Tengamos sexo

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Decirlo... era mucho más fácil que hacerlo.

Estil podría ser una alfa adulto, pero era un alfa después de todo, por lo que cuando la herida estuvo delante de sus ojos su cuerpo se tensó de tal manera que le fue complicado contenerse. Las marcas rojas y frescas tenían el olor hediondo de las feromonas de otro alfa sobre su Peluche.

Si hubiera sabido esto lo hubiera hecho él antes para ahuyentar las miles de ratas que siempre estaban hurgando alrededor de él. Aun si eso le traía problemas con Louis.

Estil sintió como sus colmillos se habían alargado de forma peligrosa, y chasqueó la lengua. Se mordió la punta de esta para que el dolor distrajera un poco sus sentidos. Lo menos que deseaba en ese momento era hacerle daño al beta.

Con los dedos temblantes comenzó revisar la herida tragando su propia bilis. Cada parte de la piel que él siempre había visto como deliciosa ahora estaba mancillada.

-Si solo pudiera desaparecer esto- un dedo pasó por encima de una de las heridas y...

Louis se levantó de golpe y lo encaró. Su mano cubría la marca y sus ojos muy abiertos. Como si tuviera ¿miedo?

Estil apretó los labios e intentó retraer sus colmillos y que sus orbes no brillaran tanto, sabiendo que solo lo asustaría más. Bajó su cabeza intentando cubrirlo.

-Lo siento, peluche, no quería...

Escuchó al beta soltar un suspiro de frustración por no sabía que vez.

-Este maldito cuerpo- su voz era grave y lentamente volvió a sentarse delante de Estil dándole la espalda y descubriendo la herida- Tenme un poco de paciencia.

-Toda la que necesites Peluche- Estil se había asombrado de la fuerza de voluntad del beta. Este estaba luchado duro contra la propia reacción de su cuerpo y lo notó aún más mientras limpiaba la herida y volvía a poner las vendas alrededor del cuello.

Incluso él suspiró de alivio al terminar la tarea que de ardua tuvo mucho. No había sido fácil, para ninguno de los dos.

-ya terminé Peluche- le dijo levantándose, necesitaba un poco de aire fresco así que caminó en dirección al balcón y sin decir más palabras abrió la puerta y salió al exterior. La brisa fue bastante tranquilizante para sus nervios alterados.

Louis dentro de la sala podía ver a lo lejos la espalda tensa del alfa. Este había insistido en estar cerca de él a pesar de que la situación no le era favorable, más bien, era igual de tortuosa para él y sabía que estaba luchando contra su instinto.

Lo había hecho desde que se habían conocido pues él nunca lo había dejado pasar de la línea más de lo que él le había permitido.

Línea que por alguna razón él... quería cruzar en ese momento. Lo que no sabía si era el momento adecuado. No lo creía.

***

-¿Quieres tener sexo conmigo?

De igual forma se lo preguntó al alfa cuando estaban comiendo en la mesa sentado uno frente al otro. Estil casi se atoró con el bocado en su boca.

-¿Qué? ¿Peluche, puedes repetir eso?

Louis que enfocaba su plato, alzó la mirada.

-Que si quieres tener sexo conmigo.

El alfa alzó una ceja.

-Sabes que esa no es una pregunta la cual necesites que te dé respuesta. He querido follarte desde el minuto uno que nos conocimos.

En ese caso.

-Pues hagámoslo.

Estil pestañeó varias veces.

Sucumbiendo al instinto (Omegaverse/Bl/Erótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora