todo se vuelve peor co...