Dos hombres

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Que…se…estaba…enamorando…de…él.

Aquello retumbó dentro de Dilan y no positivamente. Acaso estaba hablando realmente Ryo o aquel que lo estaba manipulando. Su pecho se apretó. Decir esas palabras en el momento que estaban eran un arma de doble filo y algo que no quería escuchar. No porque no lo sintiera sino porque se sentía aún más mal por el hecho de que se utilizaban para sus propósitos.

-Eh cachorro no pongas esa cara- Ryo acunó su mejilla en su mano y lo acercó a él al ver la reacción de Dilan ante su confesión. No negaría que le dolió no recibir la respuesta que quería pero no debía presionar- No tienes que forzarte a responderme ahora- lo abrazó y le hizo descasar su cabeza cerca de su glándula- Esperaré vale. Esperaré a que estés preparado y me puedas responder adecuadamente-

Dilan se abrazó más hacia el alfa. ¿Amar? Acaso sentirse cómodo en aquellos cálidos brazos, sentirse feliz cuando simplemente veía el nombre de Ryo en la pantalla de su celular, emocionarse con cada beso que le daba, era estar enamorado. Quizás y le gustaría corresponderle pero no ahora.

No cuando él no era libre, no cuando su vida era una total mentira. No cuando el alfa no sabía que él era un omega y que lo había estado engañando todo este tiempo.

Si cuando todo se solucionara. Él pudiera presentarse con su verdadero sexo. Si aun así Ryo quería estar a su lado y hacerlo su pareja y compañero, Dilan estaría muy dispuesto. Pero cuanto tiempo pasaría hasta ello. Sería esperado.

Esas preguntas cruzaron por su mente y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos contra la ropa del alfa y este sintió la humedad.

-¿Dilan, estás llorando?- intentó separarlo de él para ver su estado pero el chico se apretó más hacia él.

Ryo no supo que hacer ¿Se había equivocado confesándosele? ¿Qué había hecho mal? Solo había dicho sus sentimientos. Pensó que era correspondido ¿Se había equivocado? Su ego de alfa fue golpeado duramente pero no explotó y se mantuvo tranquilo abrazando al chico.

Era mejor no sacar conclusiones inesperadas. Dilan era alguien impredecible y con una vida complicada, Dejaría que la marea pasara y las cosas se calmaran aun si esto le dolía. Definitivamente no tenía suerte en el amor.

Para cuando llegaron al inicio de la montaña Dilan se había dormido contra él. Sus mejillas estaban húmedas y rojas. Ryo besó su frente y lo acomodó cargándolo en brazos hacia fuera. El chico no se despertó ni siquiera cuando se subieron en el auto junto a los padres de Ryo y emprendieron el camino hacia la casa.

-¿Pasó algo?- Sheldon miró por el retrovisor la expresión seria de su hijo. Recostado contra este estaba Dilan dormido contra su hombro.

-No, nada- respondió secamente.

Ambos padres se miraron. Al parecer había pasado algo malo en aquella rueda de la fortuna porque el ambiente entre la pareja joven era tensa.

Sheldon se detuvo delante de la mansión y lo apagó.

-Llegamos familia. Ahora a bañarse y a dormir que el día ha sido largo- salió del auto y le abrió la puerta a su esposa.

Al no despertar Dilan, Ryo salió con cuidado y lo cargó nuevamente. Los brazos del menor se enrollaron alrededor de su cuello y lo apretaron ronroneando contra su hombro.

-Tú habitación está preparada, así que puedes llevarlo allí-

Ryo asintió y se lo llevó. Por su parte Sheldon y Alex se dirigieron a la cocina. El alfa sirvió una copa de vino a cada uno y le ofreció una a su esposa que estaba sonrojada.

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora